Miguel de Cervantes Saavedra [Principal| Biografía |Obras | CEC | Galería|Debates |Enlaces |Buscar | Novedades| Sugerencias |Libro de invitados | Tabla de contenidos |Universidad] |
LA CASA DE LOS CELOS Y SELVAS DE ARDENIA
Entra Reinaldos y Malgesí. |
Reinaldos | Sin duda que el ser pobre es causa desto; | |
pues, ¡vive Dios!, que pueden estas manos | ||
echar a todas horas todo el resto | ||
con bárbaros, franceses y paganos. | ||
¿A mí, Roldán, a mí se ha de hacer esto? | 5 |
|
Levántate a los cielos soberanos, | ||
el confalón que tienes de la Iglesia. | ||
O reniego, o descreo... | ||
Malgesí | ¡Oh, hermano! | |
Reinaldos | ¡Oh, pesia...! | |
Malgesí | Mira que suenan mal esas razones. | |
Reinaldos | Nunca las pasa mi intención del techo. | 10 |
Malgesí | Pues, ¿por qué a pronunciallas te dispones? | |
Reinaldos | ¡Rabio de enojo y muero de despecho! | |
Malgesí | Pónesme en confusión. | |
Reinaldos | Y tú me pones... | |
¡Déjame, que revienta de ira el pecho! | ||
Malgesí | ¡Por Dios!, que has de decirme en este instante | 15 |
con quién las has. | ||
Reinaldos | Con el señor de Aglante. | |
Con aquese bastardo, malnacido, | ||
arrogante, hablador, antojadizo, | ||
más de soberbia que de honor vestido. | ||
Malgesí | ¿No me dirás, Reinaldos, qué te hizo? | 20 |
Reinaldos | ¿Que a tanto desprecio he yo venido, | |
que así ose atrevérseme un mestizo? | ||
Pues ¡juro a fe que, aunque le valga Roma, | ||
que le mate, y le guise, y me le coma! | ||
En un balcón estaba de palacio, | 25 |
|
y con él Galalón junto a su lado; | ||
yo entraba por el patio, muy de espacio, | ||
cual suelo, de mí mismo acompañado; | ||
los dos miraron mi bohemio lacio | ||
y no de perlas mi capelo ornado; | 30 |
|
tomáronse a reír, y a lo que creo, | ||
la risa fue de ver mi pobre arreo. | ||
Subí, como con alas, la escalera, | ||
de rabia lleno y de temor vacío; | ||
no los hallé donde los vi, y quisiera | 35 |
|
ejecutar en mí mi furia y brío. | ||
Entráronse allá dentro, y, si no fuera | ||
porque debo respeto al señor mío, | ||
en su presencia le sacara el alma, | ||
pequeña a tanta injuria, y débil palma. | 40 |
|
De aquel traidor de Galalón no hago | ||
cuenta ninguna, que es cobarde y necio; | ||
de Roldán, sí, y en ira me deshago, | ||
pues me conoce, y no me tiene en precio. | ||
Pero presto tendrán los dos el pago, | 45 |
|
pagando con sus vidas mi desprecio, | ||
aunque lo estorbe... | ||
Malgesí | ¿No ves que desatinas? | |
Reinaldos | Con aquesas palabras más me indinas. | |
Malgesí | Roldán es éste, vesle aquí que sale, | |
y con él Galalón. | ||
Reinaldos | Hazte a una parte, | 50 |
que quiero ver lo que este infame vale, | ||
que es tenido en el mundo por un Marte. |
Entra Roldán y Galalón. |
¡Agora, sí, burlón, que no te cale | ||
en la estancia de Carlos retirarte, | ||
ni a ti forjar traiciones y mentiras | 55 |
|
para volver pacíficas mis iras! | ||
Galalón | Vuélvome, porque es éste un atrevido | |
y el decir y hacer pone en un punto. |
[Vase.] |
Reinaldos | ¡Bien os habéis de mi ademán reído | |
los dos, a fe! | ||
Roldán | ¡Que está loco barrunto! | 60 |
Reinaldos | ¿Dónde está aquel cobarde? | |
Malgesí | Ya se ha ido. | |
Reinaldos | Tuvo temor de no quedar difunto | |
si un soplo le alcanzara de mi boca. | ||
Roldán | ¡A risa su arrogancia me provoca! | |
¿Con quién las has, Reinaldos? | ||
Reinaldos | ¿Yo? Contigo. | 65 |
Roldán | ¿Conmigo? Pues, ¿por qué? | |
Reinaldos | Ya tú lo sabes. | |
Roldán | No sé más de que siempre fui tu amigo, | |
pues de mi voluntad tienes las llaves. | ||
Reinaldos | Tu risa ha sido deso buen testigo; | |
no hay para qué tan sin porqué te alabes. | 70 |
|
Dime: ¿puede, por dicha, la pobreza | ||
quitar lo que nos da naturaleza? | ||
Que yo trujera con anillos de oro | ||
adornadas mis manos y trujera | ||
con pompa, a modo de real decoro, | 75 |
|
mi persona compuesta; ¿adóndequiera | ||
rindiera yo con esto al fuerte moro | ||
o al gallardo español, que nos espera? | ||
No; que no dan costosos atavíos | ||
fuerza a los brazos y a los pechos bríos. | 80 |
|
Mi persona desnuda, y esta espada, | ||
y este indomable pecho que conoces, | ||
ancha se harán adondequiera entrada, | ||
como en la seca mies agudas hoces. | ||
Mi fuerza conocida y estimada | 85 |
|
está por todo el orbe dando voces, | ||
diciendo quién yo soy; y así, tu burla | ||
contra toda razón de mí se burla. | ||
Y, porque veas que en razón me fundo, | ||
mete mano a la espada y haz la prueba: | 90 |
|
verás que en nada no te soy segundo, | ||
ni es para mí el probarte cosa nueva. | ||
¿Que de nuevo te ríes, pese al mundo? | ||
Roldán | ¿Qué endiablado furor, primo, te lleva | |
a romper nuestras paces, o qué risa | 95 |
|
así el aviso tuyo desavisa? | ||
Malgesí | Dice que dél hiciste burla cuando | |
entraba por el patio de palacio, | ||
su poco fausto y soledad mirando, | ||
y su bohemio, por antiguo, lacio. | 100 |
|
Pensólo, y, su estrecheza contemplando, | ||
y creyendo la burla, en poco espacio | ||
la escalera subió; y, si allí os hallara, | ||
en llanto vuestra risa se tornara. | ||
Roldán | Hiciera mal, porque por Dios os juro | 105 |
que no me pasó tal por pensamiento; | ||
y desto puede estar cierto y seguro, | ||
pues yo lo digo y más con juramento. | ||
Al pilar de la Iglesia, al fuerte muro, | ||
al amparo de Francia y al aliento | 110 |
|
de los pechos valientes, ¿quién osara, | ||
aunque en ello la vida le importara? | ||
Esta disculpa baste, ¡oh primo amado!, | ||
para templar vuestra no vista furia; | ||
que no es costumbre de mi pecho honrado | 115 |
|
hacer a nadie semejante injuria. | ||
Y más a vos, que solo habéis ganado | ||
más oro que tendrá y tiene Liguria, | ||
si es que la honra vale más que el oro | ||
que en Tíbar cierne el mal vestido moro. | 120 |
|
Dadme esa mano, ¡oh primo!, porque, en uno | ||
estas dos que imagino sin iguales, | ||
no siento yo que habrá valor alguno | ||
que de su puerta llegue a los umbrales. |
Vuelve Galalón con el emperador Carlomagno. |
Emperador | ¿Que así comenzó a hablar el importuno, | 125 |
y descubrió en el modo indicios tales, | ||
que presto de la lengua desmandada | ||
pasaría la cólera a la espada? | ||
Galalón | No los pongas en paz, porque es prudencia, | |
y en materia de estado esto se advierte, | 130 |
|
tener a tales dos en diferencia, | ||
que son ministros de tu vida y muerte; | ||
que, habiendo entre dos grandes competencia | ||
y entre dos consejeros, de tal suerte | ||
el uno y otro a sus contrarios temen, | 135 |
|
que es fuerza que en virtud ambos se estremen, | ||
por temor de las ciertas parlerías | ||
que te podrá decir aquél de aquéste; | ||
y no desprecies las razones mías, | ||
si no quieres que caro no te cueste. | 140 |
|
Emperador | No están de aquel talante que decías. | |
Di: ¿Roldán no es aquél? ¿Reinaldos, éste? | ||
En paz están, y asidos de la mano. | ||
Galalón | Señores, ¿no habéis visto a Carlomano? | |
Roldán | ¡Oh grande emperador! | |
Emperador | ¡Oh amados primos! | 145 |
¿Habéis tenido algún enojo acaso? | ||
Roldán | Sin padrinos los dos nos avenimos | |
cuando torcemos de amistad el paso. | ||
Muchas veces confieso que reñimos, | ||
mas ninguna de veras. | ||
Galalón | A hablar paso | 150 |
Reinaldos y sin cólera, no hiciera | ||
que nuestro emperador aquí viniera; | ||
que yo le truje imaginando, cierto, | ||
que estábades los dos ya en gran batalla. | ||
Malgesí | Holgáraste que el uno fuera muerto, | 155 |
y aun los dos; que este intento en ti se halla. | ||
Emperador | Tu temor ha salido en todo incierto. | |
De lo que a mí me place, es que la malla | ||
y los aceros destos dos varones | ||
requieren más honrosas ocasiones. | 160 |
|
Roldán | Reinaldos, no le tengas ojeriza | |
a Galalón, que a fe que es nuestro amigo. | ||
Malgesí | ¡Así le viese yo hecho ceniza, | |
o de la suerte que en mi mente digo! | ||
Éste es el soplo que aquel fuego atiza | 165 |
|
y enciende, por quien siempre es enemigo | ||
nuestro buen rey de nuestro buen linaje. | ||
Reinaldos | ¡Cuán sin aliento viene aqueste paje! | |
Paje | Señor, si quieres ver una ventura, | |
que en la vida se ha visto semejante, | 170 |
|
ponte a ese corredor: que te aseguro | ||
que es aventicio hermoso y elegante. | ||
Reinaldos | ¡Donoso ha estado el paje! | |
Paje | Yo lo juro | |
por vida de mi padre. Trae delante | ||
una diosa del cielo dos salvajes | 175 |
|
que sirven de escuderos y de pajes; | ||
una que debe ser su bisabuela | ||
viene detrás sobre una mula puesta. | ||
Digo que es cosa de admirar. Mas hela | ||
do asoma: ved si viene bien compuesta. | 180 |
|
Malgesí | ¿Si viene con mistura de cautela | |
tan grande novedad? | ||
Emperador | Poco te cuesta | |
saberlo si tu libro traes a mano. | ||
Malgesí | Aquí le tengo, y el saberlo es llano. |
Apártase Malgesí a un lado del teatro, saca un libro pequeño, pónese a leer en él, y luego sale una figura de demonio por lo hueco del teatro y pónese al lado de Malgesí; y han de haber comenzado a entrar por el patio Angélica la bella, sobre un palafrén, embozada y la más ricamente vestida que ser pudiere; traen la rienda dos salvaje[s], vestidos de yedra o de cáñamo teñido de verde; detrás viene una dueña sobre una mula con gual[d]ra-pa: trae delante de sí un rico cofrecillo y a una perrilla de falda; en dando una vuelta al patio, la apean los salvajes, y va donde está el emperador, el cual, como la vee, dice: |
Emperador | Digo que trae gallarda compostura | 185 |
y que es gallardo el traje y peregrino, | ||
y que si llega al brío la hermosura, | ||
que pasa de lo humano a lo divino. | ||
Malgesí | ¿Aventura es aquésta? Es desventura. | |
Emperador | ¿Qué dices, Malgesí? | |
Malgesí | No determino | 190 |
aún bien lo que es. | ||
Emperador | Pues mira más atento. | |
Malgesí | Ya procuro cumplir tu mandamiento. | |
Emperador | Salid a la escalera a recebilla, | |
y traed a la dama a mi presencia. | ||
Reinaldos | Cierto que es ésta estraña maravilla. | 195 |
Malgesí | Cierto que no yerra aquí mi ciencia. | |
Emperador | ¿Qué es eso, Malgesí? | |
Malgesí | Darás a oílla | |
gratos oídos, pero no creencia; | ||
que esta dama que ves... Aún no sé el resto; | ||
escúchala, que yo lo sabré presto. | 200 |
Entra en el teatro Angélica con los salvajes y la Dueña, acompañada de Reinaldos, Roldán y Galalón; viene Angélica embozada. |
Angélica | Prospere el alto cielo, | |
poderoso señor, tu real estado, | ||
y seas en el suelo | ||
por uno y otro siglo prolongado | ||
de tan rara ventura, | 205 |
|
que del tiempo mudable esté segura. | ||
Puesto que tu presciencia | ||
de un sí cortés me tiene asegurada, | ||
no osaré sin licencia | ||
decirte, ¡oh gran señor!, una embajada, | 210 |
|
que aumentará la fama | ||
que a tanto prez y a tanto honor te llama. | ||
Emperador | Decid lo que os pluguiere. | |
Angélica | Hizo verdad tu sí mi pensamiento. | |
Presta a lo que dijere, | 215 |
|
sagrado emperador, oído atento, | ||
y préstenmele aquéllos | ||
a quien la gola señaló sus cuellos. | ||
Soy única heredera | ||
del gran rey Galafrón, cuyo ancho imperio | 220 |
|
deste mar la ribera, | ||
ni aun casi la mitad del hemisferio, | ||
sus límites describe; | ||
que en otros mares y otros cielos vive. | ||
A su grandeza iguala | 225 |
|
su saber, en el cual tuvo noticia | ||
ser mi ventura mala, | ||
si así como el estado real codicia, | ||
a varón me entregase | ||
que en sangre y en grandeza me igualase. | 230 |
|
Halló por cierto y llano | ||
que el que venciese en singular batalla | ||
a un mi pequeño hermano | ||
que viste honrosa, aunque temprana malla, | ||
éste, cierto, sería | 235 |
|
bien de su reino y la ventura mía. | ||
Por provincias diversas | ||
he venido con él, donde he tenido | ||
ya prósperas, ya adversas | ||
venturas, y a la fin me he conducido | 240 |
|
a este reino de Francia, | ||
donde tengo por cierta mi ganancia. | ||
De Ardenia en las umbrosas | ||
selvas queda mi hermano, allí esperando | ||
quien, ya por codiciosas | 245 |
|
prendas, o esta belleza deseando, |
Desembózase. |
su fuerte brazo pruebe; | ||
y es lo que he de decir lo que hacer debe. | ||
Quien fuere derribado | ||
del golpe de la lanza, ha de ser preso, | 250 |
|
porque le está vedado | ||
poner mano a la espada; y es expreso | ||
del rey este mandato, | ||
o, por mejor decir, concierto y pacto. | ||
Y si tocare el suelo | 255 |
|
mi hermano, quedará quien le venciere | ||
levantado a mi cielo, | ||
o noble sea, o sea el que se fuere, | ||
y no de otra manera. | ||
Malgesí | ¡Qué bien que lo relata la hechicera! | 260 |
Angélica | ¡Ea, pues, caballeros!, | |
quien reinos apetece y gentileza, | ||
aprestad los aceros, | ||
que a poco precio venden la belleza | ||
que veis, venid en vuelo. | 265 |
|
Roldán | ¡Por Dios, que encanta! | |
Reinaldos | Admira, ¡vive el cielo! | |
Angélica | Ya te he dicho mi intento. | |
Conviéneme que dé la vuelta luego. |
Éntrase la Sombra. |
Emperador | Deteneos un momento, | |
si es que puede con vos mi mando o ruego, | 270 |
|
porque seáis servida | ||
según vuestra grandeza conocida. | ||
Angélica | Lo imposible me pides; | |
dame licencia y queda en paz. | ||
Emperador | Pues veo | |
que a tu gusto te mides, | 275 |
|
en buen hora te vuelve, y el deseo | ||
de servirte recibe. | ||
Malgesí | ¡El mismo engaño en esta falsa vive! |
Vase Angélica y su compañía. |
Reinaldos | ¿Para qué vas tras ella, | |
Roldán? | ||
Roldán | Son escusadas tus demandas. | 280 |
Reinaldos | Yo solo he de ir con ella. | |
Roldán | ¡Qué impertinente y qué soberbio andas! | |
Reinaldos | ¡Detente, no la sigas! | |
Roldán | Reinaldos, bueno está; no me persigas. | |
Malgesí | Deténlos, no los dejes; | 285 |
haz, señor, que se prenda aquella maga. | ||
Reinaldos | Como de aquí te alejes, | |
daréte de tu intento justa paga. | ||
Emperador | ¿Qué desvergüenza es ésta? | |
Malgesí | Manda prender aquella deshonesta, | 290 |
que será, a lo que veo, | ||
la ruina de Francia en cierto modo. | ||
Roldán | Cumpliré mi deseo | |
a tu pesar, y aun al del mundo todo. | ||
Reinaldos | Camina, pues, y guarte. | 295 |
Emperador | Acaba, Malgesí, de declararte. | |
Malgesí | Ésta que has visto es hija | |
del Galafrón, cual dijo; mas su intento, | ||
que el cielo le corrija, | ||
es diferente del fingido cuento, | 300 |
|
porque su padre ordena | ||
tener tus Doce Pares en cadena; | ||
y, si los prende, piensa | ||
venir sobre tu reino y conquistalle; | ||
y trázase esta ofensa | 305 |
|
con enviar su hijo y adornalle | ||
con una hermosa lanza, | ||
con que de todos la vitoria alcanza. | ||
La lanza es encantada, | ||
y tiene tal virtud, que, aquel que toca, | 310 |
|
le atierra, y es dorada; | ||
por eso pide aquella infame y loca | ||
que la espada no prueben | ||
los que a la empresa con valor se atreven. | ||
Por añagaza pone | 315 |
|
aquella incomparable hermosura, | ||
que el corazón dispone | ||
aun de la más cobarde criatura | ||
para que el hecho intente, | ||
do, aunque se pierda, nunca se arrepiente. | 320 |
|
Serán tus Doce Pares | ||
presos si no lo estorbas, señor mío, | ||
y otros muchos millares | ||
de los tuyos que tienen fuerza y brío | ||
para mayores cosas. | 325 |
|
Emperador | Las que has contado son bien espantosas; | |
mas no sé remediallas, | ||
y es porque no las creo. A ti te queda | ||
creellas y estorballas. | ||
Malgesí | Haré cuanto mi industria y ciencia pueda. | 330 |
Galalón | No son muy verdaderos, | |
a decirte verdad, tus consejeros. |
Éntrase el Emperador y Galalón. |
Malgesí | Mi hermano va enojado | |
con Roldán; estorbar quiero su daño. | ||
En laberinto he entrado | 335 |
|
que apenas saldré dél. ¡Oh ciego engaño, | ||
oh fuerza poderosa | ||
de la mujer que es, sobre falsa, hermosa! |
Éntrase Malgesí, y entra Bernardo del Carpio, armado, y tráele la celada un Vizcaíno, su escudero, con botas y fieltro y su espada. |
Bernardo | Aquí, fuera de camino, | |
podré reposar un poco. | 340 |
|
Vizcaíno | Señor sabio, que estás loco, | |
tino vuelves desatino. | ||
Vizcaíno que escudero | ||
llevas contigo, te avisa | ||
camines no tanta prisa, | 345 |
|
paso lleves de arriero. | ||
Tierra buscas, tierra dejas, | ||
tanta parece hazaña, | ||
pues, metiendo en tierra estraña, | ||
por Dios, de propria te alejas. | 350 |
|
Bien que en España hay que hacer; | ||
moros tienes en fronteras, | ||
tambores, pitos, banderas | ||
hay allá; ya puedes ver. | ||
Bernardo | ¿Ya no te he dicho el intento | 355 |
que a esta tierra me ha traído? | ||
Vizcaíno | Curioso mucho atrevido | |
goza nunca pensamiento. | ||
Bien podrás, bien podrás, | ||
dejar mala tanto hazaña; | 360 |
|
a las de guerra y España | ||
llama. | ||
Bernardo | Ya te entiendo, Blas. | |
Vizcaíno | Bien es que sepas de yo | |
buenos que consejos doy; | ||
que, por Juan Gaicoa, soy | 365 |
|
vizcaíno; burro, no. | ||
Señor, mira, si es que ver | ||
poder quieres del francés, | ||
camino aqueste no es | ||
derecho; puedes volver. | 370 |
|
Bernardo | Dicen que estas selvas son | |
donde se hallan de contino, | ||
por cualquier senda o camino, | ||
venturas de admiración, | ||
y que en la mitad o al fin, | 375 |
|
o al principio, o no sé dónde, | ||
entre unos bosques se esconde | ||
el gran padrón de Merlín, | ||
aquel grande encantador, | ||
que fue su padre el demonio. | 380 |
|
Vizcaíno | Echado está testimonio, | |
y levántanle, señor. | ||
Bernardo | Hele de buscar y hallar, | |
si mil veces rodease | ||
estas selvas. | ||
Vizcaíno | Tiempo vase; | 385 |
duerme, o vuelve a caminar. | ||
Bernardo | Vuelve, y ve si Ferraguto | |
viene, que se quedó atrás, | ||
y a do quedo le dirás. | ||
Vizcaíno | Escudero siempre puto. | 390 |
Bernardo | Dura y detestable guerra, | |
por sólo aquesto eres buena: | ||
que en pluma vuelves la arena, | ||
y en blanda cama la tierra. | ||
Tú ofreces, doquier que estás, | 395 |
|
anchos y estendidos lechos, | ||
si no es que hay campos estrechos | ||
por donde los pasos das. | ||
Eres un cierto beleño | ||
que, entre cuidados y enojos, | 400 |
|
ofreces siempre a los ojos | ||
blando, aunque forzoso sueño. | ||
Eres de su calidad, | ||
según muestra la experiencia, | ||
madre de la diligencia, | 405 |
|
madrastra de ociosidad. | ||
Venid acá vos, cimera, | ||
rica y estremada pieza, | ||
y, pues sois de la cabeza, | ||
servidme de cabecera, | 410 |
|
que ya el sueño de rondón | ||
va ocupando mis sentidos. | ||
¡Bien dicen que los dormidos | ||
imagen de muerte son! |
Échase a dormir Bernardo junto al padrón de Merlín, que ha de ser un mármol jaspeado, que se pueda abrir y cerrar, y a este instante parece encima de la montaña el mancebo Argalia, hermano de Angélica la bella, armado y con una lanza dorada. |
Argalia | Mucha tierra se descubre | 415 |
de encima desta montaña: | ||
de aquesta parte es campaña, | ||
de estotra el bosque la cubre; | ||
allí el camino blanquea, | ||
y hasta París va derecho. | 420 |
|
¡Si mi hermana hubiese hecho | ||
el gran caso que desea! | ||
Mas, si no me miente acaso | ||
la vista, aquélla es, sin duda, | ||
que el camino trueca y muda, | 425 |
|
y hacia aquí endereza el paso. | ||
Los palafrenes envía | ||
por el camino real. | ||
En cuanto hace, no hace mal; | ||
recebirla es cortesía. | 430 |
Éntrase Argalia y sale Angélica con los salvajes y la dueña. |
Angélica | Cierto que es ésta la senda, | |
o no acierto bien las señas, | ||
y a la vuelta destas peñas | ||
sin duda está nuestra tienda. | ||
Dueña | ¿Cuándo, señora, veremos | 435 |
el fin de nuestros caminos? | ||
¿Cuándo destos desatinos | ||
a buen acuerdo saldremos? | ||
¿Cuándo me veré, ¡ay de mí!, | ||
con mi almohadilla, sentada | 440 |
|
en estrado y descansada, | ||
como algún tiempo me vi? | ||
¿Cuándo dejaré de andar, | ||
cuando el sol salga o tramonte, | ||
deste monte en aquel monte, | 445 |
|
de un lugar a otro lugar? | ||
¿Cuándo de mis redomillas | ||
veré los blancos afeites, | ||
las unturas, los aceites, | ||
las adobadas pasillas? | 450 |
|
¿Cuándo me daré un buen rato | ||
en reposo y sin sospecha? | ||
Que traigo esta cara hecha | ||
una suela de zapato. | ||
Los crudos aires de Francia | 455 |
|
me tienen de aqueste modo. | ||
Angélica | Calla, que bien se hará todo. | |
Dueña | No te arriendo la ganancia; | |
que según yo vi el denuedo | ||
de aquellos dos paladines, | 460 |
|
de tus caminos y fines | ||
esperar buen fin no puedo. | ||
Angélica | No atinas con la verdad; | |
calla, que mi hermano viene. |
Entra Argalia. |
Argalia | ¡Oh rico archivo, do tiene | 465 |
sus tesoros la beldad! | ||
¿Cómo vienes, y en qué modo | ||
has salido con tu intento? | ||
Angélica | Midióse a mi pensamiento | |
la ventura casi en todo. | 470 |
|
Vámonos al pabellón, | ||
que allí, de espacio y sentada, | ||
contaré de mi embajada | ||
el principio y conclusión. | ||
Argalia | Bien dices, hermana; ven, | 475 |
que bien cerca de aquí está. | ||
Dueña | La triste que cual yo va, | |
yo sé que no va muy bien; | ||
que de la madre me aprieta | ||
un gran dolor en verdad. | 480 |
|
Todo aquesto es frialdad | ||
deste andar a la jineta. |
Éntranse todos, sino es Bernardo, que aún duerme; suene música de flautas tristes; despierta Bernardo, ábrese el padrón, pare una figura de muerto, y dice: |
Espíritu | Valeroso español, cuyo alto intento | |
de tu patria y amigos te destierra, | ||
vuelve a tu amado padre el pensamiento, | 485 |
|
a quien larga prisión y escura encierra. | ||
A tal hazaña es gran razón que atento | ||
estés, y no en buscar inútil guerra | ||
por tan remotas partes y escusadas, | ||
adonde son las dichas desdichadas. | 490 |
|
Tiempo vendrá que del francés valiente, | ||
al margen de los montes Pireneos, | ||
bajes la altiva y generosa frente | ||
y goces de honrosísimos trofeos. | ||
Sigue de tu ventura la corriente, | 495 |
|
que iguala al gran valor de tus deseos; | ||
verás como te sube tu fortuna | ||
sobre la faz convexa de la luna. | ||
Por ti tu patria se verá en sosiego, | ||
libre de ajeno mando y señorío; | 500 |
|
tú serás agua al encendido fuego | ||
que arde en el pecho que de casto es frío. | ||
Deja estas selvas, do caminas ciego, | ||
llevado de un curioso desvarío. | ||
Vuelve, vuelve, Bernardo, a do te llama | 505 |
|
un inmortal renombre y clara fama. | ||
De Merlín el espíritu encantado | ||
soy, que aquí yago en esta selva obscura, | ||
del cielo para bien y mal guardado, | ||
aunque en mis males siempre se conjura; | 510 |
|
y no seré deste lugar llevado | ||
a la negra región do el llanto dura, | ||
hasta que crucen estas selvas fieras | ||
muchas y cristianísimas banderas. | ||
Mil cosas se me quedan por contarte, | 515 |
|
que otra vez te diré, porque ahora importa | ||
detrás de aquestas ramas ocultarte, | ||
donde será tu estada breve y corta. | ||
A dos, que cada cual por sí es un Marte, | ||
pondrás en paz, o mostrarás que corta | 520 |
|
tu espada. Y, sin hablar, haz lo que digo, | ||
y entiende que te soy y seré amigo. |
Ciérrase el padrón, éntrase en él Bernardo sin hablar palabra, y luego sale Reinaldos. |
Reinaldos | En vano mis pasos muevo | |
pues, entre estas flores tantas | ||
no hay señales de las plantas | 525 |
|
que por guía y norte llevo. | ||
Que si aquí hubieran pisado, | ||
claro estaba que este suelo | ||
fuera un traslado del cielo, | ||
de varias lumbres pintado. | 530 |
|
¿Qué flor tocará la bella | ||
planta, a mí tan dulce y cara, | ||
que luego no se tornara, | ||
o ya en sol, o en clara estrella? | ||
Lejos estoy del camino | 535 |
|
que a do está mi cielo guía, | ||
pues este suelo no envía, | ||
o luz clara, o olor divino. | ||
Mas ya no tendré pereza | ||
en buscar este sol bello, | 540 |
|
pues me han de guiar a vello | ||
ya su luz, ya su belleza. | ||
Pero, ¿qué es esto, que el sueño | ||
así me acosa y aprieta? | ||
¡Oh fuerza libre, sujeta | 545 |
|
a fuerzas de tan vil dueño! | ||
Aquí me habré de acostar, | ||
al pie deste risco yerto, | ||
haciendo imagen de un muerto, | ||
pues estoy para espirar. | 550 |
Recuéstase Reinaldos, pone el escudo por cabecera, y entra luego Roldán embrazado de el suyo. |
Roldán | ¡Tantas vueltas sin provecho! | |
¿Dónde, ¡oh sol!, te tramontaste | ||
después que tu luz dejaste | ||
en lo mejor de mi pecho? | ||
Descúbrete, sol hermoso, | 555 |
|
que voy buscando tu lumbre | ||
por el llano y por la cumbre, | ||
desalentado y ansioso. | ||
¡Oh, Angélica, luz divina | ||
de mi humana ceguedad, | 560 |
|
norte cuya claridad | ||
a nuevo ser me encamina! | ||
¿Cuándo te verán mis ojos, | ||
o cuándo, si no he de verte, | ||
vendrá la espantosa muerte | 565 |
|
a triunfar de mis despojos? | ||
Mas, ¿quién es este holgazán | ||
que duerme con tal remanso? | ||
No hay quien no viva en descanso | ||
sino el mísero Roldán. | 570 |
|
¿Qué es esto? Reinaldos es | ||
el que yace aquí dormido. | ||
¡Oh primo, al mundo nacido | ||
para grillos de mis pies, | ||
para esposas de mis manos, | 575 |
|
para infierno de mis glorias, | ||
para opuesto a mis vitorias, | ||
para hacer mis triunfos vanos, | ||
para acíbar de mi gusto! | ||
Mas yo haré que no lo seas: | 580 |
|
sin que el mundo ni tú veas | ||
que paso el término justo, | ||
quitarte quiero la vida. | ||
Mas, ¡ay, Roldán! ¿Cómo es esto? | ||
¿Ansí os arrojáis tan presto | 585 |
|
a ser traidor y homicida? | ||
¿Qué decís, mal pensamiento? | ||
¿Decísme que es mi rival, | ||
y que consiste en su mal | ||
todo el bien de mi tormento? | 590 |
|
Sí decís; mas yo sé, al fin, | ||
que el que es buen enamorado | ||
tiene más de pecho honrado | ||
que de traidor y de ruin. | ||
Yo fui Roldán sin amor, | 595 |
|
y seré Roldán con él, | ||
en todo tiempo fïel, | ||
pues en todo busco honor. | ||
Duerme, pues, primo, en sazón; | ||
que arrimo te sea mi escudo; | 600 |
|
que, aunque amor vencerme pudo, | ||
no me vence la traición. | ||
El tuyo quiero tomar, | ||
porque adviertas, si despiertas, | ||
que amistades que son ciertas | 605 |
|
nadie las puede turbar. |
Échase Roldán junto a Reinaldos y pone a su cabecera el escudo de Reinaldos, y luego despierta Reinaldos. |
Reinaldos | ¡Angélica! ¡Oh estraña vista! | |
¿No es Roldán este que veo, | ||
y el que del bien que deseo | ||
procura hacer la conquista? | 610 |
|
Él es; pero, ¿quién me puso | ||
su escudo para mi arrimo? | ||
Tu cortés bondad, ¡oh primo!, | ||
sin duda que esto dispuso. | ||
Bien me pudieras matar, | 615 |
|
pues durmiendo me hallaste, | ||
por quitar aquel contraste | ||
que en mi vida has de hallar; | ||
empero tu cortesía | ||
más que amor pudo en tu pecho, | 620 |
|
por la costumbre que has hecho | ||
de hacer actos de hidalguía. | ||
Mas, ¿si fue por menosprecio | ||
el dejarme con la vida? | ||
No, por ser cosa sabida | 625 |
|
que yo soy hombre de precio; | ||
y tú mismo lo has probado | ||
una y otra vez y ciento. | ||
No atino cuál pensamiento | ||
tenga por más acertado: | 630 |
|
si me deja de arrogante, | ||
o si fue por amistad; | ||
que tal vez la deslealtad | ||
vive en el celoso amante. | ||
¡Oh¡ Si aquéste me dejase | 635 |
|
señero en mi pretensión, | ||
con el alma y corazón, | ||
¡vive Dios!, que le adorase; | ||
pero si no, no imagines, | ||
primo, que por tu bondad | 640 |
|
dejará mi voluntad | ||
de seguir sus dulces fines. | ||
Y de aquesta intención mía | ||
no me debes de culpar, | ||
porque el amor y el reinar | 645 |
|
nunca admiten compañía. | ||
Seguramente a mi lado | ||
pudiste echarte a dormir, | ||
pues no se puede herir | ||
un hombre que es encantado; | 650 |
|
y así, la ocasión quitaste | ||
que tu sueño me ofrecía, | ||
para usar la cortesía | ||
de que tú conmigo usaste. | ||
Pero, despierto, veremos | 655 |
|
tu intención a dó se inclina; | ||
y si donde yo camina, | ||
pondré medio en sus estremos. | ||
Irá el parentesco afuera, | ||
la cortesía a una parte, | 660 |
|
si bajase el mismo Marte | ||
a impedirlo de su esfera. | ||
¡Ah, Roldán¡ ¡Roldán, despierta!, | ||
que es gran descuido el que tienes, | ||
y más si, por dicha, vienes | 665 |
|
donde mi sospecha acierta. | ||
Toma tu escudo, y el mío | ||
me vuelve. ¡Despierta agora! | ||
[Roldan] | [Soñando.] ¡Ay, Angélica, señora | |
de mi vida y mi albedrío! | 670 |
|
¿A dó se esconde tu faz | ||
que todo mi bien encierra? | ||
Reinaldos | Declarada es nuestra guerra, | |
y perdida nuestra paz. | ||
¡Roldán, acaba, levanta; | 675 |
|
destroquemos los escudos! | ||
[Roldan] | [Soñando.] ¡Con qué dulces, ciegos nudos | |
me añudaste la garganta; | ||
la voluntad decir quiero, | ||
y el alma que te entregué! | 680 |
|
Reinaldos | ¡Si no despiertas, a fe | |
que te despierte este acero, | ||
y aun te mate, pues me matas, | ||
ahora duermas, ahora veles! | ||
Estos intentos crueles | 685 |
|
nacen de entrañas ingratas. | ||
Estoy por dejar de ser | ||
quien soy. ¡Acudid al punto, | ||
respetos, que está difunto | ||
mi acertado proceder! | 690 |
|
¡Ansias que me consumís, | ||
sospechas que me cansáis, | ||
recelos que me acabáis, | ||
celos que me pervertís! |
Roldán despierta. |
Roldán | Reinaldos, ¿qué quies hacer? | 695 |
Reinaldos | ¡Deshacerme, o deshacerte! | |
Roldán | ¿Quieres, primo, darme muerte? | |
Reinaldos | Tu vida está en mi querer. | |
Roldán | ¿Cómo en mi querer? | |
Reinaldos | Dirélo: | |
no más de en querer decirme | 700 |
|
si vienes a perseguirme | ||
en la busca de mi cielo; | ||
si es tu venida a buscar | ||
a Angélica. ¿No me entiendes? | ||
Roldán | ¿De saber lo que pretendes...? | 705 |
Reinaldos | ¡Acabarte, o acabar! | |
Roldán | ¿Tanto el vivir te embaraza, | |
que tras tu muerte caminas? | ||
Reinaldos | Profeta falso, adivinas | |
el mal que así te amenaza. | 710 |
|
Roldán | Contigo las cortesías | |
siempre fueron por demás. | ||
Reinaldos | Dame mi escudo, y verás | |
como siempre desvarías. | ||
Si a París no te vuelves, | 715 |
|
verás también en un punto | ||
tu culpa y castigo junto. | ||
Roldán | ¡Fácilmente te resuelves! | |
Ni a París he de volver, | ||
ni a Angélica he de dejar. | 720 |
|
Mira qué quieres. | ||
Reinaldos | Cortar | |
tu insolente proceder. | ||
¡Desharéte entre mis brazos, | ||
aunque seas encantado! | ||
Roldán | ¡Eres villano atestado, | 725 |
y quieres luchar a brazos! | ||
Reinaldos | ¡Mientes! Y ven con la espada, | |
que, aunque seas de diamante, | ||
verás, infame arrogante, | ||
mi verdad averiguada! | 730 |
Vanse a herir con las espadas; salen del hueco del teatro llamas de fuego, que no los deja llegar. |
Roldán | Bien sé que anda por aquí, | |
temeroso de tu muerte, | ||
mas no ha de poder valerte, | ||
tu hechicero Malgesí; | ||
que pasaré de Aqueronte | 735 |
|
la barca por castigarte. | ||
Reinaldos | Yo pondré por alcanzarte | |
un monte sobre otro monte; | ||
arrojaréme en el fuego, | ||
como ves que aquí lo hago. | 740 |
|
Roldán | No te deja dar tu pago | |
tu hermano. | ||
Reinaldos | ¡Pues dél reniego! |
Dice el espíritu de Merlín: |
Espíritu | Fuerte Bernardo, sal fuera, |
y a los dos en paz pondrás. |
Sale Bernardo. |
Bernardo | ¡Caballeros, no haya más! | 745 |
¡Guerreros fuertes, afuera! | ||
Reinaldos | ¿Hate el cielo aquí llovido? | |
¿Qué quieres, o qué nos mandas? | ||
Bernardo | Son tan justas mis demandas, | |
que he de ser obedecido. | 750 |
|
Y es que dejéis la dudosa | ||
lid de tan esquivo trance. | ||
Reinaldos | Tú has echado muy buen lance, | |
y la demanda es donosa. | ||
¿Eres español, a dicha? | 755 |
|
Bernardo | Por dicha, soy español. | |
Reinaldos | Vete, porque sólo el sol | |
ha de ver nuestra desdicha; | ||
que no queremos testigos | ||
más que el sol en la lid nuestra. | 760 |
|
Bernardo | No me he de ir sin que la diestra | |
os déis de buenos amigos. | ||
Roldán | ¡Pesado estás! | |
Bernardo | Más pesados | |
estáis los dos, si advertís. | ||
Reinaldos | Español, ¿cómo no os is? | 765 |
Bernardo | Por corteses o rogados, | |
vuestra quistión, por ahora, | ||
no ha de pasar adelante. | ||
Roldán | Yo soy el señor de Aglante. | |
Reinaldos | Yo, Reinaldos. | |
Bernardo | Sea en buen hora; | 770 |
que ser quien sois os obliga | ||
a conceder con mi ruego. | ||
Roldán | Esa razón no la niego. | |
Reinaldos | Este español me atosiga; | |
que siempre aquesta nación | 775 |
|
fue arrogante y porfiada. | ||
Roldán | Señor, pues que no os va nada, | |
no impidáis nuestra quistión; | ||
dejadnos llevar al fin | ||
nuestro deseo, que es justo. | 780 |
|
Bernardo | Aquése fuera mi gusto, | |
a serlo así el de Merlín. | ||
Roldán | ¡Oh cuerpo de San Dionís, | |
con el español marrano! | ||
Bernardo | ¡Mientes, infame villano! | 785 |
Reinaldos | A plomo cayó el mentís. | |
¡Afuera, Roldán, no más! | ||
Roldán | ¡Deja, que me abraso en ira! | |
¿Qué es esto? ¿Quién me retira? | ||
¿El pie de Roldán atrás? | 790 |
|
¿Roldán el pie atrás? ¿Qué es esto? | ||
¡Ni huyo, ni me retiro! | ||
Reinaldos | De Merlín es este tiro. | |
Bernardo | Pues yo haré que huyáis presto. |
Vase retirando Roldán hacia atrás, y sube por la montaña como por fuerza de oculta virtud. |
Reinaldos | ¡Por cierto, a gentiles manos | 795 |
te ha traído tu fortuna! | ||
Bernardo | Manos, yo no veo ninguna; | |
pies, sí, ligeros y sanos, | ||
y que os importa tenellos | ||
para huir de mi presencia. | 800 |
|
Reinaldos | ¡Sin igual es tu insolencia! |
Marfisa | ¿Si se combaten aquéllos? | |
Si hacen, ponerlos quiero | ||
en paz, si fuere posible. | ||
¡Oh, qué montaña terrible! | 805 |
|
Subir por ella no espero, | ||
ni podré a caballo ir, | ||
aunque le vuelva a tomar; | ||
mas, con todo, he de probar | ||
el trabajo del subir. | 810 |
|
Bien se queda en la espesura | ||
mi caballo hasta que vuelva; | ||
nunca falta en esta selva | ||
o buena o mala ventura. |
Sube Marfisa por la montaña, y vuelven a salir al teatro, riñendo, Roldán, Bernardo y Reinaldos. |
Roldán | No sé yo cómo sea | 815 |
que contra ti no tengo alguna saña, | ||
ni puedo en tal pelea | ||
mover la espada. ¡Cosa es ésta estraña! | ||
Bernardo | La razón que me ayuda | |
pone tus fuerzas y tu esfuerzo en duda. | 820 |
|
Reinaldos | De Merlín es el hecho, | |
que no hay razón que valga con su encanto; | ||
que, aunque fuera su pecho | ||
león en furia y en dureza un canto, | ||
si hechiceros no hubiera, | 825 |
|
nunca mi primo atrás el pie volviera. |
Entra Angélica, llorando, y con ella el Vizcaíno, escudero de Bernardo. |
Vizcaíno | ¡Pardiós, echóte al río! | |
¡Tienes Granada, bravo Ferraguto! | ||
Angélica | ¡Ay, triste hermano mío! | |
Roldán | ¿Por qué ese cielo al suelo da tributo | 830 |
de lágrimas tan bellas, | ||
si el mismo cielo se le debe a ellas? | ||
Angélica | Un español ha muerto | |
a mi querido hermano; y es un moro | ||
que no guardó el concierto | 835 |
|
debido a la milicia y su decoro, | ||
y arrojóle en un río. | ||
Roldán | ¿Quién es el moro? | |
Bernardo | Es un amigo mío. | |
Roldán | ¿Amigo tuyo? ¡Oh perro, | |
tú llevarás de su maldad la pena! | 840 |
|
Reinaldos | Roldán, no hagas tal yerro; | |
deja a mí el castigo. | ||
Angélica | Aquí se ordena | |
mi muerte, y más desdicha | ||
si de los dos me coge alguno, a dicha. | ||
A esta selva escura | 845 |
|
quiero entregar ya mis ligeras plantas, | ||
mi guarda y mi ventura. | ||
Bernardo | ¿Cómo, Reinaldos, di, no te adelantas | |
a herirme con tu primo? | ||
Por la honra, la vida en poco estimo. | 850 |
Sale Marfisa, poniendo paz y poniendo mano a la espada; éntrase huyendo Angélica. |
Marfisa | ¿Qué es esto? ¡Afuera, afuera; | |
afuera, caballeros!, que os lo pide | ||
quien mandarlo pudiera; | ||
que, si no es que mi luz la vista impide, | ||
mirando esta divisa, | 855 |
|
veréis que soy la sin igual Marfisa. | ||
Vizcaíno | La puta, la doncella, | |
se es ida. | ||
Roldán | ¡Oh nunca vista desventura!; | |
forzoso he de ir tras ella. | ||
Reinaldos | Yo sí; tú no. | |
Roldán | ¡Notable es tu locura! | 860 |
Reinaldos | No muevas de aquí el paso. | |
Roldán | No hago yo de tus locuras caso. | |
Reinaldos | ¡Por Dios que, si te mueves, | |
que te haga pedazos al instante! | ||
Roldán | ¿Que a estorbarme te atreves, | 865 |
fanfarrón, pordiosero y arrogante? | ||
¿Cómo te estás tan quedo? | ||
¡Que no me tenga este cobarde miedo! |
Entrase Roldán. |
Vizcaíno | Señor, déjale vaya; | |
que pues no por allí, que por la senda | 870 |
|
quedan arriz, en playa | ||
poned a la dama. | ||
Marfisa | ¿Por qué fue la contienda? | |
Bernardo | Por celos sé que ha sido. | |
Dime: ¿Ferraguto quedó herido? | ||
Vizcaíno | Bueno, puto, y qué sano. | 875 |
Bernardo | ¿Con quién tuvo batalla? | |
Vizcaíno | ¿Ya no oíste? | |
Batalla con hermano | ||
de bella huidora, y pobre, y muerto, y triste, | ||
de moro enojo, brío | ||
teniendo, dio con él todo en el río, | 880 |
|
y queda aquí aguardando | ||
espaldas de montaña. | ||
Marfisa | Iréte acompañando, | |
que quiero saber más de tu hazaña; | ||
que descubro en ti muestras | 885 |
|
que muestran que eres más de lo que muestras. | ||
Y advierte que contigo | ||
llevas a la sin par sola Marfisa, | ||
que, en señas y testigo | ||
que es única en el mundo, la divisa | 890 |
|
trae de aquella ave nueva | ||
que en el fuego la vida se renueva. | ||
[Bernardo] | Haréte compañía | |
subas al cielo o bajes al abismo. | ||
Marfisa | Tan grande cortesía | 895 |
no puede parecer sino a ti mismo, | ||
y, usando deste gusto, | ||
yo he de seguir el tuyo, que es muy justo. |