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ENTREMES: DE LA ELECCIÓN DE LOS ALCALDES DE DAGANZO

  Salen el bachiller Pesuña; Pedro Estornudo, escribano; Panduro, regidor, y Alonso Algarroba, regidor.

 

Panduro Rellánense; que todo saldrá a cuajo,  
  si es que lo quiere el cielo benditísimo.  
Algarroba Mas echémoslo a doce, y no se venda.  
[Panduro] Paz, que no será mucho que salgamos  
  bien del negocio, si lo quiere el cielo.

5

[Algarroba] Que quiera, o que no quiera, es lo que importa...  
Panduro ¡Algarroba, la luenga se os deslicia!  
  Habrad acomedido y de buen rejo,  
  que no me suenan bien esas palabras:  
  "quiera o no quiera el cielo", por San Junco,

10

  que, como presomís de resabido,  
  os arrojáis a trochemoche en todo.  
Algarroba Cristiano viejo soy a todo ru[e]do,  
  y creo en Dios a pies jontillas.  
Bachiller Bueno;  
  no hay más que desear.  
Algarroba Y si, por suerte,

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  hablé mal, yo confieso que soy ganso,  
  y doy lo dicho por no dicho.  
Estornudo Basta;  
  no quiere Dios, del pecador más malo,  
  sino que viva y se arrepienta.  
Algarroba Digo  
  que vivo y me arrepiento, y que conozco

20

  que el cielo puede hacer lo que él quisiere,  
  sin que nadie le pueda ir a la mano,  
  especial cuando llueve.  
Panduro De las nubes,  
  Algarroba, cae el agua, no del cielo.  
Algarroba ¡Cuerpo del mundo! Si es que aquí venimos

25

  a reprochar los unos a los otros,  
  díganmoslo; que a fe que no le falten  
  reproches a Algarroba a cada paso.  
Bachiller Redeamus ad rem, señor Panduro  
  y señor Algarroba; no se pase

30

  el tiempo en niñerías escusadas.  
  ¿Juntámonos aquí para disputas  
  impertinentes? ¡Bravo caso es éste,  
  que siempre que Panduro y Algarroba  
  están juntos, al punto se levantan

35

  entre ellos mil borrascas y tormentas  
  de mil contraditorias intenciones!  
Estornudo El señor bachiller Pesuña tiene  
  demasiada razón: véngase al punto,  
  y mírese qué alcaldes nombraremos

40

  para el año que viene, que sean tales,  
  que no los pueda calumniar Toledo,  
  sino que los confirme y dé por buenos,  
  pues para esto ha sido nuestra junta.  
Panduro De las varas hay cuatro pretensores:

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  Juan Berrocal, Francisco de Humillos,  
  Miguel Jarrete y Pedro de la Rana;  
  hombres todos de chapa y de caletre,  
  que pueden gobernar, no que a Daganzo,  
  sino a la misma Roma.  
Algarroba A Romanillos.

50

Estornudo ¿Hay otro apuntamiento? ¡Por San Pito,  
  que me salga del corro!  
Algarroba Bien parece  
  que se llama Estornudo el escribano,  
  que así se le encarama y sube el humo.  
  Sosiéguese, que yo no diré nada.

55

Panduro ¿Hallarse han, por ventura, en todo el sorbe...?  
Algarroba ¿Qué es sorbe, sorbe-huevos? Orbe diga  
  el discreto Panduro, y serle ha sano.  
Panduro Digo que en todo el mundo no es posible  
  que se hallen cuatro ingenios como aquestos

60

  de nuestros pretensores.  
Algarroba Por lo menos,  
  yo sé que Berrocal tiene el más lindo  
  distinto.  
Estornudo ¿Para qué?  
Algarroba Para ser sacre  
  en esto de mojón y catavinos.  
  En mi casa probó los días pasados

65

  una tinaja, y dijo que sabía  
  el claro vino a palo, a cuero y hierro;  
  acabó la tinaja su camino,  
  y hallóse en el asiento della un palo  
  pequeño, y dél prendía una correa

70

 

  de cordobán y una pequeña llave.  
Estornudo ¡Oh rara habilidad! ¡Oh raro ingenio!  
  Bien puede gobernar, el que tal sabe,  
  a Alanís y a Cazalla, y aun a Esquivias.  
Algarroba Miguel Jarrete es águila.  
Bachiller ¿En qué modo?

75

Algarroba En tirar con un arco de bodoques.  
Bachiller ¿Que tan certero es?  
Algarroba Es de manera  
  que, si no fuese porque los más tiros  
  se da en la mano izquierda, no habría pájaro  
  en todo este contorno.  
Bachiller ¡Para alcalde

80

  es rara habilidad, y necesaria!  
Algarroba ¿Qué diré de Francisco de Humillos?  
  Un zapato remienda como un sastre.  
  Pues, ¿Pedro de la Rana? No hay memoria  
  que a la suya se iguale; en ella tiene

85

  del antiguo y famoso Perro de Alba  
  todas las coplas, sin que letra falte.  
Panduro Éste lleva mi voto.  
Estornudo Y aun el mío.  
Algarroba A Berrocal me atengo.  
Bachiller Yo a ninguno,  
  si es que no dan más pruebas de su ingenio

90

  a la jurisprudencia encaminadas.  
Algarroba Yo daré un buen remedio, y es aquéste:  
  hagan entrar los cuatro pretendientes,  
  y el señor bachiller Pesuña puede  
  examinarlos, pues del arte sabe,

95

  y, conforme a su ciencia, así veremos  
  quién podrá ser nombrado para el cargo.  
Escribano ¡Vive Dios, que es rarísima advertencia!  
Panduro Aviso es que podrá servir de arbitrio  
  para Su Jamestad; que, como en Corte

100

  hay potra-médicos, haya potra-alcaldes.  
Algarroba Prota, señor Panduro; que no potra.  
Panduro Como vos no hay friscal en todo el mundo.  
Algarroba ¡Fiscal, pese a mis males!  
Escribano ¡Por Dios santo,  
  que es Algarroba impertinente!  
Algarroba Digo

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  que, pues se hace examen de barberos,  
  de herradores, de sastres, y se hace  
  de cirujanos y otras zarandajas,  
  también se examinasen para alcaldes;  
  y, al que se hallase suficiente y hábil

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  para tal menester, que se le diese  
  carta de examen, con la cual podría  
  el tal examinado remediarse;  
  porque, de lata en una blanca caja  
  la carta acomodando merecida,

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  a tal pueblo podrá llegar el pobre,  
  que le pesen a oro; que hay hogaño  
  carestía de alcaldes de caletre  
  en lugares pequeños casi siempre.  
Bachiller Ello está muy bien dicho y bien pensado:

120

  llamen a Berrocal; entre, y veamos  
  dónde llega la raya de su ingenio.  
Algarroba Humillos, Rana, Berrocal, Jarrete,  
  los cuatro pretensores, se han entrado;  

 

  Entran estos cuatro labradores.

 

  ya los tienes presentes.  
Bachiller Bien venidos

125

  sean vuesas mercedes.  
Berrocal Bien hallados  
  vuesas mercedes sean.  
Panduro Acomódense,  
  que asientos sobran.  
Humillos ¡Siéntome, y me siento!  
Jarrete Todos nos sentaremos, Dios loado.  
Rana ¿De qué os sentís, Humillos?  
Humillos De que vaya

130

  tan a la larga nuestro nombramiento.  
  ¿Hémoslo de comprar a gallipavos,  
  a cántaros de arrope y a abiervadas,  
  y botas de lo añejo tan crecidas,  
  que se arremetan a ser cueros? Díganlo,

135

  y pondráse remedio y diligencia.  
Bachiller No hay sobornos aquí; todos estamos  
  de un común parecer, y es que el que fuere  
  más hábil para alcalde, ése se tenga  
  por escogido y por llamado.  
Rana Bueno;

140

  yo me contento.  
Berrocal Y yo.  
Bachiller Mucho en buen hora.  
Humillos También yo me contento.  
Jarrete Dello gusto.  
Bachiller Vaya de examen, pues.  
Humillos De examen venga.  
Bachiller ¿Sabéis leer, Humillos?  
Humillos No, por cierto,  
  ni tal se probará que en mi linaje

145

  haya persona tan de poco asiento,  
  que se ponga a aprender esas quimeras,  
  que llevan a los hombres al brasero,  
  y a las mujeres, a la casa llana.  
  Leer no sé, mas sé otras cosas tales

150

  que llevan al leer ventajas muchas.  
Bachiller Y ¿cuáles cosas son?  
Humillos Sé de memoria  
  todas cuatro oraciones, y las rezo  
  cada semana cuatro y cinco veces.  
Rana Y ¿con eso pensáis de ser alcalde?

155

Humillos Con esto, y con ser yo cristiano viejo,  
  me atrevo a ser un senador romano.  
Bachiller Está muy bien. Jarrete diga agora  
  qué es lo que sabe.  
Jarrete Yo, señor Pesuña,  
  sé leer, aunque poco; deletreo,

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  y ando en el be-a-ba bien ha tres meses,  
  y en cinco más daré con ello a un cabo;  
  y, además desta ciencia que ya aprendo,  
  sé calzar un arado bravamente,  
  y herrar, casi en tres horas, cuatro pares

165

  de novillos briosos y cerreros;  
  soy sano de mis miembros, y no tengo  
  sordez ni cataratas, tos ni reumas;  
  y soy cristiano viejo como todos,  
  y tiro con un arco como un Tulio.

170

Algarroba ¡Raras habilidades para alcalde;  
  necesarias y mucha[s]!  
Bachiller Adelante.  
  ¿Qué sabe Berrocal?  
Berrocal Tengo en la lengua  
  toda mi habilidad, y en la garganta;  
  no hay mojón en el mundo que me llegue;

175

  sesenta y seis sabores estampados  
  tengo en el paladar, todos vináticos.  
Algarroba Y ¿quiere ser alcalde?  
Berrocal Y lo requiero;  
  pues, cuando estoy armado a lo de Baco,  
  así se me aderezan los sentidos,

180

  que me parece a mí que en aquel punto  
  podría prestar leyes a Licurgo  
  y limpiarme con Bártulo.  
Panduro ¡Pasito,  
  que estamos en concejo!  
Berrocal No soy nada  
  melindroso ni puerco; sólo digo

185

  que no se me malogre mi justicia,  
  que echaré el bodegón por la ventana.  
Bachiller Amenazas aquí, por vida mía,  
  mi señor Berrocal, que valen poco.  
  ¿Qué sabe Pedro Rana?  
Rana Como Rana,

190

  habré de cantar mal; pero, con todo,  
  diré mi condición, y no mi ingenio.  
  Yo, señores, si acaso fuese alcalde,  
  mi vara no sería tan delgada  
  como las que se usan de ordinario:

195

  de una encina o de un roble la haría,  
  y gruesa de dos dedos, temeroso  
  que no me la encorvase el dulce peso  
  de un bolsón de ducados, ni otras dádivas,  
  o ruegos, o promesas, o favores,

200

  que pesan como plomo, y no se sienten  
  hasta que os han brumado las costillas  
  del cuerpo y alma; y, junto con aquesto,  
  sería bien criado y comedido,  
  parte severo y nada riguroso;

205

  nunca deshonraría al miserable  
  que ante mí le trujesen sus delitos;  
  que suele lastimar una palabra  
  de un jüez arrojado, de afrentosa,  
  mucho más que lastima su sentencia,

210

  aunque en ella se intime cruel castigo.  
  No es bien que el poder quite la crianza,  
  ni que la sumisión de un delincuente  
  haga al juez soberbio y arrogante.  
Algarroba ¡Vive Dios, que ha cantado nuestra Rana

215

  mucho mejor que un cisne cuando muere!  
Panduro Mil sentencias ha dicho censorinas.  
Algarroba De Catón Censorino; bien ha dicho  
  el regidor Panduro.  
Panduro ¡Reprochadme!  
Algarroba Su tiempo se vendrá.  
Estornudo Nunca acá venga.

220

  ¡Terrible inclinación es, Algarroba,  
  la vuestra en reprochar!  
Algarroba ¡No más, so escriba!  
Estornudo ¿Qué escriba, fariseo?  
Bachiller ¡Por San Pedro,  
  que son muy demasiadas demasías  
  éstas!  
Algarroba Yo me burlaba.  
Estornudo Y yo me burlo.

225

Bachiller Pues no se burlen más, por vida mía.  
Algarroba Quien miente, miente.  
Estornudo Y quien verdad pronuncia,  
  dice verdad.  
Algarroba Verdad.  
Estornudo Pues punto en boca.  
Humillos Esos ofrecimientos que ha hecho Rana,  
  son desde lejos. A fe que si él empuña

230

  vara, que él se trueque y sea otro hombre  
  del que ahora parece.  
Bachiller Está de molde  
  lo que Humillos ha dicho.  
Humillos Y más añado:  
  que, si me dan la vara, verán como  
  no me mudo ni trueco, ni me cambio.

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Bachiller Pues veis aquí la vara, y haced cuenta  
  que sois alcalde ya.  
Algarroba ¡Cuerpo del mundo!  
  ¿La vara le dan zurda?  
Humillos ¿Cómo zurda?  
Algarroba Pues, ¿no es zurda esta vara? Un sordo o mudo  
  lo podrá echar de ver desde una legua.

240

Humillos ¿Cómo, pues, si me dan zurda la vara,  
  quieren que juzgue yo derecho?  
Estornudo El diablo  
  tiene en el cuerpo este Algarroba; ¡miren  
  dónde jamás se han visto varas zurdas!  

 

  Entra uno.

 

Uno Señores, aquí están unos gitanos

245

  con unas gitanillas milagrosas;  
  y, aunque la ocupación se les ha dicho  
  en que están sus mercedes, todavía  
  porfían que han de entrar a dar solacio  
  a sus mercedes.  
Bachiller Entren, y veremos

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  si nos podrán servir para la fiesta  
  del Corpus, de quien yo soy mayordomo.  
Panduro Entren mucho en buen hora.  
Berrocal Entren luego.  
Humillos Por mí, ya los deseo.  
Jarrete Pues yo, ¿pajas?  
Rana ¿Ellos no son gitanos? Pues adviertan

255

  que no nos hurten las narices.  
Uno Ellos,  
  sin que los llamen, vienen; ya están dentro.  

 

  Entran los músicos, de gitanos, y dos gitanas bien aderezadas, y, al son deste romance, que han de cantar los músicos, ellas dancen.

 

 

[Músicos] Reverencia os hace el cuerpo,  
  regidores de Daganzo,  
  hombres buenos de repente,

260

  hombres buenos de pensado;  
  de caletre prevenidos  
  para proveer los cargos  
  que la ambición solicita  
  entre moros y cristianos.

265

  Parece que os hizo el cielo,  
  el cielo, digo, estrellado,  
  Sansones para las letras,  
  y para las fuerzas Bártulos.  

 

Jarrete Todo lo que se canta toca historia.

270

Humillos Ellas y ellos son únicos y ralos.  
Algarroba Algo tienen de espesos.  
Bachiller Ea, sufficit.  

 

Músicos Como se mudan los vientos,  
  como se mudan los ramos,  
  que, desnudos en invierno,

275

  se visten en el verano,  
  mudaremos nuestros bailes  
  por puntos, y a cada paso;  
  pues mudarse las mujeres  
  no es nuevo ni estraño caso.

280

  ¡Vivan de Daganzo los regidores,  
  que parecen palmas, puesto que son robles!  

 

  Bailan.

 

Jarrete ¡Brava trova, por Dios!  
Humillos Y muy sentida.  
Berrocal Éstas se han de imprimir, para que quede  
  memoria de nosotros en los siglos

285

  de los siglos. Amén.  
Bachiller Callen, si pueden.  

 

Músicos ¡Vivan y revivan,  
  y en siglos veloces  
  del tiempo los días  
  pasen con las noches,

290

  sin trocar la edad,  
  que treinta años forme,  
  ni tocar las hojas  
  de sus alcornoques.  
  Los vientos, que anegan,

295

  si contrarios corren,  
  cual céfiros blandos  
  en sus mares soplen.  
  ¡Vivan de Daganzo los regidores,  
  que palmas parecen, puesto que son robles!

300

 

Bachiller El estribillo en parte me desplace;
  pero, con todo, es bueno.
Berrocal Ea, callemos.

 

Músicos Pisaré yo el polvico,  
  atán menudico;  
  pisaré yo el polvó,

305

  atán menudó.  

 

Panduro Estos músicos hacen pepitoria
  de su cantar.
Humillos Son diablos los gitanos.

 

Músicos Pisaré yo la tierra,  
  por más que esté dura,

310

  puesto que me abra en ella  
  amor sepultura,  
  pues ya mi buena ventura  
  amor la pisó.  
  Atán menudó.

315

  Pisaré yo lozana  
  el más duro suelo,  
  si en él acaso pisas  
  el mal que recelo.  
  Mi bien se ha pasado en vuelo,

320

  y el polvo dejó  
  Atán menudó.  

 

  Entra un sotasacristán, muy mal endeliñado.

 

Sacristán Señores regidores, ¡voto a dico,  
  que es de bellacos tanto pasatiempo!  
  ¿Así se rige el pueblo, noramala,

325

  entre guitarras, bailes y bureos?  
Bachiller ¡Agarradle, Jarrete!  
Jarrete Ya le agarro.  
Bachiller Traigan aquí una manta; que, por Cristo,  
  que se ha de mantear este bellaco,  
  necio, desvergonzado e insolente,

330

  y atrevido además.  
Sacristán ¡Oigan, señores!  
Algarroba Volveré con la manta a las volanzas.  

 

  Éntrase Algarroba.

 

Sacristán Miren que les intimo que soy presbiter.  
Bachiller ¿Tú presbítero, infame?  
Sacristán Yo presbítero;  
  o de prima tonsura, que es lo mismo.

335

Panduro Agora lo veredes, dijo Agrajes.  
Sacristán No hay Agrajes aquí.  
Bachiller Pues habrá grajos  
  que te piquen la lengua y aun los ojos.  
Rana Dime, desventurado: ¿qué demonio  
  se revistió en tu lengua? ¿Quién te mete

340

  a ti en reprehender a la justicia?  
  ¿Has tú de gobernar a la república?  
  Métete en tus campanas y en tu oficio.  
  Deja a los que gobiernan; que ellos saben  
  lo que han de hacer mejor que no nosotros.

345

  Si fueren malos, ruega por su enmienda;  
  si buenos, porque Dios no nos los quite.  
Bachiller Nuestro Rana es un santo y un bendito.  

 

  Vuelve Algarroba; trae la manta.

 

Algarroba No ha de quedar por manta.  
Bachiller Asgan, pues, todos,  
  sin que queden gitanos ni gitanas.

350

  ¡Arriba, amigos!  
Sacristán ¡Por Dios, que va de veras!  
  ¡Vive Dios, si me enojo, que bonito  
  soy yo para estas burlas! ¡Por San Pedro,  
  que están descomulgados todos cuantos  
  han tocado los pelos de la manta!

355

Rana Basta, no más; aquí cese el castigo;  
  que el pobre debe estar arrepentido.  
Sacristán Y molido, que es más. De aquí adelante  
  me coseré la boca con dos cabos  
  de zapatero.  
Rana Aqueso es lo que importa.

360

Bachiller Vénganse los gitanos a mi casa,  
  que tengo qué decilles.  
Gitano Tras ti vamos.  
Bachiller Quedarse ha la elección para mañana,  
  y desde luego doy mi voto a Rana.  
Gitano ¿Cantaremos, señor?  
Bachiller Lo que quisiéredes.

365

Panduro No hay quien cante cual nuestra Rana canta.  
Jarrete No solamente canta, sino encanta.  

 

  Éntranse cantando:

 

  Pisaré yo el polvico.

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Última actualización: 16/12/97.