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COMEDIA FAMOSA INTITULADA

EL RUFIAN DICHOSO

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Jornada Tercera

 

  Entra un ciudadano y el prior.

 

Ciudadano Oigan los cielos y la tierra entienda  
  tan nueva y tan estraña maravilla,

2180

  y su paternidad a oílla atienda;  
  que, puesto que no pueda referilla  
  con aquellas razones que merece,  
  peor será que deje de decilla.  
  Apenas a la vista se le ofrece

2185

  doña Ana al padre Cruz, sin la fe pura  
  que a nuestras esperanzas fortalece,  
  cuando, con caridad firme y segura,  
  hizo con ella un cambio de tal suerte,  
  que cambió su desgracia en gran ventura.

2190

  Su alma de las garras de la muerte  
  eterna arrebató, y volvió a la vida,  
  y de su pertinacia la divierte;  
  la cual, como se viese enriquecida  
  con la dádiva santa que el bendito

2195

  padre le dio sin tasa y sin medida,  
  alzó al momento un piadoso grito  
  al cielo, y confesión pidió llorando,  
  con voz humilde y corazón contrito;  
  y, en lo que antes dudaba no dudando,

2200

  de sus deudas dio cuenta muy estrecha  
  a quien agora las está pagando;  
  y luego, sosegada y satisfecha,  
  todos los sacramentos recebidos,  
  dejó la cárcel de su cuerpo estrecha.

2205

  Oyéronse en los aires divididos  
  coros de voces dulces, de manera  
  que quedaron suspensos los sentidos;  
  dijo al partir de la mortal carrera  
  que las once mil vírgines estaban

2210

  todas en torno de su cabecera;  
  por los ojos las almas distilaban  
  de gozo y maravilla los presentes,  
  que la süave música escuchaban;  
  y, apenas por los aires transparentes

2215

  voló de la contrita pecadora  
  el alma a las regiones refulgentes,  
  cuando en aquella misma feliz hora  
  se vio del padre Cruz cubierto el rostro  
  de lepra, adonde el asco mismo mora.

2220

  Volved los ojos, y veréis el monstruo,  
  que lo es en santidad y en la fiereza,  
  cuya fealdad a nadie le da en rostro.  

 

  Entra el padre Cruz, llagado el rostro y las manos; tráenle dos ciudadanos de los brazos, y fray Antonio.

 

Cruz Acompaña a la lepra la flaqueza;  
  no me puedo tener. ¡Dios sea bendito,

2225

  que así a pagar mi buen deseo empieza!  
Prior Por ese tan borrado sobreescrito  
  no podrá conoceros, varón santo,  
  quien no os mirare muy de hito en hito.  
Cruz Padre Prior, no se adelante tanto

2230

  vuestra afición que me llaméis con nombre  
  que me cuadra tan mal, que yo me espanto.  
  Inútil fraile soy, pecador hombre,  
  puesto que me acompaña un buen deseo;  
  mas no dan los deseos tal renombre.

2235

Ciudadano [1] En vos contemplo, padre Cruz, y leo  
  la paciencia de Job, y su presencia  
  en vuestro rostro deslustrado veo.  
  Por la ajena malicia la inocencia  
  vuestra salió, y pagó tan de contado,

2240

  cual lo muestra el rigor desta dolencia.  
  Obligástesos hoy, y habéis pagado  
  hoy.  
Cruz A lo menos, de pagar espero,  
  pues de mi voluntad quedé obligado.  
Ciudadano 2 ¡Oh, en la viña de Dios gran jornalero!

2245

  ¡Oh caridad, brasero y fragua ardiente!  
Cruz Señores, hijo soy de un tabernero;  
  y si es que adulación no está presente,  
  y puede la humildad hacer su oficio,  
  cese la cortesía, aquí indecente.

2250

Antonio Yo, traidor, que a la gula, en sacrificio  
  del alma, y a la hampa, engendradora  
  de todo torpe y asqueroso vicio,  
  digo que me consagro desde agora  
  para limpiar tus llagas y curarte,

2255

  hasta el fin de mi vida o su mejora;  
  y no tendrá conmigo alguna parte  
  la vana adulación, pues, de contino,  
  antes rufián que santo he de llamarte.  
  Con esto no hallará ningún camino

2260

  la vanagloria para hacerte guerra,  
  enemigo casero y repentino.  
Ciudadano 2 Venistes para bien de aquesta tierra.  
  ¡Dios os guarde mil años, padre amado!  
Ciudadano 1 ¡Sólo en su pecho caridad encierra!

2265

Cruz Padres, recójanme, que estoy cansado.  

 

  Éntranse todos, y salen dos demonios; el uno con figura de oso, y el otro como quisieren. (Esta visión fue verdadera, que ansí se cuenta en su historia).

 

Saquiel ¡Que así nos la quitase de las manos!  
  ¡Que así la mies tan sazonada nuestra  
  la segase la hoz del tabernero!  
  ¡Reniego de mí mismo, y aun reniego!

2270

  ¡Y que tuviese Dios por bueno y justo  
  tal cambalache! Estúvose la dama  
  al pie de cuarenta años en sus vicios,  
  desesperada de remedio alguno;  
  llega estotro buen alma, y dale luego

2275

  los tesoros de gracia que tenía  
  adquiridos por Cristo y por sus obras.  
  ¡Gentil razón, gentil guardar justicia,  
  y gentil igualar de desiguales  
  y contrapuestas prendas: gracia y culpa,

2280

  bienes de gloria y del infierno males!  
Visiel Como fue el corredor desta mohatra  
  la caridad, facilitó el contrato,  
  puesto que desigual.  
Saquiel Desa manera,  
  más rica queda el alma deste rufo,

2285

  por haber dado cuanto bien tenía,  
  y tomado el ajeno mal a cuestas,  
  que antes estaba que el contrato hiciese.  
Visiel No sé qué te responda; sólo veo  
  que no puede ninguno de nosotros

2290

  alabarse que ha visto en el infierno  
  algún caritativo.  
Saquiel ¿Quién lo duda?  
  ¿Sabes qué veo, Visiel amigo?  
  Que no es equivalente aquesta lepra  
  que padece este fraile, a los tormentos

2295

  que pasara doña Ana en la otra vida.  
Visiel ¿No adviertes que ella puso de su parte  
  grande arrepentimiento?  
Saquiel Fue a los fines  
  de su malvada vida.  
Visiel En un instante  
  nos quita de las manos Dios al alma

2300

  que se arrepiente y sus pecados llora;  
  cuanto y más, que ésta estaba enriquecida  
  con las gracias del fraile hi de bellaco.  
Saquiel Mas deste generoso, a lo que entiendes,  
  ¿qué será dél agora que está seco

2305

  e inútil para cosa desta vida?  
Visiel ¿Aqueso ignoras? ¿No sabes que conocen  
  sus frailes su virtud y su talento,  
  su ingenio y su bondad, partes bastantes  
  para que le encomienden su gobierno?

2310

Saquiel ¿Luego, será prior?  
Visiel ¡Muy poco dices!  
  Provincial le verás.  
Saquiel Ya lo adivino.  
  En el jardín está; tú no te muestres,  
  que yo quiero a mis solas darle un toque  
  con que siquiera a ira le provoque.

2315

 

  Éntranse.
  Sale fray Ángel y fray Antonio.

 

Antonio ¿Qué trae, fray Ángel? ¿Son huevos?  
A Hable, fray Antonio, quedo.  
Antonio ¿Tiene miedo?  
A Tengo miedo.  
Antonio Déme dos de los más nuevos,  
  de los más frescos, le digo,

2320

  que me los quiero sorber  
  así, crudos.  
A Hay que hacer  
  primero otra cosa, amigo.  
Antonio Siempre acudes a mi ruego  
  dilatando tus mercedes.

2325

A Si estos huevos comer puedes,  
  veslos aquí, no los niego.  

 

  Muéstrale dos bolas de argolla.

 

Antonio ¡Oh coristas y novicios!  
  La mano que el bien dispensa  
  os quite de la despensa

2330

  las cerraduras y quicios;  
  la yerba del pito os dé,  
  que abre todas cerraduras,  
  y veáis, estando a escuras,  
  como el luciérnago ve;

2335

  y, señores de las llaves,  
  sin temor y sobresalto,  
  deis un generoso asalto  
  a las cosas más süaves;  
  busquéis hebras de tocino,

2340

  sin hacer del unto caso,  
  y en penante y limpio vaso  
  deis dulces sorbos de vino;  
  de almendra morisca y pasa  
  vuestras mangas se vean llenas,

2345

  y jamás muelas ajenas  
  a las vuestras pongan tasa;  
  cuando en la tierra comáis  
  pan y agua con querellas,  
  halléis empanadas bellas

2350

  cuando a la celda volváis;  
  hágaos la paciencia escudo  
  en cualquiera vuestro aprieto;  
  mándeos un prior discreto,  
  afable y no cabezudo.

2355

A Deprecación bien cristiana,  
  fray Antonio, es la que has hecho;  
  que aspiró a nuestro provecho  
  es cosa también bien llana.  
  Grande miseria pasamos

2360

  y a sumo estrecho venimos  
  los que misa no decimos  
  y los que no predicamos.  
[Antonio] ¿Para qué son esas bolas?  
A Yo las llevaba con fin

2365

  de jugar en el jardín  
  contigo esta tarde a solas,  
  en las horas que nos dan  
  de recreación.  
Antonio ¿Y llevas  
  argolla?  
A Y paletas nuevas.

2370

Antonio ¿Quién te las dio?  
A Fray Beltrán.  
  Se las envió su prima,  
  y él me las ha dado a mí.  
Antonio Con las paletas aquí  
  haré dos tretas de esgrima.

2375

  Precíngete como yo,  
  y entrégame una paleta,  
  y está advertido una treta  
  que el padre Cruz me mostró  
  cuando en la jácara fue

2380

  águila volante y diestra.  
  Muestra, digo; acaba, muestra.  
A. Toma, pero yo no sé  
  de esgrima más que un jumento.  
Antonio Ponte de aquesta manera:

2385

  vista alerta; ese pie, fuera,  
  puesto en medio movimiento.  
  Tírame un tajo volado  
  a la cabeza. ¡No ansí;  
  que ése es revés, pese a mí!

2390

A ¡Soy un asno enalbardado!  
Antonio Ésta es la brava postura  
  que llaman puerta de hierro  
  los jaques.  
A ¡Notable yerro  
  y disparada locura!

2395

Antonio Doy broquel, saco el baldeo,  
  levanto, señalo o pego,  
  repárome en cruz, y luego  
  tiro un tajo de voleo.  

 

  Entra el padre Cruz, arrimado a un báculo y rezando en un rosario.

 

Cruz Fray Antonio, basta ya;

2400

  no mueran más, si es posible.  
A ¡Qué confusión tan terrible!  
Cruz ¡Buena la postura está!  
  No se os pueden embotar  
  las agudezas de loco.

2405

Antonio Indigesto estaba un poco,  
  y quíseme ejercitar  
  para hacer la digestión,  
  que dicen que es conveniente  
  el ejercicio vehemente.

2410

Cruz Vos tenéis mucha razón;  
  mas yo os daré un ejercicio  
  con que os haga por la posta  
  digerir a vuestra costa  
  la superfluidad del vicio;

2415

  vaya y póngase a rezar  
  dos horas en penitencia;  
  y puede su reverencia,  
  fray Ángel, ir a estudiar,  
  y déjese de las tretas

2420

  deste valiente mancebo.  
Antonio ¿Las bolas?  
A Aquí las llevo.  
Antonio Toma, y lleva las paletas.  

 

  Éntrase fray Antonio y fray Ángel.

 

Cruz De la escuridad del suelo  
  te saqué a la luz del día,

2425

  Dios queriendo, y yo querría  
  llevarte a la luz del Cielo.  

 

  Vuelve a entrar Saquiel, vestido de oso. (Todo fue ansí).

 

Saquiel Cambiador nuevo en el mundo,  
  por tu voluntad enfermo,  
  ¿piensas que eres en el yermo

2430

  algún Macario segundo?  
  ¿Piensas que se han de avenir  
  bien para siempre jamás,  
  con lo que es menos lo más,  
  la vida con el morir,

2435

  soberbia con humildad,  
  diligencia con pereza,  
  la torpedad con limpieza,  
  la virtud con la maldad?  
  Engáñaste; y es tan cierto

2440

  no avenirse lo que digo,  
  que puedes ser tú testigo  
  desta verdad con que acierto.  
Cruz ¿Qué quieres deso inferir,  
  enemigo Satanás?

2445

Saquiel Que es locura en la que das  
  dignísima de reír;  
  que en el cielo ya no dan  
  puerta a que entren de rondón,  
  así como entró un ladrón,

2450

  que entre también un rufián.  
Cruz Conmigo en balde te pones  
  a disputar; que yo sé  
  que, aunque te sobre en la fe,  
  me has de sobrar tú en razones.

2455

  Dime a qué fue tu venida,  
  o vuélvete, y no hables más.  
Saquiel Mi venida, cual verás,  
  es a quitarte la vida.  
Cruz Si es que traes de Dios licencia,

2460

  fácil te será quitalla,  
  y más fácil a mí dalla  
  con promptísima obediencia.  
  Si la traes, ¿por qué no pruebas  
  a ofenderme? Aunque recelo

2465

  que no has de tocarme a un pelo,  
  por muy mucho que te atrevas.  
  ¿Qué bramas? ¿Quién te atormenta?  
  Pero espérate, adversario.  
Saquiel Es para mí de un rosario

2470

  bala la más chica cuenta.  
  Rufián, no me martirices;  
  tuerce, hipócrita, el camino.  
Cruz Aun bien que tal vez, malino,  
  algunas verdades dices.

2475

 

  Vase el demonio bramando.

 

  Vuelve, que te desafío  
  a ti y al infierno todo,  
  hecho valentón al modo  
  que plugo al gran Padre mío.  
  ¡Oh alma!, mira quién eres,

2480

  para que del bien no tuerzas;  
  que el diablo no tiene fuerzas  
  más de las que tú le dieres.  
  Y, para que no rehúyas  
  de verte con él a brazos,

2485

  Dios rompe y quiebra los lazos  
  que pasan las fuerzas tuyas.  

 

  Vuelve a entrar fray Antonio con un plato de hilas y paños limpios.

 

Antonio Éntrese, padre, a curar.  
Cruz Paréceme que es locura  
  pretender a mi mal cura.

2490

Antonio ¿Es eso desesperar?  
Cruz No, por cierto, hijo mío;  
  mas es esta enfermedad  
  de una cierta calidad,  
  que curarla es desvarío.

2495

  Viene del cielo.  
Antonio ¿Es posible  
  que tan mala cosa encierra  
  el cielo, do el bien se encierra?  
  Téngolo por imposible.  
  ¿Estaráse ahora holgando

2500

  doña Ana, que te la dio,  
  y estaréme en balde yo  
  tu remedio procurando?  

 

  Entra fray Ángel.

 

A Padre Cruz, mándeme albricias,  
  que han elegido prior.

2505

Cruz Si no te las da el Señor,  
  de mí en vano las codicias.  
  Mas, decidme: ¿quién salió?  
A Salió su paternidad.  
Cruz ¿Yo, padre?  
A Sí, en mi verdad.

2510

Antonio ¿Búrlaste, fray Ángel?  
A No.  
Cruz ¿Sobre unos hombros podridos  
  tan pesada carga han puesto?  
  No sé qué me diga desto.  
Antonio Cególes Dios los sentidos:

2515

  que si ellos te conocieran  
  como yo te he conocido,  
  tomaran otro partido,  
  y otro prior eligieran.  
A Ahora digo, fray Antonio,

2520

  que tiene, sin duda alguna,  
  en esa lengua importuna  
  entretejido el demonio:  
  que si ello no fuera ansí,  
  nunca tal cosa dijera[s].

2525

Antonio Fray Ángel, no hablo de veras;  
  pero conviene esto aquí.  
  Gusta este santo de verse  
  vituperado de todos,  
  y va huyendo los modos

2530

  do pueda ensoberbecerse.  
  Mira qué confuso está  
  por la nueva que le has dado.  
A Puesto le tiene en cuidado.  
Antonio El cargo no aceptará.

2535

Cruz ¿No saben estos benditos  
  como soy simple y grosero,  
  y hijo de un tabernero,  
  y padre de mil delitos?  
Antonio Si yo pudiera dar voto

2540

  a fe que no te le diera;  
  antes, a todos dijera  
  la vida que de hombre roto  
  en Sevilla y en Toledo  
  te vi hacer.  
Cruz Tiempo te queda:

2545

  dila, amigo, porque pueda  
  escaparme deste miedo  
  que tengo de ser prelado,  
  cargo para mí indecente:  
  que, ¿a qué será suficiente

2550

  hombre que está tan llagado  
  y que ha sido un...?  
Antonio ¿Qué? ¿Rufián?  
  Que por Dios, y así me goce,  
  que le vi reñir con doce  
  de heria y de San Román;

2555

  y en Toledo, en las Ventillas,  
  con siete terciopeleros,  
  él hecho zaque, ellos cueros,  
  le vide hacer maravillas.  
  ¡Qué de capas vi a sus pies!

2560

  ¡Qué de broqueles rajados!  
  ¡Qué de cascos abollados!  
  Hirió a cuatro: huyeron tres.  
  Para aqueste ministerio  
  sí que le diera mi voto,

2565

  porque en él fuera el más doto  
  rufián de nuestro hemisferio;  
  pero para ser prior  
  no le diera yo jamás.  
Cruz ¡Oh, cuánto en lo cierto estás,

2570

  Antonio!  
Antonio ¡Y cómo, señor!  
Cruz Así cual quieres te goces,  
  cristiano, y fraile, y sin mengua,  
  que des un filo a la lengua  
  y digas mi vida a voces.

2575

 

  Entra el prior y otro fraile de acompañamiento.

 

Prior Vuestra paternidad nos dé las manos,  
  y bendición con ellas.  
Cruz Padres míos,  
  ¿adónde a mí tal sumisión?  
Prior Mi padre  
  es ya nuestro prelado.  
Antonio ¡Buenos cascos  
  tienen, por vida mía, los que han hecho

2580

  semejante elección!  
Prior Pues qué, ¿no es santa?  
Antonio A un Job hacen prior, que no le falta  
  si no es el muladar y ser casado  
  para serlo del todo. ¡En fin: son frailes!  
  Quien tiene el cuerpo de dolores lleno,

2585

  ¿cómo podrá tener entendimiento  
  libre para el gobierno que requiere  
  tan peligroso y trabajoso oficio  
  como el de ser prior? ¿No lo ven claro?  
Cruz ¡Oh qué bien que lo ha dicho fray Antonio!

2590

  ¡El cielo se lo pague! Padres míos,  
  ¿no miran cuál estoy, que en todo el cuerpo  
  no tengo cosa sana? Consideren  
  que los dolores turban los sentidos,  
  y que ya no estoy bueno para cosa,

2595

  si no es para llorar y dar gemidos  
  a Dios por mis pecados infinitos.  
  Amigo fray Antonio, di a los padres  
  mi vida, de quien fuiste buen testigo;  
  diles mis insolencias y recreos,

2600

  la inmensidad descubre de mis culpas,  
  la bajeza les di de mi linaje,  
  diles que soy de un tabernero hijo,  
  porque les haga todo aquesto junto  
  mudar de parecer.  
Prior Escusa débil

2605

  es ésa, padre mío; a lo que ha sido,  
  ha borrado lo que es. Acepte y calle,  
  que así lo quiere Dios.  
Cruz ¡Él sea bendito!  
  Vamos, que la esperiencia dará presto  
  muestras que soy inútil.  
Antonio ¡Vive el cielo,

2610

  que merece ser Papa tan buen fraile!  
A Que será provincial, yo no lo dudo.  
Antonio Aqueso está de molde. Padre, vamos,  
  que es hora de curarte.  
Cruz Sea en buen hora.  
Antonio Va a ser prior, ¿y por no serlo llora?

2615

 

  Éntranse.
  Salen Lucifer, con corona y cetro, el más galán demonio y bien vestido que ser pueda, y Saquiel y Visiel, como quisieren, de demonios feos.

 

Lucifer Desde el instante que salimos fuera  
  de la mente eternal, ángeles siendo,  
  y con soberbia voluntad y fiera  
  fuimos el gran pecado aprehendiendo,  
  sin querer ni poder de la carrera

2620

  torcer donde una vez fuimos subiendo,  
  hasta ser derribados a este asiento,  
  do no se admite el arrepentimiento;  
  digo que desde entonces se recoge  
  la fiera envidia en este pecho fiero,

2625

  de ver que el cielo en su morada acoge  
  a quien pasó también de Dios el fuero.  
  En mí se estiende y en Adán se encoge  
  la justicia de Dios, manso y severo,  
  y dél gozan los hombres in eterno,

2630

  y mis secuaces, deste duro infierno.  
  Y, no contento Aquél que dio en un palo  
  la vida, que fue muerte de la muerte,  
  de verme despojado del regalo  
  de mi primera aventajada suerte,

2635

  quiere que se alce con el cielo un malo,  
  un pecador blasfemo, y que se acierte  
  a salvar en un corto y breve instante  
  un ladrón que no tuvo semejante;  
  la pecadora pública arrebata

2640

  de sus pies el perdón de sus pecados,  
  y su historia santísima dilata  
  por siglos en los años prolongados;  
  un cambiador, que en sus usuras trata,  
  deja a sola una voz sus intricados

2645

  libros, y por manera nunca vista  
  le pasa a ser divino coronista;  
  y agora quiere que un rufián se asiente  
  en los ricos escaños de la gloria,  
  y que su vida y muerte nos la cuente

2650

  alta, famosa y verdadera historia.  
  Por esto inclino la soberbia frente,  
  y quiero que mi angustia sea notoria  
  a vosotros, partícipes y amigos,  
  y de mi mal y mi rancor testigos;

2655

  no para que me deis consuelo alguno,  
  pues tenerle nosotros no es posible,  
  sino porque acudáis al oportuno  
  punto que hasta los santos es terrible.  
  Este rufián, cual no lo fue ninguno,

2660

  por su fealdad al mundo aborrecible,  
  está ya de partida para el cielo,  
  y humilde apresta el levantado vuelo.  
  Acudid y turbadle los sentidos,  
  y entibiad, si es posible, su esperanza,

2665

  y de sus vanos pasos y perdidos  
  hacedle temerosa remembranza;  
  no llegue alegre voz a sus oídos  
  que prometa segura confianza  
  de haber cumplido con la deuda y cargo

2670

  que por su caridad tomó a su cargo.  
  ¡Ea!, que espira ya, después que ha hecho  
  prior y provincial tan bien su oficio,  
  que tiene al suelo y cielo satisfecho,  
  y da de que es gran santo gran indicio.

2675

Saquiel No será nuestra ida de provecho,  
  porque será de hacerle beneficio,  
  pues siempre que a los brazos he venido  
  con él, queda con palma y yo vencido.  
Lucifer Mientras no arroja el postrimero aliento,

2680

  bien se puede esperar que en algo tuerza  
  el peso, puesto en duda el pensamiento;  
  que a veces puede mucho nuestra fuerza.  
Visiel Yo cumpliré, señor, tu mandamiento:  
  que adonde hay más bondad, allí se esfuerza

2685

  más mi maldad. Allá voy diligente.  
Lucifer Todos venid, que quiero estar presente.  

 

  Éntranse todos, y salen tres almas, vestidas con tunicelas de tafetán blanco, velos sobre los rostros y velas encendidas.

 

Alma 1 Hoy, hermanas, que es el día  
  en quién, por nuestro consuelo,  
  las puertas ha abierto el cielo

2690

  de nuestra carcelería,  
  para venir a este punto  
  todo lleno de misterio,  
  viendo en este monasterio  
  al gran Cristóbal difunto,

2695

  al alma devota suya  
  bien será la acompañemos,  
  y a la región le llevemos  
  do está la eterna Aleluya.  
Alma 2 Felice jornada es ésta,

2700

  santa y bienaventurada,  
  pues se hará, con su llegada,  
  en todos los cielos fiesta:  
  que, llevando en compañía  
  alma tan devota nuestra,

2705

  darán más claro la muestra  
  de júbilo y de alegría.  
Alma 3 Ella abrió con oraciones,  
  ayunos y sacrificios,  
  de nuestra prisión los quicios,

2710

  y abrevió nuestras pasiones.  
  Cuando en libertad vivía,  
  de nosotras se acordaba,  
  y el rosario nos rezaba  
  con devoción cada día;

2715

  y, cuando en la religión  
  entró, como habemos visto,  
  muerto al diablo y vivo a Cristo,  
  aumentó la devoción.  
  Ni por la riguridad

2720

  de las llagas que en sí tuvo  
  jamás indevoto estuvo,  
  ni falto de caridad.  
  Prior siendo y provincial,  
  tan manso y humilde fue,

2725

  que hizo de andar a pie  
  y descalzo gran caudal.  
  Trece años ha que ha vivido  
  llagado, de tal manera  
  que, a no ser milagro, fuera

2730

  en dos días consumido.  
Alma 1 Remite sus alabanzas  
  al lugar donde caminas,  
  que allí las darán condignas  
  al valor que tú no alcanzas;

2735

  y mezclémonos agora  
  entre su acompañamiento,  
  escuchando el sentimiento  
  deste su amigo que llora.  

 

  Éntranse.
  Sale fray Antonio llorando, y trae un lienzo manchado de sangre.

 

Antonio Acabó la carrera

2740

  de su cansada vida;  
  dio al suelo los despojos;  
  del cuerpo voló al cielo la alma santa.  
  ¡Oh padre, que en el siglo  
  fuiste mi nube obscura,

2745

  mas en el fuerte asilo,  
  que así es la religión, mi norte fuiste!  
  Trece años ha que lidias,  
  por ser caritativo  
  sobre el humano modo,

2750

  con podredumbre y llagas insufribles;  
  mas los manchados paños  
  de tus sangrientas llagas  
  se estiman más agora  
  que delicados y olorosos lienzos:

2755

  con ellos mil enfermos  
  cobran salud entera;  
  mil veces les imprimen  
  los labios más ilustres y señores.  
  Tus pies, que mientras fuiste

2760

  provincial, anduvieron  
  a pie infinitas leguas  
  por lodos, por barrancos, por malezas,  
  agora son reliquias,  
  agora te los besan

2765

  tus súbditos, y aun todos  
  cuantos pueden llegar a donde yaces.  
  Tu cuerpo, que ayer era  
  espectáculo horrendo,  
  según llagado estaba,

2770

  hoy es bruñida plata y cristal limpio:  
  señal que tus carbuncos,  
  tus grietas y aberturas,  
  que podrición vertía[n],  
  estaban por milagro en ti, hasta tanto

2775

  que la deuda pagases  
  de aquella pecadora  
  que fue limpia en un punto:  
  ¡tanto tu caridad con Dios valía!  

 

  Entra el prior.

 

Prior Padre Antonio, deje el llanto,

2780

  y acuda a cerrar las puertas,  
  porque si las halla abiertas  
  el pueblo, que acude tanto,  
  no nos han de dar lugar  
  para enterrar a su amigo.

2785

Antonio Aunque se cierren, yo digo  
  que ha poco de aprovechar.  
  No ha de bastar diligencia,  
  pero con todo, allá iré.  

 

  Entra fray Ángel.

 

A ¿Dónde vas, padre?  
Antonio No sé.

2790

A Acuda su reverencia,  
  que está toda la ciudad  
  en el convento, y se arrojan  
  sobre el cuerpo, y le despojan  
  con tanta celeridad.

2795

  Y el virrey está también  
  en su celda.  
Prior Padre Antonio,  
  venga a ver el testimonio  
  que el cielo da de su bien.  

 

  Éntranse todos.
  Salen dos ciudadanos: el uno con lienzo de sangre, y el otro con un pedazo de capilla.

 

Ciudadano 1 ¿Qué lleváis vos?  
Ciudadano 2 Un lienzo de sus llagas.

2800

  ¿Y vos?  
Ciudadano 1 De su capilla este pedazo,  
  que le precio y le tengo en más estima  
  que si hallara una mina.  
Ciudadano 2 Pues salgamos  
  aprisa del convento, no nos quiten  
  los frailes las reliquias.  
Ciudadano 1 ¡Bueno es eso!

2805

  ¡Antes daré la vida que volvellas!  

 

  Entra otro.

 

Ciudadano 3

   
  no he podido topar de aqueste santo  
  siquiera con un hilo de su ropa,  
  puesto que voy contento y satisfecho

2810

  con haberle besado cuatro veces  
  los santos pies, de quien olor despide  
  del cielo; pero tal fue él en la tierra.  
  El virrey le trae en hombros, y sus frailes,  
  y aquí, en aquesta bóveda del claustro,

2815

  le quieren enterrar. Música suena;  
  parece que es del cielo, y no lo dudo.  

 

  Traen al santo tendido en una tabla, con muchos rosarios sobre el cuerpo; tráenle en hombros sus frailes y el virrey; suena lejos música de flautas o chirimías; cesando la música, dice a voces dentro Lucifer; o, si quisieren, salgan los demonios al teatro.

 

Lucifer Aun no puedo llegar siquiera al cuerpo,  
  para vengar en él lo que en el alma  
  no pude: tales armas le defienden.

2820

Saquiel No hay arnés que se iguale al del rosario.  
Lucifer Vamos, que en sólo verle me confundo.  
Saquiel No habemos de parar hasta el profundo.  
Antonio ¿Oyes, fray Ángel?  
A Oigo, y son los diablos.  
Virrey Háganme caridad sus reverencias,

2825

  que torne yo otra vez a ver el rostro  
  deste bendito padre.  
Prior Sea en buen hora.  
  Padres, abajen, pónganle [en el suelo],  
  que, pues la devoción de su excelencia  
  se estiende a tanto, bien será agradalle.

2830

Virrey ¿Que es este el rostro que yo vi ha dos días  
  de horror y llagas y materias lleno?  
  ¿Las manos gafas son aquéstas, cielo?  
  ¡Oh alma que, volando a las serenas  
  regiones, nos dejaste testimonio

2835

  del felice camino que hoy has hecho!  
  Clara y limpia la caja do habitaste,  
  abrasada primero y ahumada  
  con el fuego encendido en que se ardía,  
  Todo de caridad y amor divino.

2840

Ciudadano 1 Déjennosle besar sus reverencias  
  Los pies siquiera.  
Prior Devoción muy justa.  
Virrey Hagan su oficio, padres, y en la tierra  
  Escondan esta joya tan del cielo;  
  Esa esperanza nuestro mal remedia.

2845

  Y aquí da fin felice esta comedia.  

 

Fin desta comedia

 

Hase de advertir que todas las figuras de mujer

desta comedia las pueden hacer

solas dos mujeres.

 

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Última actualización: 16/12/97.