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COMEDIA FAMOSA INTITULADA

EL RUFIAN DICHOSO

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Jornada Segunda

 

  Salen dos figuras de ninfas vestidas bizarramente, cada una con su tarjeta en el brazo: en la una viene escrito curiosidad; en la otra, comedia.

 

Curiosidad Comedia.  
Comedia Curiosidad,  
  ¿qué me quieres?  
Curiosidad Informarme

1210

  qué es la causa por que dejas  
  de usar tus antiguos trajes,  
  del coturno en las tragedias,  
  del zueco en las manuales  
  comedias, y de la toga

1215

  en las que son principales;  
  cómo has reducido a tres  
  los cinco actos que sabes  
  que un tiempo te componían  
  ilustre, risueña y grave;

1220

  ahora aquí representas,  
  y al mismo momento en Flandes;  
  truecas sin discurso alguno  
  tiempos, teatros, lugares.  
  Véote, y no te conozco;

1225

  dame de ti nuevas tales  
  que te vuelva a conocer,  
  pues que soy tu amigo grande.  
Comedia Los tiempos mudan las cosas  
  y perficionan las artes,

1230

  y añadir a lo inventado  
  no es dificultad notable.  
  Buena fui pasados tiempos,  
  y en éstos, si los mirares,  
  no soy mala, aunque desdigo

1235

  de aquellos preceptos graves  
  que me dieron y dejaron  
  en sus obras admirables  
  Séneca, Terencio y Plauto,  
  y otros griegos que tú sabes.

1240

  He dejado parte dellos,  
  y he también guardado parte,  
  porque lo quiere así el uso,  
  que no se sujeta al arte.  
  Ya represento mil cosas,

1245

  no en relación, como de antes,  
  sino en hecho; y así, es fuerza  
  que haya de mudar lugares;  
  que, como acontecen ellas  
  en muy diferentes partes,

1250

  voime allí donde acontecen,  
  disculpa del disparate.  
  Ya la comedia es un mapa,  
  donde no un dedo distante  
  verás a Londres y a Roma,

1255

  a Valladolid y a Gante.  
  Muy poco importa al oyente  
  que yo en un punto me pase  
  desde Alemania a Guinea  
  sin del teatro mudarme;

1260

  el pensamiento es ligero:  
  bien pueden acompañarme  
  con él doquiera que fuere,  
  sin perderme ni cansarse.  
  Yo estaba ahora en Sevilla,

1265

  representando con arte  
  la vida de un joven loco,  
  apasionado de Marte,  
  rufián en manos y lengua,  
  pero no que se enfrascase

1270

  en admitir de perdidas  
  el trato y ganancia infame.  
  Fue estudiante y rezador  
  de psalmos penitenciales,  
  y el rosario ningún día

1275

  se le pasó sin rezalle.  
  Su conversión fue en Toledo,  
  y no será bien te enfade  
  que, contando la verdad,  
  en Sevilla se relate.

1280

  En Toledo se hizo clérigo,  
  y aquí, en Méjico, fue fraile,  
  adonde el discurso ahora  
  nos trujo aquí por el aire.  
  El sobrenombre de Lugo

1285

  mudó en Cruz, y es bien se llame  
  fray Cristóbal de la Cruz  
  desde este punto adelante.  
  A Méjico y a Sevilla  
  he juntado en un instante,

1290

  surciendo con la primera  
  ésta y la tercera parte:  
  una de su vida libre,  
  otra de su vida grave,  
  otra de su santa muerte

1295

  y de sus milagros grandes.  
  Mal pudiera yo traer,  
  a estar atenida al arte,  
  tanto oyente por las ventas  
  y por tanto mar sin naves.

1300

  Da lugar, Curiosidad,  
  que el bendito fraile sale  
  con fray Antonio, un corista  
  bueno, pero con donaires.  
  Fue en el siglo Lagartija,

1305

  y en la religión es sacre,  
  de cuyo vuelo se espera  
  que ha de dar al cielo alcance.  
[Curiosidad] Aunque no lo quedo en todo,  
  quedo satisfecho en parte,

1310

  amiga; por esto quiero,  
  sin replicarte, escucharte.  

 

  Éntranse.
  Sale fray Cristóbal, en hábito de Santo Domingo, y Fray Antonio también.

 

Antonio Sepa su paternidad...  
Cruz Entone más bajo el punto  
  de cortesía.  
Antonio En verdad,

1315

  padre mío, que barrunto  
  que tiene su caridad  
  de bronce el cuerpo, y de suerte,  
  que tarde ha de hallar la muerte  
  entrada para acaballe,

1320

  según da en ejercitalle  
  en rigor áspero y fuerte.  
Cruz Es bestia la carne nuestra,  
  y, si rienda se le da,  
  tan desbocada se muestra,

1325

  que nadie la volverá  
  de la siniestra a la diestra.  
  Obra por nuestros sentidos  
  nuestra alma: así están tapidos  
  y no sutiles; es fuerza

1330

  que a la carrera se tuerza  
  por donde van los perdidos.  
  La lujuria está en el vino,  
  y a la crápula y regalo  
  todo vicio le es vecino.

1335

Antonio Yo, en ayunando, estoy malo,  
  flojo, indevoto y mohíno.  
  De un otro talle y manera  
  me hallaba yo cuando era  
  en Sevilla tu mandil;

1340

  que hacen ingenio sutil  
  las blancas roscas de Utrera.  
  ¡Oh uvas albarazadas,  
  que en el pago de Triana  
  por la noche sois cortadas,

1345

  y os halláis a la mañana  
  tan frescas y aljofaradas,  
  que no hay cosa más hermosa,  
  ni fruta que a la golosa  
  voluntad ansí despierte!

1350

  ¡No espero verme en la suerte  
  que ya se pasó dichosa!  
Cruz Cierto, fray Antonio amigo,  
  que esa consideración  
  es lazo que el enemigo

1355

  le pone a su perdición.  
  Esté atento a lo que digo.  
Antonio Consideraba yo agora  
  dónde estará la señora  
  Librija, o la Salmerona,

1360

  cada cual, por su persona,  
  buena para pecadora.  
  ¡Quién supiera de Ganchoso,  
  del Lobillo y de Terciado,  
  y del Patojo famoso!

1365

  ¡Oh feliz siglo dorado,  
  tiempo alegre y venturoso,  
  adonde la libertad  
  brindaba a la voluntad  
  del gusto más esquisito!

1370

Cruz ¡Calle; de Dios sea bendito!  
Antonio Calle su paternidad  
  y déjeme, que con esto  
  evacuo un pésimo humor  
  que me es amargo y molesto.

1375

Cruz Cierto que tengo temor,  
  por verle tan descompuesto,  
  que ha de apostatar un día,  
  que para los dos sería  
  noche de luto cubierta.

1380

Antonio No saldrá por esa puerta  
  jamás mi melencolía;  
  no me he de estender a más  
  que a quejarme y a sentir  
  el ausencia del Compás.

1385

Cruz ¡Que tal te dejas decir,  
  fray Antonio! Loco estás;  
  que en el juïcio empeora  
  quien tal acuerdo atesora  
  en su memoria vilmente.

1390

Antonio Rufián corriente y moliente  
  fuera yo en Sevilla agora,  
  y tuviera en la dehesa  
  dos yeguas, y aun quizá tres,  
  diestras en el arte aviesa.

1395

Cruz De que en esas cosas des,  
  sabe Dios lo que me pesa;  
  mas yo haré la penitencia  
  de tu rasgada conciencia.  
  Quédate, Antonio, y advierte

1400

  que de la vida a la muerte  
  hay muy poca diferencia:  
  quien vive bien, muere bien,  
  quien mal vive, muere mal.  
Antonio Digo, padre, que está bien;

1405

  pero no has de hacer caudal  
  de mí, ni enfado te den  
  mis palabras, que no son  
  nacidas del corazón,  
  que en sola la lengua yacen.

1410

Cruz Dan las palabras y hacen  
  fee de cuál es la intención.  

 

  E[n]tra un corista llamado fray Ángel; señálase con sola la A.

 

A Padre maestro, el prior  
  llama a vuestra reverencia,  
  y espera en el corredor.

1415

 

  Vase luego el padre Cruz.

 

Antonio Más presto es a la obediencia
  que el sol a dar resplandor.
  Padre fray Ángel, espere.
A Diga presto qué me quiere.

 

  Enséñale hasta una docena de naipes.

 

Antonio Mire.  
A ¿Naipes? ¡Perdición!

1420

Antonio No se admire, hipocritón,  
  que el caso no lo requiere.  
A ¿Quién te los dio, fray Antonio?  
Antonio Una devota que tengo.  
A ¿Devota? ¡Será el demonio!

1425

Antonio Nunca con él bien me avengo;  
  levántasle testimonio.  
A ¿Están justos?  
Antonio Pecadores  
  creo que están los señores,  
  pues, para cumplir cuarenta,

1430

  entiendo faltan los treinta.  
A Si fueran algo mejores,  
  buscáramos un rincón  
  donde podernos holgar.  
Antonio Y halláramosle a sazón:

1435

  que nunca suele faltar,  
  para hacer mal, ocasión.  
  ¡Bien hayan los gariteros  
  magníficos y groseros,  
  que con un ánimo franco

1440

  tienen patente el tabanco  
  para blancos y fulleros!  
  Vamos de aquí, que el prior  
  viene allí con el señor  
  que lo fue de nu[e]stro Cruz,

1445

  gran caballero andaluz,  
  letrado y visitador.  

 

  Éntranse.
  Salen el prior y Tello de Sandoval.

 

Prior Él es un ángel en la tierra, cierto,  
  y vive entre nosotros de manera,  
  como en las soledades del desierto;

1450

  no desmaya ni afloja en la carrera  
  del cielo, adonde, por llegar más presto,  
  corre desnudo y pobre, a la ligera;  
  humilde sobremodo, y tan honesto,  
  que admira a quien le vee en edad florida

1455

  tan recatado en todo y tan compuesto.  
  En efecto, señor, él hace vida  
  de quien puede esperar muerte dichosa,  
  y gloria que no pueda ser medida.  
  Su oración es continua y fervorosa;

1460

  su ayuno, inimitable, y su obediencia,  
  presta, sencilla, humilde y hacendosa.  
  Resucitado ha en la penitencia  
  de los antiguos padres, que en Egipto,  
  en ella acrisolaron la conciencia.

1465

Tello Por millares de lenguas sea bendito  
  el nombre de mi Dios; a este mancebo  
  volvió de do pensé que iba precito.  
  Vuélvome a España, y en el alma llevo  
  tan grande soledad de su persona,

1470

  que quiero exagerarla, y no me atrevo.  
Prior Vuesa merced nos deja una corona  
  que ha de honrar este reino mientras ciña  
  el cerco azul el hijo de Latona.  
  Está entre aquestos bárbaros aún niña

1475

  la fe cristiana, y faltan los obreros  
  que cultiven aquí de Dios la viña,  
  y la leche mejor, y los aceros,  
  que a entrambas les hará mayor provecho.  
  Es ejemplo de [e]stos jornaleros,

1480

  que es menester que tenga sano el pecho  
  el médico que cura a lo divino,  
  para dejar al cielo satisfecho.  

 

  Entran el padre Cruz y fray Antonio.

 

  Aquesta compostura de continuo  
  trae nuestro padre Cruz, tan mansa y grave,

1485

  que alegre y triste sigue su camino:  
  que en él lo triste con lo alegre cabe.  
Cruz Deo gracias.  
Prior Por siempre, amén,  
  estas y todas naciones  
  con viva fe se las den.

1490

Cruz Suplícote me perdones,  
  señor, si no he andado bien,  
  faltando a la cortesía  
  que a tu presencia debía.  
Tello Padre fray Cristóbal mío,

1495

  esto toca en desvarío,  
  porque toca en demasía:  
  yo soy el que he de postrarme  
  a sus pies.  
Cruz Por el oficio  
  que tengo, puedo escusarme

1500

  de haber dado poco indicio  
  de cortés en no humillarme;  
  y más a quien debo tanto,  
  que, a poder decir el cuánto,  
  fuera poco.  
Tello Yo confieso

1505

  que quedo deudor en eso.  
Prior Bien cuadra cortés y santo.  
Tello A España parto mañana;  
  si me manda alguna cosa,  
  haréla de buena gana.

1510

Cruz Tu jornada sea dichosa:  
  viento en popa y la mar llana.  
  Yo, mis pobres oraciones  
  a las celestes regiones  
  enviaré por tu camino,

1515

  puesto, señor, que imagino  
  que en recio tiempo te pones  
  a navegar.  
Tello La derrota  
  está de fuerza que siga  
  de la ya aprestada flota.

1520

Cruz Ni el huracán te persiga,  
  ni toques en la derrota  
  Bermuda, ni en la Florida,  
  de mil cuerpos homicida,  
  adonde, contra natura,

1525

  es el cuerpo sepultura  
  viva del cuerpo sin vida.  
  A Cádiz, como deseas,  
  llegues sano, y en San Lúcar  
  desembarques tus preseas,

1530

  y, en virtudes hecho un Fúcar,  
  presto en Sevilla te veas,  
  donde a mi padre dirás  
  lo que quisieres, y harás  
  por él lo que mereciere.

1535

Tello Haré lo que me pidiere,  
  y si es poco, haré yo más.  
  Y ahora, por paga pido  
  de aquella buena intención  
  que en su crianza he tenido,

1540

  padre, que su bendición  
  me deje aquí enriquecido  
  de esperanzas, con que pueda  
  esperar que me suceda  
  el viaje tan a cuento,

1545

  que sople propicio el viento,  
  y la fortuna esté queda.  
Cruz La de Dios encierre en ésta  
  tanta ventura, que sea  
  la jornada alegre y presta,

1550

  sin que en tormenta se vea  
  ni en la calma que molesta.  
Antonio Si viere allá a la persona...  
Tello ¿De quién?  
Antonio De la Salmerona,  
  encájele un besapiés

1555

  de mi parte, y dos o tres  
  buces, a modo de mona.  
Prior Fray Antonio, ¿cómo es esto?  
  ¿Cómo delante de mí  
  se muestra tan descompuesto?

1560

Antonio Ocurrióseme esto aquí,  
  y vase el señor tan presto,  
  que temí que me faltara  
  lugar do le encomendara  
  estos y otros besamanos:

1565

  que poder ser cortesanos  
  los frailes es cosa clara.  
Prior ¡Calle, y a vernos después!  
Tello Por cierto, que no merece  
  castigo por ser cortés.

1570

Prior Cierta enfermedad padece  
  en la lengua.  
Antonio Ello así es;  
  pero nunca hablo cosa  
  que toque en escandalosa;  
  que hablo a la vizcaína.

1575

Prior Yo hablaré a la diciplina,  
  lengua breve y compendiosa.  
Tello Deme su paternidad  
  licencia, y aqueste enojo  
  no toque en riguridad.

1580

Antonio Si conociera al Patojo,  
  hiciérame caridad  
  de saludalle también  
  de mi parte. Aunque me den  
  diciplina porque calle,

1585

  no puedo no encomendalle  
  aquello que me está bien.  
Prior Vuesa merced vaya en paz,  
  que a cólera no me mueve  
  plática que da solaz,

1590

  y éste, por mozo, se atreve,  
  y él de suyo se es locuaz;  
  y sean estos abrazos  
  muestra de los santos lazos  
  con que caridad nos liga.

1595

 

  Abraza a los dos.

 

[Tello] Mi amor, padre Cruz, le obliga  
  a que apriete más los brazos,  
  y veisme que me enternezco.  
Cruz Dios te guíe, señor mío,  
  que a su protección te ofrezco.

1600

Tello Que me dará yo confío,  
  por vos, más bien que merezco.  

 

  Vase Tello.

 

Prior Venga, fray Antonio, venga.  
Cruz Déjele que se detenga  
  conmigo, padre, aquí un poco.

1605

[Prior] En buen hora; y, si está loco,  
  haga cómo [s]eso tenga.  

 

  Vase el Prior.

 

Cruz ¿Que es posible, fray Antonio,  
  que ha de caer en tal mengua,  
  que consienta que su lengua

1610

  se la gobierne el demonio?  
  Cierto que pone mancilla  
  ver que el demonio maldito  
  le trae las ollas de Egipto  
  en lo que dejó en Sevilla.

1615

  De las cosas ya pasadas,  
  mal hechas, se ha de acordar,  
  no para se deleitar,  
  sino para ser lloradas;  
  de aquella gente perdida

1620

  no debe acordarse más,  
  ni del Compás, si hay compás  
  do se vive sin medida.  
  Sólo dé gracias a Dios,  
  que, por su santa clemencia,

1625

  nos dio de la penitencia  
  la estrecha tabla a los dos,  
  para que, de la tormenta  
  y naufragar casi cierto,  
  de la religión el puerto

1630

  tocásemos sin afrenta.  
Antonio Yo miraré lo que hablo  
  de aquí adelante más cuerdo,  
  pues conozco lo que pierdo,  
  y sé lo que gana el diablo.

1635

  Ruéguele, padre, al prior  
  que en su furia se mitigue,  
  y no al peso me castigue  
  de mi descuidado error.  
Cruz Vamos, que yo le daré

1640

  bastantísima disculpa  
  de su yerro, y por su culpa  
  y las mías rezaré.  

 

  Éntranse todos.
  Sale una dama llamada Doña Ana Treviño, un médico y dos criados. (Todo esto es verdad de la historia).

 

Médico Vuesa merced sepa cierto  
  que aquesta su enfermedad

1645

  es de muy ruin calidad;  
  hablo en ella como experto.  
  Mi oficio obliga a decillo,  
  cause o no cause pasión:  
  que entre razón y razón

1650

  pondrá la Parca el cuchillo.  
  Hablando se ha de quedar  
  muerta; y aquesto le digo  
  como médico y amigo  
  que no la quiere engañar.

1655

Doña [Ana] Pues a mí no me parece  
  que estoy tan mala. ¿Qué es esto?  
  ¿Cómo me anuncia tan presto  
  la muerte?  
Médico El pulso me ofrece,  
  los ojos y la color,

1660

  esta verdad a la clara.  
Doña [Ana] En los ojos de mi cara  
  suele mirarse el Amor.  
Médico Vuesa merced se confiese,  
  y quédense aparte burlas.

1665

Criado 1 Señor, si es que no te burlas,  
  recio mandamiento es ése.  
Médico No me suelo yo burlar  
  en casos deste jaez.  
Doña [Ana] Podrá su merced esta vez,

1670

  si quisiere, perdonar,  
  que ni quiero confesarme,  
  ni hacer cosa que me diga.  
Médico A más mi oficio me obliga,  
  y adiós.  
Doña [Ana] Él querrá ayudarme.

1675

 

  Vase el médico.

 

  Pesado médico y necio,  
  siempre cansa y amohína.  
Criado 2 Crió Dios la medicina,  
  y hase de tener en precio.  
Doña [Ana] La medicina yo alabo,

1680

  pero los médicos no,  
  porque ninguno llegó  
  con lo que es la ciencia al cabo.  
  Algo fatigada estoy.  
Criado 1 Procura desenfadarte,

1685

  esparcerte y alegrarte.  
Doña [Ana] Al campo pienso de ir hoy.  
  Parece que están templando  
  una guitarra allí fuera.  
Criado 1 ¿Será Ambrosio?  
Doña [Ana] Sea quienquiera;

1690

  escuchad, que va cantando.  

 

  Cantan dentro.

 

  Muerte y vida me dan pena;  
  no sé qué remedio escoja:  
  que si la vida me enoja,  
  tampoco la muerte es buena.

1695

 

  Con todo, es mejor vivir:  
  que, en los casos desiguales,  
  el mayor mal de los males  
  se sabe que es el morir.  
  Calle el que canta, que atierra

1700

  oír tratar de la muerte:  
  que no hay tesoro de suerte  
  en tal espacio de tierra.  
  La muerte y la mocedad  
  hacen dura compañía,

1705

  como la noche y el día,  
  la salud y enfermedad;  
  y edad poca y maldad mucha,  
  y voz de muerte a deshora,  
  ¡ay del alma pecadora

1710

  que impenitente la escucha!  
Criado 1 No me contenta mi ama;  
  nunca la he visto peor:  
  fuego es ya, no es resplandor  
  el que en su vista derrama.

1715

 

  Éntranse todos.
  Sale el padre fray Antonio.

 

Antonio Mientras el fraile no llega  
  a ser sacerdote, pasa  
  vida pobre, estrecha, escasa,  
  de quien a veces reniega.  
  Tiene allá el predicador

1720

  sus devotas y sus botas,  
  y el presentado echa gotas  
  y suda con el prior;  
  mas el novicio y corista  
  en el coro y en la escoba

1725

  sus apetitos adoba,  
  diciendo con el Salmista:  
  Et potum meum cum fletu miscebam.  
  Pero bien será callar,  
  pues sé que muchos convienen  
  en que las paredes tienen

1730

  oídos para escuchar.  
  La celda del padre Cruz  
  está abierta, ciertamente;  
  ver quiero este penitente,  
  que está a escuras y es de luz.

1735

 

  Abre la celda; parece el padre Cruz, arrobado, hincado de rodillas, con un crucifijo en la mano.

 

  ¡Mirad qué postura aquella  
  del bravo rufián divino,  
  y si hallará camino  
  Satanás para rompella!  
  Arrobado está, y es cierto

1740

  que, en tanto que él está así,  
  los sentidos tiene en sí  
  tan muertos como de un muerto.  

 

  Suenan desde lejos guitarras y sonajas, y vocería de regocijo. (Todo esto desta máscara y visión fue verdad, que así lo cuenta la historia del santo).

 

  Pero, ¿qué música es ésta?  
  ¿Qué guitarras y sonajas,

1745

  pues los frailes se hacen rajas?  
  ¿Mañana es alguna fiesta?  
  Aunque música a tal hora  
  no es decente en el convento.  
  Miedo de escuchalla siento;

1750

  ¡válgame Nuestra Señora!  

 

  Suena más cerca.

 

  ¡Padre nuestro, despierte,  
  que se hunde el mundo todo  
  de música! No hallo modo  
  bueno alguno con que acierte.

1755

  La música no es divina  
  porque, según voy notando,  
  al modo vienen cantando  
  rufo y de jacarandina.  

 

  Entran a este instante seis con sus máscaras, vestidos como ninfas, lascivamente, y los que han de cantar y tañer, con máscaras de demonios vestidos a lo antiguo, y hacen su danza. (Todo esto fue así, que no es visión supuesta, apócrifa ni mentirosa).

 

  Cantan:

 

  No hay cosa que sea gustosa

1760

  sin Venus blanda, amorosa.  
  No hay comida que así agrade,  
  ni que sea tan sabrosa,  
  como la que guisa Venus,  
  en todos gustos curiosa.

1765

  Ella el verde amargo jugo  
  de la amarga hiel sazona,  
  y de los más tristes tiempos  
  vuelve muy dulces las horas;  
  quien con ella trata, ríe,

1770

  y quien no la trata, llora.  
  Pasa cual sombra en la vida,  
  sin dejar de sí memoria,  
  ni se eterniza en los hijos,  
  y es como el árbol sin hojas,

1775

  sin flor ni fruto, que el suelo  
  con ninguna cosa adorna.  
  Y por esto, en cuanto el sol  
  ciñe y el ancho mar moja,  
  no hay cosa que sea gustosa

1780

  sin Venus blanda, amorosa.  

 

  El padre Cruz, sin abrir los ojos, dice:

 

Cruz No hay cosa que sea gustosa  
  sin la dura cruz preciosa.  
  Si por esta senda estrecha  
  que la cruz señala y forma

1785

  no pone el pie el que camina  
  a la patria venturosa,  
  cuando menos lo pensare,  
  de improviso y a deshora,  
  cairá de un despeñadero

1790

  del abismo en las mazmorras.  
  Torpeza y honestidad  
  nunca las manos se toman,  
  ni pueden caminar juntas  
  por esta senda fragosa.

1795

  Y yo [sé] que en todo el cielo,  
  ni en la tierra, aunque espaciosa,  
  no hay cosa que sea gustosa  
  sin la dura cruz preciosa.  

 

Músicos ¡Dulces días, dulces ratos

1800

  los que en Sevilla se gozan;  
  y dulces comodidades  
  de aquella ciudad famosa,  
  do la libertad campea,  
  y en sucinta y amorosa

1805

  manera Venus camina  
  y a todos se ofrece toda,  
  y risueño el Amor canta  
  con mil pasajes de gloria:  
  No hay cosa que sea gustosa

1810

  sin Venus blanda, amorosa.  

 

Cruz Vade retro!, Sa[ta]nás,  
  que para mi gusto ahora  
  no hay cosa que sea gustosa  
  sin la dura cruz preciosa.

1815

 

  Vanse los demonios, gritando.

 

Antonio Hacerme quiero mil cruces;  
  he visto lo que aún no creo.  
  Afuera el temor, pues veo  
  que viene gente con luces.  
Cruz ¿Qué hace aquí, fray Antonio?

1820

Antonio Estaba mirando atento  
  una danza de quien siento  
  que la guiaba el demonio.  
Cruz Debía de estar durmiendo,  
  y soñaba.  
Antonio No, a fe mía,

1825

  padre Cruz, yo no dormía.  

 

  Entran, a este punto, dos ciudadanos, con sus lanternas, y el Prior.

 

Ciudadano 1 Señor, como voy diciendo,  
  pone gran lástima oílla:  
  que no hay razón de provecho  
  para enternecerle el pecho

1830

  ni de su error divertilla;  
  y, pues habemos venido  
  a tal hora a este convento  
  por remedio, es argumento  
  que es el daño muy crecido.

1835

Prior Que diga que Dios no puede  
  perdonalla, caso estraño;  
  es ése el mayor engaño  
  que al pecador le sucede.  
  Fray Cristóbal de la Cruz

1840

  está en pie, quizá adivino  
  que ha de hacer este camino,  
  y en él dar a este alma luz.  
  Padre, su paternidad  
  con estos señores vaya,

1845

  y cuanto pueda la raya  
  suba de su caridad,  
  que anda muy listo el demonio  
  con un alma pecadora.  
  Vaya con el padre.  
Antonio ¿Ahora?

1850

Prior No replique, fray Antonio.  
Antonio Vamos, que a mí se me alcanza  
  poco o nada, o me imagino  
  que he de ver en el camino  
  la no fantástica danza

1855

  de denantes.  
Cruz Calle un poco,  
  si puede.  
Ciudadano 2 Señor, tardamos,  
  y será bien que nos vamos.  
Antonio Todos me tienen por loco  
  en aqueste monesterio.

1860

Cruz No hable entre dientes; camine,  
  y esas danzas no imagine,  
  que carecen de misterio.  
Prior Vaya con Dios, padre mío.  
Ciudadano 1 Con él vamos muy contentos.

1865

Cruz ¡Favorezca mis intento[s]  
  Dios, de quien siempre confío!  

 

  Sale un clérigo y Doña Ana de Treviño, y acompañamiento.

 

Clérigo Si así la cama la cansa,  
  puede salir a esta sala.  
Doña [Ana] Cualquiera parte halla mala

1870

  la que en ninguna descansa.  
Clérigo Lleguen esas sillas.  
Doña [Ana] Cierto,  
  que me tiene su porfía,  
  padre, helada, yerta y fría,  
  y que ella sola me ha muerto.

1875

  No me canse ni se canse  
  en persuadirme otra cosa,  
  que no soy tan amorosa  
  que con lágrimas me amanse.  
  ¡No hay misericordia alguna

1880

  que me valga en suelo o cielo!  
Clérigo Toda la verdad del cielo  
  a tu mentira repugna.  
  En Dios no hay menoridad  
  de poder, y, si la hubiera,

1885

  su menor parte pudiera  
  curar la mayor maldad.  
  Es Dios un bien infinito,  
  y, a respeto de quien es,  
  cuanto imaginas y ves

1890

  viene a ser punto finito.  
Doña [Ana] Los atributos de Dios  
  son iguales; no os entiendo,  
  ni de entenderos pretendo.  
  Matáisme, y cansáisos vos.

1895

  ¡Bien fuera que Dios ahora,  
  sin que en nada reparara,  
  sin más ni más, perdonara  
  a tan grande pecadora!  
  No hace cosa mal hecha,

1900

  y así, no ha de hacer aquésta.  
Clérigo ¿Hay locura como ésta?  
Doña [Ana] No gritéis, que no aprovecha.  

 

  Entran, a este instante, el padre Cruz y fray Antonio, y pónese el padre a escuchar lo que está diciendo el clérigo, el cual prosigue diciendo:

 

Clérigo Pues nació para salvarme  
  Dios, y en cruz murió enclavado,

1905

  perdonará mi pecado,  
  si está en menos perdonarme.  
  De su parte has de esperar,  
  que de la tuya no esperes,  
  el gran perdón que no quieres,

1910

  que Él se estrema en perdonar.  
  Deus cui proprium est misereri semper, et parcere, et misericordia eius super omnia opera eius.  
  Y el rey, divino cantor,  
  las alabanzas que escuchas,  
  después que ha dicho otras muchas  
  dice de aqueste tenor:

1915

  Misericordias tuas, Domine, in aeternum cantabo.  
  La mayor ofensa haces  
  a Dios que puedes hacer:  
  que, en no esperar y temer,  
  parece que le deshaces,  
  pues vas contra el atributo

1920

  que Él tiene de omnipotente,  
  pecado el más insolente,  
  más sin razón y más bruto.  
  En dos pecados se ha visto,  
  que Judas quiso estremarse,

1925

  y fue el mayor ahorcarse  
  que el haber vendido a Cristo.  
  Hácesle agravio, señora,  
  grande en no esperar en Él,  
  porque es paloma sin hiel

1930

  con quien su pecado llora.  
  Cor contritum et humiliatum, Deus, non despicies.  
  El corazón humillado,  
  Dios por jamás le desprecia;  
  antes, en tanto le precia  
  que es fee y caso averiguado

1935

  que [se] regocija el cielo  
  cuando con nueva conciencia  
  se vuelve a hacer penitencia  
  un pecador en el suelo.  
  El padre Cruz está aquí,

1940

  buen suceso en todo espero.  
Cruz Prosiga, padre, que quiero  
  estarle atento.  
Doña [Ana] ¡Ay de mí,  
  que otro moledor acude  
  a acrecentar mi tormento!

1945

  ¡Pues no ha de mudar mi intento,  
  aunque más trabaje y sude!  
  ¿Qué me queréis, padre, vos,  
  que tan hinchado os llegáis?  
  ¡Bien parece que ignoráis

1950

  cómo para mí no hay Dios!  
  No hay Dios, digo, y mi malicia  
  hace, con mortal discordia,  
  que esconda misericordia  
  el rostro, y no la justicia.

1955

Cruz Dixit insipiens in corde suo: non est Deus.  
  Vuestra humildad, señor, sea  
  servida de encomendarme  
  a Dios, que quiero mostrarme  
  sucesor en su pelea.  

 

  Híncanse de rodillas el clérigo, fray Antonio y el padre Cruz, y los circustantes todos.

 

  ¡Dichosa del cielo puerta,

1960

  que levantó la caída  
  y resucitó la vida  
  de nuestra esperanza muerta!  
  ¡Pide a tu parto dichoso  
  que ablande aquí estas entrañas,

1965

  y muestre aquí las hazañas  
  de su corazón piadoso!  
  Et docebo iniquos vias tuas, et impii ad te convertentur.  
  Mi señora doña Ana de Treviño,  
  estando ya tan cerca la partida  
  del otro mundo, pobre es el aliño

1970

  que veo en esta amarga despedida.  
  Blancas las almas como blanco armiño  
  han de entrar en la patria de la vida,  
  que ha de durar por infinitos siglos,  
  y negras donde habitan los vestiglos.

1975

  Mirad dónde queréis vuestra alma vaya:  
  escogedle la patria a vuestro gusto.  
Doña [Ana] La justicia de Dios me tiene a raya:  
  no me ha de perdonar, por ser tan justo;  
  al malo la justicia le desmaya;

1980

  no habita la esperanza en el injusto  
  pecho del pecador, ni es bien que habite.  
Cruz Tal error de tu pecho Dios le quite.  
  En la hora que la muerte  
  a la pobre vida alcanza,

1985

  se ha de asir de la esperanza  
  el alma que en ello advierte;  
  que, en término tan estrecho,  
  y de tan fuerte rigor,  
  no es posible que el temor

1990

  sea al alma de provecho.  
  El esperar y el temer  
  en la vida han de andar juntos;  
  pero en la muerte otros puntos  
  han de guardar y tener.

1995

  El que, en el palenque puesto,  
  teme a su contrario, yerra;  
  y está, el que animoso cierra,  
  a la vitoria dispuesto.  
  En el campo estáis, señora;

2000

  la guerra será esta tarde;  
  mirad que no os acobarde  
  el enemigo en tal hora.  
Doña [Ana] Sin armas, ¿cómo he de entrar  
  en el trance riguroso,

2005

  siendo el contrario mañoso  
  y duro de contrastar?  
Cruz Confiad en el padrino  
  y en el juez, que es mi Dios.  
Doña [Ana] Parece que dais los dos

2010

  en un mismo desatino.  
  D[e]jadme, que, en conclusión,  
  tengo el alma de manera  
  que no quiero, aunque Dios quiera,  
  gozar de indulto y perdón.

2015

  ¡Ay, que se me arranca el alma!  
  ¡Desesperada me muero!  
Cruz Demonio, en Jesús espero  
  que no has de llevar la palma  
  desta empresa. ¡Oh Virgen pura!

2020

  ¿Cómo vuestro auxilio tarda?  
  ¡Ángel bueno de su guarda,  
  ved que el malo se apresura!  
  Padre mío, no desista  
  de la oración, rece más,

2025

  que es arma que a Satanás  
  le vence en cualquier conquista.  
Antonio Cuerpo ayuno y desvelado  
  fácilmente se empereza,  
  y, más que reza, bosteza,

2030

  indevoto y desmayado.  
Doña [Ana] ¡Que tan sin obras se halle  
  mi alma!  
Cruz Si fee recobras,  
  yo haré que te sobren obras.  
Doña [Ana] ¿Hállanse, a dicha, en la calle?

2035

  ¿Y la[s] que he hecho hasta aquí  
  han sido sino de muerte?  
Cruz Escucha un poco, y advierte  
  lo que ahora diré.  
Doña [Ana] Di.  
Cruz Un religioso que ha estado

2040

  gran tiempo en su religión,  
  y con limpio corazón  
  siempre su regla ha guardado,  
  haciendo tal penitencia  
  que mil veces el prior

2045

  le manda tiemple el rigor  
  en virtud de la obediencia;  
  y él, con ayunos continuos,  
  con oración y humildad,  
  busca de riguridad

2050

  los más ásperos caminos:  
  e[l] duro suelo es su cama;  
  sus lágrimas, su bebida,  
  y sazona su comida  
  de Dios la amorosa llama;

2055

  un canto aplica a su pecho  
  con golpes, de tal manera  
  que, aunque de diamante fuera,  
  le tuviera ya deshecho;  
  por huir del torpe vicio

2060

  de la carne y su regalo,  
  su camisa, aunque esté malo,  
  es de un áspero silicio;  
  descalzo siempre los pies,  
  de toda malicia ajeno,

2065

  amando a Dios por ser bueno,  
  sin mirar otro interés.  
Doña [Ana] ¿Qué quieres deso inferir,  
  padre?  
Cruz Que digáis, señora,  
  si este tal podrá, en la hora

2070

  angustiada del morir,  
  tener alguna esperanza  
  de salvarse.  
Doña [Ana] ¿Por qué no?  
  ¡Ojalá tuviera yo  
  la menor parte que alcanza

2075

  de tales obras tal padre!  
  Pero no tengo ni aun una  
  que en esta angustia importuna  
  a mis esperanzas cuadre.  
Cruz Yo os daré todas las mías,

2080

  y tomaré el grave cargo  
  de las vuestras a mi cargo.  
Doña [Ana] Padre, dime: ¿desvarías?  
  ¿Cómo se puede hacer eso?  
Cruz Si te quieres confesar,

2085

  los montes puede allanar  
  de caridad el exceso.  
  Pon tú el arrepentimiento  
  de tu parte, y verás luego  
  cómo en tus obras me entrego,

2090

  y tú en aquellas que cuento.  
Doña [Ana] ¿Dónde están los fiadores  
  que aseguren el concierto?  
Cruz Yo estoy bien seguro y cierto  
  que nadie los dio mejores,

2095

  ni tan grandes, ni tan buenos,  
  ni tan ricos, ni tan llanos,  
  puesto que son soberanos,  
  y de inmensa alteza llenos.  
Doña [Ana] ¿A quién me dais?  
Cruz A la pura,

2100

  sacrosanta, rica y bella  
  que fue madre y fue doncella,  
  crisol de nuestra ventura.  
  A Cristo crucificado  
  os doy por fiador también;

2105

  dóyosle niño en Belén,  
  perdido y después hallado.  
Doña [Ana] Los fiadores me contentan;  
  los testigos, ¿quién serán?  
Cruz Cuantos en el cielo están

2110

  y en sus escaños se sientan.  
Doña [Ana] El contrato referid,  
  porque yo quede enterada  
  de la merced señalada  
  que me hacéis.  
Cruz Cielos, oíd:

2115

  «Yo, fray Cristóbal de la Cruz, indigno  
  religioso y profeso en la sagrada  
  orden del patriarca felicísimo  
  Domingo santo, en esta forma digo:  
  Que al alma de doña Ana de Treviño,

2120

  que está presente, doy de buena gana  
  todas las buenas obras que yo he hecho  
  en caridad y en gracia, desde el punto  
  que dejé la carrera de la muerte  
  y entré en la de la vida; doyle todos

2125

  mis ayunos, mis lágrimas y azotes,  
  y el mérito santísimo de cuantas  
  misas he dicho, y asimismo doyle  
  mis oraciones todas y deseos,  
  que han tenido a mi Dios siempre por blanco;

2130

  y, en contracambio, tomo sus pecados,  
  por inormes que sean, y me obligo  
  de dar la cuenta dellos en el alto  
  y eterno tribunal de Dios eterno,  
  y pagar los alcances y las penas

2135

  que merecieren sus pecados todos.  
  Mas es la condición deste concierto  
  que ella primero de su parte ponga  
  la confesión y el arrepentimiento.»  
Antonio ¡Caso jamás oído es éste, padre!

2140

Clérigo Y caridad jamás imaginada.  
Cruz Y, para que me crea y se asegure,  
  le doy por fiadores a la Virgen  
  Santísima María y a su Hijo,  
  y a las once mil vírgines benditas,

2145

  que son mis valedoras y abogadas;  
  y a la tierra y el cielo hago testigos,  
  y a todos los presentes que me escuchan.  
  Moradores del cielo, no se os pase  
  esta ocasión, pues que podéis en ella

2150

  mostrar la caridad vuestra encendida;  
  pedid al gran Pastor de los rebaños  
  del cielo y de la tierra que no deje  
  que lleve Satanás esta ovejuela  
  que él almagró con su preciosa sangre.

2155

  Señora, ¿no aceptáis este concierto?  
Doña [Ana] Sí acepto, padre, y pido, arrepentida,  
  confesión, que me muero.  
Clérigo ¡Obras son éstas,  
  gran Señor, de las tuyas!  
Antonio ¡Bueno queda  
  el padre Cruz ahora, hecha arista

2160

  el alma, seca y sola como espárrago!  
  Paréceme que vuelve al Sicut erat,  
  y que deja el breviario y se acomoda  
  con el barcelonés y la de ganchos.  
  Siempre fue liberal, o malo, o bueno.

2165

Doña [Ana] Padre, no me dilate este remedio;  
  oiga las culpas que a su cargo quedan,  
  que, si no le desmayan por ser tantas,  
  yo moriré segura y confiada  
  que he de alcanzar perdón de todas ellas.

2170

Cruz Padre, vaya al convento, y dé esta nueva  
  a nuestro padre, y ruéguele que haga  
  general oración, dando las gracias  
  a Dios deste suceso milagroso,  
  en tanto que a esta nueva penitente

2175

  oigo de confesión.  
Antonio A mí me place.  
Cruz Vamos do estemos solos.  
Doña [Ana] En buen hora.  
Clérigo ¡Oh bienaventurada pecadora!  

 

 

Fin de la segunda jornada

 

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