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COMEDIA FAMOSA INTITULADA
LA GRAN SULTANA DOÑA CATALINA DE OVIEDO
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| Sale Salec, turco, y Roberto, vestido a lo griego, y, detrás dellos, un alárabe, vestido de un alquicel; trai en una lanza muchas estopas, y en una varilla de membrillo, en la punta, un papel como billete, y una velilla de cera encendida en la mano; este tal alárabe se pone al lado del teatro, sin hablar palabra, y luego dice Roberto: |
| Roberto | La pompa y majestad deste tirano, | |
| sin duda alguna, sube y se engrandece | ||
| sobre las fuerzas del poder humano. | ||
| Mas, ¿qué fantasma es esta que se ofrece, | ||
| coronada de estopas media lanza? | 5 |
|
| Alárabe en el traje me parece. | ||
| Salec | Tienen aquí los pobres esta usanza | |
| cuando alguno a pedir justicia viene | ||
| (que sólo el interés es quien la alcanza): | ||
| de una caña y de estopas se previene, | 10 |
|
| y cuando el Turco pasa enciende fuego, | ||
| a cuyo resplandor él se detiene; | ||
| pide justicia a voces, dale luego | ||
| lugar la guarda, y el pobre, como jara, | ||
| arremete turbado y sin sosiego, | 15 |
|
| y en la punta y remate de una vara |
| al Gran Señor su memorial presenta, | ||
| que para aquel efecto el paso para. | ||
| Luego, a un bello garzón, que tiene cuenta | ||
| con estos memoriales, se le entrega, | 20 |
|
| que, en relación, después, dellos da cuenta; | ||
| pero jamás el término se llega | ||
| del buen despacho destos miserables, | ||
| que el interés le turba y se le niega. | ||
| Roberto | Cosas he visto aquí que de admirables | 25 |
| pueden al más gallardo entendimiento | ||
| suspender. | ||
| Salec | Verás otras más notables. | |
| Ya está a pie el Gran Señor; puedes atento | ||
| verle a tu gusto, que el cristiano puede | ||
| mirarle rostro a rostro a su contento. | 30 |
|
| A ningún moro o turco se concede | ||
| que levante los ojos a miralle, | ||
| y en esto a toda majestad excede. |
| Entra a este instante el Gran Turco con mucho acompañamiento; delante de sí lleva un paje vestido a lo turquesco, con una flecha en la mano, levantada en alto, y detrás del Turco van otros dos garzones con dos bolsas de terciopelo verde, donde ponen los papeles que el Turco les da. |
| Roberto | Por cierto, él es mancebo de buen talle, | |
| y que, de gravedad y bizarría, | 35 |
|
| la fama, con razón, puede loalle. | ||
| Salec | Hoy hace la zalá en Santa Sofía, | |
| ese templo que ves, que en la grandeza | ||
| excede a cuantos tiene la Turquía. | ||
| Roberto | A encender y a gritar el moro empieza; | 40 |
| el Turco se detiene mesurado, | ||
| señal de pïedad como de alteza. | ||
| El moro llega; un memorial le ha dado; | ||
| el Gran Señor le toma y se le entrega | ||
| a un bel garzón que casi trai al lado. | 45 |
| En tanto que esto dice Roberto y el Turco pasa, tiene Salec doblado el cuerpo y inclinada la cabeza, sin miralle al rostro. |
| Salec | Esta audiencia al que es pobre no se niega. | |
| ¿Podré alzar la cabeza? | ||
| Roberto | Alza y mira, | |
| que ya el Señor a la mezquita llega, | ||
| cuya grandeza desde aquí me admira. |
| Éntrase el Gran Señor, y queda en el teatro Salec y Roberto. |
| Salec | ¿Qué te parece Roberto, | 50 |
| de la pompa y majestad | ||
| que aquí se te ha descubierto? | ||
| Roberto | Que no creo a la verdad, | |
| y pongo duda en lo cierto. | ||
| Salec | De a pie y de a caballo, van | 55 |
| seis mil soldados. | ||
| Roberto | Sí irán. | |
| Salec | No hay dudar, que seis mil son. | |
| Roberto | Juntamente, admiración | |
| y gusto y asombro dan. | ||
| Salec | Cuando sale a la zalá | 60 |
| sale con este decoro; | ||
| y es el día del xumá, | ||
| que así al viernes llama el moro. | ||
| Roberto | ¡Bien acompañado va! | |
| Pero, pues nos da lugar | 65 |
|
| el tiempo, quiero acabar | ||
| de contarte lo que ayer | ||
| comencé a darte a entender. | ||
| Salec | Vuelve, amigo, a comenzar. | |
| Roberto | «Aquel mancebo que dije | 70 |
| vengo a buscar: que le quiero | ||
| más que al alma por quien vivo, | ||
| más que a los ojos que tengo. | ||
| Desde su pequeña edad, | ||
| fui su ayo y su maestro, | 75 |
|
| y del templo de la fama | ||
| le enseñé el camino estrecho; | ||
| encaminéle los pasos | ||
| por el angosto sendero | ||
| de la virtud; tuve a raya | 80 |
|
| sus juveniles deseos; | ||
| pero no fueron bastantes | ||
| mis bien mirados consejos, | ||
| mis persecuciones cristianas, | ||
| del bien y mal mil ejemplos, | 85 |
|
| para que, en mitad del curso | ||
| de su más florido tiempo, | ||
| amor no le saltease, | ||
| monfí de los años tiernos. | ||
| Enamoróse de Clara, | 90 |
|
| la hija de aquel Lamberto | ||
| que tú en Praga conociste, | ||
| teutónico caballero. | ||
| Sus padres y su hermosura | ||
| nombre de Clara la dieron; | 95 |
|
| pero quizá sus desdichas | ||
| en escuridad la han puesto. | ||
| Demandóla por esposa, | ||
| y no salió con su intento; | ||
| no porque no fuese igual | 100 |
|
| y acertado el casamiento, | ||
| sino porque las desgracias | ||
| traen su corriente de lejos, | ||
| y no hay diligencia humana | ||
| que prevenga su remedio. | 105 |
|
| Finalmente, él la sacó: | ||
| que voluntades que han puesto | ||
| la mira en cumplir su gusto, | ||
| pierden respetos y miedos. | ||
| Solos y a pie, en una noche | 110 |
|
| de las frías del invierno, | ||
| iban los pobres amantes, | ||
| sin saber adónde, huyendo; | ||
| y, al tiempo que ya yo había | ||
| echado a Lamberto menos | 115 |
|
| (que éste [es] el nombre del triste | ||
| que he dicho que a buscar vengo), | ||
| con aliento desmayado, | ||
| de un frío sudor cubierto | ||
| el rostro, y todo turbado, | 120 |
|
| ante mis ojos le veo. | ||
| Arrojóseme a los pies, | ||
| la color como de un muerto, | ||
| y, con voz interrumpida | ||
| de sollozos, dijo: ``Muero, | 125 |
|
| padre y señor, que estos nombres | ||
| a tus obras se los debo. | ||
| A Clara llevan cautiva | ||
| los turcos de Rocaferro. | ||
| Yo, cobarde; yo, mezquino | 130 |
|
| y un traidor, que no lo niego, | ||
| hela dejado en sus manos, | ||
| por tener los pies ligeros. | ||
| Esta noche la llevaba | ||
| no sé adónde, aunque sé cierto | 135 |
|
| que, si fortuna quisiera, | ||
| fuéramos los dos al cielo''. | ||
| A la nueva triste y nueva, | ||
| en un confuso silencio | ||
| quedé, sin osar decirle: | 140 |
|
| ``Hijo mío, ¿cómo es esto?'' | ||
| De aquesta perplejidad | ||
| me sacó el marcial estruendo | ||
| del rebato a que tocaron | ||
| las campanas en el pueblo. | 145 |
|
| Púseme luego a caballo, | ||
| salió conmigo Lamberto | ||
| en otro, y salió una tropa | ||
| de caballos herreruelos. | ||
| Con la escuridad, perdimos | 150 |
|
| el rastro de los que hicieron | ||
| el robo de Clara, y otros | ||
| que con el día se vieron. | ||
| Temerosos de celada, | ||
| no nos apartamos lejos | 155 |
|
| del lugar, al cual volvimos | ||
| cansados y sin Lamberto.» | ||
| Salec | Pues, ¿cómo? ¿Quedóse aposta? | |
| Roberto | «Aposta, a lo que sospecho, | |
| porque nunca ha parecido | 160 |
|
| desde entonces, vivo o muerto. | ||
| Su padre ofreció por Clara | ||
| gran cantidad de dinero, | ||
| pero no le fue posible | ||
| cobrarla por ningún precio. | 165 |
|
| Díjose por cosa cierta | ||
| que el turco que fue su dueño | ||
| la presentó al Gran Señor | ||
| por ser hermosa en estremo.» | ||
| Por saber si esto es verdad, | 170 |
|
| y por saber de Lamberto, | ||
| he venido como has visto | ||
| aquí en hábito de griego. | ||
| Sé hablar la lengua de modo | ||
| que pasar por griego entiendo. | 175 |
|
| Salec | Puesto que nunca la sepas, | |
| no tienes de qué haber miedo: | ||
| aquí todo es confusión, | ||
| y todos nos entendemos | ||
| con una lengua mezclada | 180 |
|
| que ignoramos y sabemos. | ||
| De mí no te escaparás, | ||
| pues cuando te vi, al momento | ||
| te conocí. | ||
| Roberto | ¡Gran memoria! | |
| Salec | Siempre la tuve en estremo. | 185 |
| Roberto | Pues, ¿cómo te has olvidado | |
| de quién eres? | ||
| Salec | No hablemos | |
| en eso agora: otro día | ||
| de mis cosas trataremos; | ||
| que, si va a decir verdad, | 190 |
|
| yo ninguna cosa creo. | ||
| Roberto | Fino ateísta te muestras. | |
| Salec | Yo no sé lo que me muestro; | |
| sólo sé que he de mostrarte, | ||
| con obras al descubierto, | 195 |
|
| que soy tu amigo, a la traza | ||
| como lo fui en algún tiempo; | ||
| y, para saber de Clara, | ||
| un eunuco del gobierno | ||
| del serrallo del Gran Turco | 200 |
|
| podrá hacerme satisfecho, | ||
| que es mi amigo. Y, entre tanto, | ||
| puedes mirar por Lamberto: | ||
| quizá, como tuvo el alma, | ||
| también tendrá preso el cuerpo. | 205 |
| Éntranse. | |
| Salen Mamí y Rustán, eunucos. |
| Mamí | Ten, Rustán, la lengua muda, | |
| y conmigo no autorices | ||
| tu fee, de verdad desnuda, | ||
| pues mientes en cuanto dices, | ||
| y eres cristiano, sin duda: | 210 |
|
| que el tener ansí encerrada | ||
| tanto tiempo y tan guardada | ||
| a la cautiva española, | ||
| es señal bastante y sola | ||
| que tu intención es dañada. | 215 |
|
| Has quitado al Gran Señor | ||
| de gozar la hermosura | ||
| que tiene el mundo mayor, | ||
| siendo mal darle madura | ||
| fruta, que verde es mejor. | 220 |
|
| Seis años ha que la celas | ||
| y la encubres con cautelas | ||
| que ya no pueden durar, | ||
| y agora por desvelar | ||
| esta verdad te desvelas. | 225 |
|
| Pero, ¡espera, perro, aguarda, | ||
| y verás de qué manera | ||
| la fe al Gran Señor se guarda! | ||
| Rustán | ¡Mamí amigo, espera, espera! | |
| Mamí | Llega el castigo, aunque tarda; | 230 |
| y el que sabe una traición, | ||
| y se está sin descubrilla | ||
| algún tiempo, da ocasión | ||
| de pensar si en consentilla | ||
| tuvo parte la intención. | 235 |
|
| La tuya he sabido hoy, | ||
| y así, al Gran Señor me voy | ||
| a contarle tu maldad. |
| Éntrase Mamí. |
| Rustán | No hay negalle esta verdad; | |
| por empalado me doy. | 240 |
| Sale Doña Catalina de Oviedo, Gran Sultana, vestida a la turquesca. |
| Sultana | Rustán, ¿qué hay? | |
| Rustán | Mi señora, | |
| de nuestra temprana muerte | ||
| es ya llegada la hora: | ||
| que así el alma me lo advierte, | ||
| pues en mi costancia llora; | 245 |
|
| que, aunque parezco mujer, | ||
| nunca suelo yo verter | ||
| lágrimas que den señal | ||
| de grande bien o gran mal, | ||
| como suele acontecer. | 250 |
|
| Mamí, señora, ha notado, | ||
| con astucia y con maldad, | ||
| el tiempo que te he guardado, | ||
| y ha juzgado mi lealtad | ||
| por traición y por pecado. | 255 |
|
| Al Gran Señor va derecho | ||
| a contar por malo el hecho | ||
| que yo he tenido por bueno, | ||
| de malicia y rabia lleno | ||
| el siempre maligno pecho. | 260 |
|
| Sultana | ¿Qué hemos de hacer? | |
| Rustán | Esperar | |
| la muerte con la entereza | ||
| que se puede imaginar, | ||
| aunque sé que a tu belleza | ||
| sultán ha de respetar. | 265 |
|
| No te matará sultán; | ||
| quien muera será Rustán, | ||
| como deste caso autor. | ||
| Sultana | ¿Es crüel el Gran Señor? | |
| Rustán | Nombre de blando le dan; | 270 |
| pero, en efecto, es tirano. | ||
| Sultana | Con todo, confío en Dios, | |
| que su poderosa mano | ||
| ha de librar a los dos | ||
| deste temor, que no es vano; | 275 |
|
| y si estuvieren cerrados | ||
| los cielos por mis pecados, | ||
| por no oír mi petición, | ||
| dispondré mi corazón | ||
| a casos más desastrados. | 280 |
|
| No triunfará el inhumano | ||
| del alma; del cuerpo, sí, | ||
| caduco, frágil y vano. | ||
| Rustán | Este suceso temí | |
| de mi proceder cristiano. | 285 |
|
| Mas no estoy arrepentido; | ||
| antes, estoy prevenido | ||
| de paciencia y sufrimiento | ||
| para cualquiera tormento. | ||
| Sultana | Con mi intención has venido. | 290 |
| Dispuesta estoy a tener | ||
| por regalo cualquier pena | ||
| que me pueda suceder. | ||
| Rustán | Nunca a muerte se condena | |
| tan gallardo parecer. | 295 |
|
| Hallarás en tu hermosura, | ||
| no pena, sino ventura; | ||
| yo, por el contrario estremo, | ||
| hallaré, como lo temo, | ||
| en el fuego sepultura. | 300 |
|
| Sultana | Bien podrá ofrecerme el mundo | |
| cuantos tesoros encierra | ||
| la tierra y el mar profundo; | ||
| podrá bien hacerme guerra | ||
| el contrario sin segundo | 305 |
|
| con una y otra legión | ||
| de su infernal escuadrón; | ||
| pero no podrán, Dios mío, | ||
| como yo de vos confío, | ||
| mudar mi buena intención. | 310 |
|
| En mi tierna edad perdí, | ||
| Dios mío, la libertad, | ||
| que aun apenas conocí; | ||
| trújome aquí la beldad, | ||
| Señor, que pusiste en mí; | 315 |
|
| si ella ha de ser instrumento | ||
| de perderme, yo consiento, | ||
| petición cristiana y cuerda, | ||
| que mi belleza se pierda | ||
| por milagro en un momento; | 320 |
|
| esta rosada color | ||
| que tengo, según se muestra | ||
| en mi espejo adulador, | ||
| marchítala con tu diestra; | ||
| vuélveme fea, Señor; | 325 |
|
| que no es bien que lleve palma | ||
| de la hermosura del alma | ||
| la del cuerpo. | ||
| Rustán | Dices bien. | |
| Mas no es bien que aquí se estén | ||
| nuestros sentidos en calma, | 330 |
|
| sin que demos traza o medio | ||
| de buscar a nuestra culpa | ||
| o ya disculpa, o remedio. | ||
| Sultana | Del remedio a la disculpa | |
| hay grandes montes en medio. | 335 |
|
| Vámonos a apercebir, | ||
| amigo, para morir | ||
| cristianos. | ||
| Rustán | Remedio es ése | |
| del más subido interese | ||
| que al Cielo puedes pedir. | 340 |
| Éntranse. | |
| Salen Mamí, el eunuco, y el Gran Turco. |
| Mamí | Morato Arráez, Gran Señor, | |
| te la presentó, y es ella | ||
| la primera y la mejor | ||
| que del título de bella | ||
| puede llevarse el honor. | 345 |
|
| De tus ojos escondido | ||
| este gran tesoro ha sido | ||
| por industria de Rustán | ||
| seis años, y a siete van, | ||
| según la cuenta he tenido. | 350 |
|
| Turco | ¿Y del modo que has contado | |
| es hermosa? | ||
| Mamí | Es tan hermosa | |
| como en el jardín cerrado | ||
| la entreabierta y fresca rosa | ||
| a quien el sol no ha tocado; | 355 |
|
| o como el alba serena, | ||
| de aljófar y perlas llena, | ||
| al salir del claro Oriente; | ||
| o como sol al Poniente, | ||
| con los reflejos que ordena. | 360 |
|
| Robó la naturaleza | ||
| lo mejor de cada cosa | ||
| para formar esta pieza, | ||
| y así, la sacó hermosa | ||
| sobre la humana belleza. | 365 |
|
| Quitó al cielo dos estrellas, | ||
| que puso en las luces bellas | ||
| de sus bellísimos ojos, | ||
| con que de amor los despojos | ||
| se aumentan, pues vive en ellas. | 370 |
|
| El todo y sus partes son | ||
| correspondientes de modo, | ||
| que me muestra la razón | ||
| que en las partes y en el todo | ||
| asiste la perfección. | 375 |
|
| Y con esto se conforma | ||
| el color, que hace la forma | ||
| hermosa en un grado inmenso. | ||
| Turco | Este loco, a lo que pienso, | |
| de alguna diosa me informa. | 380 |
|
| Mamí | A su belleza, que es tanta | |
| que pasa al imaginar, | ||
| su discreción se adelanta. | ||
| Turco | Tú me la harás adorar | |
| por cosa divina y santa. | 385 |
|
| Mamí | Tal jamás la ha visto el sol, | |
| ni otra fundió en su crisol | ||
| el cielo que la compuso; | ||
| y, sobre todo, le puso | ||
| el desenfado español. | 390 |
|
| Digo, señor, que es divina | ||
| la beldad desta cautiva, | ||
| en el mundo peregrina. | ||
| Turco | De verla el deseo se aviva. | |
| ¿Y llámase? | ||
| Mamí | Catalina, | 395 |
| y es de Oviedo el sobrenombre. | ||
| Turco | ¿Cómo no ha mudado el nombre, | |
| siendo ya turca? | ||
| Mamí | No sé; | |
| como no ha mudado fe, | ||
| no apetece otro renombre. | 400 |
|
| Turco | ¿Luego, es cristiana? | |
| Mamí | Yo hallo | |
| por mi cuenta que lo es. | ||
| Turco | ¿Cristiana, y en mi serrallo? | |
| Mamí | Más deben de estar de tres; | |
| mas, ¿quién podrá averiguallo? | 405 |
|
| Si otra cosa yo supiera, | ||
| como aquésta, la dijera, | ||
| sin encubrir un momento | ||
| dicho o hecho o pensamiento | ||
| que contra ti se ofreciera. | 410 |
|
| Turco | Descuido es vuestro y maldad. | |
| Mamí | Yo sé decir que te adoro | |
| y sirvo con la lealtad | ||
| y con el justo decoro | ||
| que debo a tu majestad. | 415 |
|
| Turco | Al serrallo iré esta tarde | |
| a ver si yela o si arde | ||
| la belleza única y sola | ||
| de tu alabada española. | ||
| Mamí | Mahoma, señor, te guarde. | 420 |
| Éntranse estos dos. | |
| Salen Madrigal, cautivo, y Andrés, en hábito de griego. |
| Madrigal | ¡Vive Roque, canalla barretina, | |
| que no habéis de gozar de la cazuela, | ||
| llena de boronía y caldo prieto! | ||
| Andrea | ¿Con quién las has, cristiano? | |
| Madrigal | No con naide. | |
| ¿No escucháis la bolina y la algazara | 425 |
|
| que suena dentro desta casa? |
| Dice dentro un judío: |
| Judío | ¡Ah perro! | |
| ¡El Dío te maldiga y te confunda! | ||
| ¡[J]amás la libertad amada alcances! | ||
| Andrea | Di: ¿por qué te maldicen estos tristes? | |
| Madrigal | Entré sin que me viesen en su casa, | 430 |
| y en una gran cazuela que tenían | ||
| de un guisado que llaman boronía, | ||
| les eché de tocino un gran pedazo. | ||
| Andrea | Pues, ¿quién te lo dio a ti? | |
| Madrigal | Ciertos jenízaros | |
| mataron en el monte el otro día | 435 |
|
| un puerco jabalí, que le vendieron | ||
| a los cristianos de Mamud Arráez, | ||
| de los cuales compré de la papada | ||
| lo que está en la cazuela sepultado | ||
| para dar sepultura a estos malditos, | 440 |
|
| con quien tengo rencor y mal talante; | ||
| a quien el diablo pape, engulla y sorba. |
| Pónese un judío a la ventana. |
| Judío | ¡Mueras de hambre, bárbaro insolente; | |
| el cuotidiano pan te niegue el Dío; | ||
| andes de puerta en puerta mendigando; | 445 |
|
| échente de la tierra como a gafo, | ||
| agraz de nuestros ojos, espantajo, | ||
| de nuestra sinagoga asombro y miedo, | ||
| de nuestras criaturas enemigo | ||
| el mayor que tenemos en el mundo! | 450 |
|
| Madrigal | ¡Agáchate, judío! | |
| Judío | ¡Ay, sin ventura, | |
| que entrambas sienes me ha quebrado! ¡Ay triste! | ||
| Andrea | Sí, que no le tiraste. | |
| Madrigal | ¡Ni por pienso! | |
| Andrea | Pues, ¿de qué se lamenta el hideputa? |
| Dice dentro otro judío: |
| Judío | Quítate, Zabulón, de la ventana, | 455 |
| que ese perro español es un demonio, | ||
| y te hará pedazos la cabeza | ||
| con sólo que te escupa y que te acierte. | ||
| ¡Guayas, y qué comida que tenemos! | ||
| ¡Guayas, y qué cazuela que se pierde! | 460 |
|
| Madrigal | ¿Los plantos de Ramá volvéis al mundo, | |
| canalla miserable? ¿Otra vez vuelves, | ||
| perro? | ||
| Judío | ¡Qué!, ¿aún no te has ido? ¿Por ventura | |
| quieres atosigarnos el aliento? | ||
| Madrigal | ¡Recógeme este prisco! |
| Dicen dentro: |
| ¿No aprovecha | 465 |
|
| decirte, Zabulón, que no te asomes? | ||
| Déjale ya en mal hora; éntrate, hijo. | ||
| Andrea | ¡Oh gente aniquilada! ¡Oh infame, oh sucia | |
| raza, y a qué miseria os ha traído | ||
| vuestro vano esperar, vuestra locura | 470 |
|
| y vuestra incomparable pertinacia, | ||
| a quien llamáis firmeza y fee inmudable | ||
| contra toda verdad y buen discurso! | ||
| Ya parece que callan; ya en silencio | ||
| pasan su burla y hambre los mezquinos. | 475 |
|
| Español, ¿conocéisme? | ||
| Madrigal | Juraría | |
| [q]ue en mi vida os he visto. | ||
| Andrea | Soy Andrea, | |
| la espía. | ||
| Madrigal | ¿Vos, Andrea? | |
| Andrea | Sí, sin duda. | |
| Madrigal | ¿El que llevó a Castillo y Palomares, | |
| mis camaradas? | ||
| Andrea | Y el que llevó a Meléndez, | 480 |
| a Arguijo y Santisteban, todos juntos, | ||
| y en Nápoles los dejó a sus anchuras, | ||
| de la agradable libertad gozando. | ||
| Madrigal | ¿Cómo me conocistes? | |
| Andrea | La memoria | |
| tenéis dada a adobar, a lo que entiendo, | 485 |
|
| o reducida a voluntad no buena. | ||
| ¿No os acordáis que os vi y hablé la noche | ||
| que recogí a los cinco, y vos quisistes | ||
| quedaros por no más de vuestro gusto, | ||
| poniendo por escusa que os tenía | 490 |
|
| amor rendida el alma, y que una alárabe, | ||
| con nuevo cautiverio y nuevas leyes, | ||
| os la tenía encadenada y presa? | ||
| Madrigal | Verdad; y aun todavía tengo el yugo | |
| al cuello, todavía estoy cautivo, | 495 |
|
| todavía la fuerza poderosa | ||
| de amor tiene sujeto a mi albedrío. | ||
| Andrea | Luego, ¿en balde será tratar yo agora | |
| de que os vengáis conmigo? | ||
| Madrigal | En balde, cierto. | |
| Andrea | ¡Desdichado de vos! | |
| Madrigal | Quizá dichoso. | 500 |
| Andrea | ¿Cómo puede ser esto? | |
| Madrigal | Son las leyes | |
| del gusto poderosas sobremodo. | ||
| Andrea | Una resolución gallarda puede | |
| romperlas. | ||
| Madrigal | Yo lo creo; mas no es tiempo | |
| de ponerme a los brazos con sus fuerzas. | 505 |
|
| Andrea | ¿No sois vos español? | |
| Madrigal | ¿Por qué? ¿Por esto? | |
| Pues, por las once mil de malla juro, | ||
| y por el alto, dulce, omnipotente | ||
| deseo que se encierra bajo el hopo | ||
| de cuatro acomodados porcionistas, | 510 |
|
| que he de romper por montes de diamantes | ||
| y por dificultades indecibles, | ||
| y he de llevar mi libertad en peso | ||
| sobre los propios hombros de mi gusto, | ||
| y entrar triunfando en Nápoles la bella | 515 |
|
| con dos o tres galeras levantadas | ||
| por mi industria y valor, y Dios delante, | ||
| y dando a la Anunciada los dos bucos, | ||
| quedaré con el uno rico y próspero; | ||
| y no ponerme ahora a andar por trena, | 520 |
|
| cargado de temor y de miseria. | ||
| Andrea | ¡Español sois, sin duda! | |
| Madrigal | Y soylo, y soylo, | |
| lo he sido y lo seré mientras que viva, | ||
| y aun después de ser muerto ochenta siglos. | ||
| Andrea | ¿Habrá quién quiera libertad huyendo? | 525 |
| Madrigal | Cuatro bravos soldados os esperan, | |
| y son gente de pluma y bien nacidos. | ||
| Andrea | ¿Son los que dijo Arguijo? | |
| Madrigal | Aquellos mismos. | |
| Andrea | Yo los tengo escondidos y a recaudo. | |
| Madrigal | ¿Qué turba es ésta? ¿Qué ruïdo es éste? | 530 |
| Andrea | Es el embajador de los persianos, | |
| que viene a tratar paces con el Turco. | ||
| Haceos a aquesta parte mientras pasa. |
| Entra un embajador, vestido como los que andan aquí, y acompáñanle jenízaros; va como turco. |
| Madrigal | ¡Bizarro va y gallardo por estremo! | |
| Andrea | Los más de los persianos son gallardos, | 535 |
| y muy grandes de cuerpo, y grandes hombres | ||
| de a caballo. | ||
| Madrigal | Y son, según se dice, | |
| los caballos el nervio de sus fuerzas. | ||
| ¡Plega a Dios que las paces no se hagan! | ||
| ¿Queréis venir, Andrea? | ||
| Andrea | Guía adonde | 540 |
| fuere más de tu gusto. | ||
| Madrigal | Al baño guío | |
| del Uchalí. | ||
| Andrea | Al de Morato guía, | |
| que he de juntarme allí con otra espía. |
| Éntranse. | |
| Entra el Gran Turco, Rustán y Mamí. |
| Turco | Flaca disculpa me das | |
| de la traición que me has hecho, | 545 |
|
| mayor que se vio jamás. | ||
| Rustán | Si bien estás en el hecho, | |
| señor, no me culparás. | ||
| Cuando vino a mi poder, | ||
| no vino de parecer | 550 |
|
| que pudiese darte gusto, | ||
| y fue el reservarla justo | ||
| a más tomo y mejor ser; | ||
| muchos años, Gran Señor, | ||
| profundas melancolías | 555 |
|
| la tuvieron sin color. | ||
| Turco | ¿Quién la curó? | |
| Rustán | Sedequías, | |
| el judío, tu doctor. | ||
| Turco | Testigos muertos presentas | |
| en tu causa; a fe que intentas | 560 |
|
| escaparte por buen modo. | ||
| Rustán | Yo digo verdad en todo. | |
| Turco | Razón será que no mientas. | |
| Rustán | No ha tres días que el sereno | |
| cielo de su rostro hermoso | 565 |
|
| mostró de hermosura lleno; | ||
| no ha tres días que un ansioso | ||
| dolor salió de su seno. | ||
| En efecto: no ha tres días | ||
| que de sus melancolías | 570 |
|
| está libre esta española, | ||
| que es en la belleza sola. | ||
| Turco | Tú mientes o desvarías. | |
| Rustán | Ni miento ni desvarío. | |
| Puedes hacer la experiencia | 575 |
|
| cuando gustes, señor mío. | ||
| Haz que venga a tu presencia: | ||
| verás su donaire y brío; | ||
| verás andar en el suelo, | ||
| con pies humanos, al cielo, | 580 |
|
| cifrado en su gentileza. | ||
| Turco | De un temor otro se empieza, | |
| de un recelo, otro recelo. | ||
| Mucho temo, mucho espero, | ||
| mucho puede la alabanza | 585 |
|
| en lengua de lisonjero; | ||
| mas la lisonja no alcanza | ||
| parte aquí. Rustán, yo quiero | ||
| ver esa cautiva luego; | ||
| ¡ve por ella, y por el dios ciego, | 590 |
|
| que me tïene asombrado, | ||
| que a no ser cual la has pintado, | ||
| que te he de entregar al fuego! |
| Éntrase Rustán. |
| Mamí | Si no está en más la ventura | |
| de Rustán, que en ser hermosa | 595 |
|
| la cautiva, y de hermosura | ||
| rara, su suerte es dichosa; | ||
| libre está de desventura. | ||
| Desde ahora muy bien puedes | ||
| hacerle, señor, mercedes, | 600 |
|
| porque verás, de aquí a poco, | ||
| aquí todo el cielo. | ||
| Turco | Loco, | |
| a todo hipérbole excedes. | ||
| Deja, que es justo, a los ojos | ||
| algo que puedan hallar | 605 |
|
| en tan divinos despojos. | ||
| Mamí | ¿Qué vista podrá mirar | |
| de Apolo los rayos rojos | ||
| que no quede deslumbrada? | ||
| Turco | Tanta alabanza me enfada. | 610 |
| Mamí | Remítome a la experiencia | |
| que has de hacer con la presencia | ||
| désta, en mi lengua, agraviada. |
| Entran Rustán y la Sultana. |
| Rustán | Háblale mansa y süave, | |
| que importa, señora mía, | 615 |
|
| porque con todos no acabe. | ||
| Sultana | Daré de la lengua mía | |
| al santo cielo la llave; | ||
| Arrojaréme a sus pies; | ||
| diré que su esclava es | 620 |
|
| la que tiene a gran ventura | ||
| besárselos. | ||
| Rustán | Es cordura | |
| que en ese artificio des. | ||
| Sultana | Las rodillas en la tierra | |
| y mis ojos en tus ojos, | 625 |
|
| te doy, señor, los despojos | ||
| que mi humilde ser encierra; | ||
| y si es soberbia el mirarte, | ||
| ya los abajo e inclino | ||
| por ir por aquel camino | 630 |
|
| que suele más agradarte. | ||
| Turco | ¡Gente indiscreta, ignorante, | |
| locos, sin duda, de atar, | ||
| a quien no se puede hallar, | ||
| en ser simples, semejante; | 635 |
|
| Robadores de la fama | ||
| debida a tan gran sujeto; | ||
| Mentirosos, en efecto, | ||
| que es la traición que os infama! | ||
| ¡Por cierto que bien se emplea | 640 |
|
| cualquier castigo en vosotros! | ||
| Mamí | ¡Desdichados de nosotros | |
| si le ha parecido fea! | ||
| Turco | ¡Cuán a lo humano hablasteis | |
| de una hermosura divina, | 645 |
|
| y esta beldad peregrina | ||
| cuán vulgarmente pintastes! | ||
| ¿No fuera mejor ponella | ||
| al par de Alá en sus asientos, | ||
| hollando los elementos | 650 |
|
| y una y otra clara estrella, | ||
| dando leyes desde allá, | ||
| que con reverencia y celo | ||
| Guardaremos los del suelo, | ||
| como Mahoma las da? | 655 |
|
| Mamí | ¿No te dije que era rosa | |
| en el huerto a medio abrir? | ||
| ¿Qué más pudiera decir | ||
| la lengua más ingeniosa? | ||
| ¿No te la pinté discreta | 660 |
|
| cual nunca se vio jamás? | ||
| ¿Pudiera decirte más | ||
| un mentiroso poeta? | ||
| Rustán | Cielo te la hice yo, | |
| con pies humanos, señor. | 665 |
|
| Turco | A hacerla su Hacedor | |
| acertaras. | ||
| Rustán | Eso no: | |
| que esos grandes atributos | ||
| cuadran solamente a Dios. | ||
| Turco | En su alabanza los dos | 670 |
| anduvistes resolutos | ||
| y cortos en demasía, | ||
| por lo cual, sin replicar, | ||
| os he de hacer empalar | ||
| antes que pase este día. | 675 |
|
| Mayor pena merecías, | ||
| traidor Rustán, por ser cierto | ||
| que me has tenido encubierto | ||
| tan gran tesoro tres días. | ||
| Tres días has detenido | 680 |
|
| el curso de mi ventura; | ||
| tres días en mal segura | ||
| vida y penosa he vivido; | ||
| tres días me has defraudado | ||
| del mayor bien que se encierra | 685 |
|
| en el cerco de la tierra | ||
| y en cuanto vee el sol dorado. | ||
| Morirás, sin duda alguna, | ||
| hoy, en este mismo día: | ||
| que, a do comienza la mía, | 690 |
|
| ha de acabar tu fortuna. | ||
| Sultana | Si ha hallado esta cautiva | |
| alguna gracia ante ti, | ||
| vivan Rustán y Mamí. | ||
| Turco | Rustán muera; Mamí viva. | 695 |
| Pero maldigo la lengua | ||
| que tal cosa pronunció; | ||
| vos pedís; no otorgo yo. | ||
| Recompensaré esta mengua | ||
| con haceros juramento, | 700 |
|
| por mi valor todo junto, | ||
| de no discrepar un punto | ||
| de hacer vuestro mandamiento. | ||
| No sólo viva Rustán; | ||
| pero, si vos lo queréis, | 705 |
|
| los cautivos soltaréis, | ||
| que en las mazmorras están; | ||
| porque a vuestra voluntad | ||
| tan sujeta está la mía, | ||
| como está a la luz del día | 710 |
|
| sujeta la escuridad. | ||
| Sultana | No tengo capacidad | |
| para tanto bien, señor. | ||
| Turco | Sabe igualar el amor | |
| el vos y la majestad. | 715 |
|
| De los reinos que poseo, | ||
| que casi infinitos son, | ||
| toda su juridición | ||
| rendida a la tuya veo; | ||
| ya mis grandes señoríos, | 720 |
|
| que grande señor me han hecho, | ||
| por justicia y por derecho, | ||
| son ya tuyos más que míos; | ||
| y, en pensar no te demandes | ||
| esto soy, aquello fui; | 725 |
|
| que, pues me mandas a mí, | ||
| no es mucho que al mundo mandes. | ||
| Que seas turca o seas cristiana, | ||
| a mí no me importa cosa; | ||
| esta belleza es mi esposa, | 730 |
|
| y es de hoy más la Gran Sultana. | ||
| Sultana | Cristiana soy, y de suerte, | |
| que de la fe que profeso | ||
| no me ha de mudar exceso | ||
| de promesas ni aun de muerte. | 735 |
|
| Y mira que no es cordura | ||
| que entre los tuyos se hable | ||
| de un caso que, por notable, | ||
| se ha de juzgar por locura. | ||
| ¿Dónde, señor, se habrá visto | 740 |
|
| que asistan dos en un lecho, | ||
| que el uno tenga en el pecho | ||
| a Mahoma, el otro a Cristo? | ||
| Mal tus deseos se miden | ||
| con tu supremo valor, | 745 |
|
| pues no junta bien Amor | ||
| dos que las leyes dividen. | ||
| Allá te avén con tu alteza, | ||
| con tus ritos y tu secta, | ||
| que no es bien que se entremeta | 750 |
|
| con mi ley y mi bajeza. | ||
| Turco | En estos discursos entro, | |
| pues Amor me da licencia; | ||
| yo soy tu circunferencia, | ||
| y tú, señora, mi centro; | 755 |
|
| de mí a ti han de ser iguales | ||
| las cosas que se trataren, | ||
| sin que en otro punto paren | ||
| que las haga desiguales. | ||
| La majestad y el Amor | 760 |
|
| nunca bien se convinieron, | ||
| y en la igualdad le pusieron, | ||
| los que hablaron del mejor. | ||
| Deste modo se adereza | ||
| lo que tú ves despüés: | 765 |
|
| que, humillándome a tus pies, | ||
| te levanto a mi cabeza. | ||
| Iguales estamos ya. | ||
| Sultana | Levanta, señor, levanta, | |
| que tanta humildad espanta. | 770 |
|
| Mamí | Rindióse; vencido está. | |
| Sultana | Una merced te suplico, | |
| y me la has de conceder. | ||
| Turco | A cuanto quieras querer | |
| obedezco y no replico. | 775 |
|
| Suelta, condena, rescata, | ||
| absuelve, quita, haz mercedes, | ||
| que esto y más, señora, puedes: | ||
| que Amor tu imperio dilata. | ||
| Pídeme los imposibles | 780 |
|
| que te ofreciere el deseo, | ||
| que, en fe de ser tuyo, creo | ||
| que los he de hacer posibles. | ||
| No vengas a contentarte | ||
| con pocas cosas, mi amor; | 785 |
|
| que haré, siendo pecador, | ||
| milagros por agradarte. | ||
| Sultana | Sólo te pido tres días, | |
| Gran Señor, para pensar... | ||
| Turco | Tres días me han de acabar. | 790 |
| Sultana | ...en no sé qué dudas mías, | |
| que escrupulosa me han hecho, | ||
| y, éstos cumplidos, vendrás, | ||
| y claramente verás | ||
| lo que tienes en mi pecho. | 795 |
|
| Turco | Soy contento. Queda en paz, | |
| guerra de mi pensamiento, | ||
| de mis placeres aumento, | ||
| de mis angustias solaz. | ||
| Vosotros, atribulados | 800 |
|
| y alegres en un instante, | ||
| llevaréis de aquí adelante | ||
| vuestros gajes seisdoblados. | ||
| Entra, Rustán; da las nuevas | ||
| a esas cautivas todas | 805 |
|
| de mis esperadas bodas. | ||
| Mamí | ¡Gentil recado les llevas! | |
| Turco | Y como a cosa divina, | |
| y esto también les dirás, | ||
| sirvan y adoren de hoy más, | 810 |
|
| a mi hermosa Catalina. |
| Éntranse el Turco, Mamí y Rustán, y queda en el teatro sola la Sultana. |
| Sultana | ¡A ti me vuelvo, Gran Señor, que alzaste, | |
| a costa de tu sangre y de tu vida, | ||
| la mísera de Adán primer caída, | ||
| y, adonde él nos perdió, Tú nos cobraste. | 815 |
|
| A Ti, Pastor bendito, que buscaste | ||
| de las cien ovejuelas la perdida, | ||
| y, hallándola del lobo perseguida, | ||
| sobre tus hombros santos te la echaste; | ||
| a Ti me vuelvo en mi af[l]ición amarga, | 820 |
|
| y a Ti toca, Señor, el darme ayuda: | ||
| que soy cordera de tu aprisco ausente, | ||
| y temo que, a carrera corta o larga, | ||
| cuando a mi daño tu favor no acuda, | ||
| me ha de alcanzar esta infernal serpiente! | 825 |
Fin de la primera jornada
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