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COMEDIA FAMOSA DE PEDRO DE URDEMALAS

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Jornada Segunda

  Salen un alguacil, y Martín Crespo, el alcalde, y Sancho Macho, el regidor.

 

Alcalde Digo, señor alguacil,  
  que un mozo que se me fue,  
  de ingenio agudo y sotil,

1235

  de tronchos de coles sé  
  que hiciera invenciones mil;  
  y él me aconsejó que hiciese,  
  si por dicha el rey pidiese  
  danzas, una de tal modo,

1240

  que se aventajase en todo  
  a la que más linda fuese.  
  Dijo que el llevar doncellas  
  era una cosa cansada,  
  y que el rey no gusta dellas,

1245

  por ser danza muy usada  
  y estar ya tan hecho a vellas;  
  mas que por nuevos niveles  
  llevase una de donceles  
  como serranas vestidos;

1250

  en pies y brazos ceñidos  
  multitud de cascabeles;  
  y ya tengo, a lo que creo,  
  veinte y cuatro así aprestados,  
  que pueden, según yo veo,

1255

  ser sin vergüenza llevados  
  al romano coliseo.  
  Ya yo le enseñé los dos  
  de los mejores.  
Alguacil Por Dios,  
  que la invención es muy buena.

1260

Sancho Lo que nuestro alcalde ordena,  
  es cosa rala entre nos,  
  y todo lo que él más sabe  
  de un su mozo lo aprendió  
  que fue de su ingenio llave;

1265

  mas ya se fue y nos dejó,  
  que mala landre le acabe:  
  que así quedamos vacíos,  
  sin él, de ingenio y de bríos.  
Alguacil ¿Tanto sabe?  
Sancho Es tan astuto,

1270

  que puede darle tributo  
  Salmón, rey de los judíos.  
Alcalde Haga cuenta, en viendo aquéstos,  
  que los veinte y cuatro mira:  
  que todos son tan dispuestos,

1275

  derechos como una vira,  
  sanos, gallardos y prestos.  
  Aquél que no es nada renco  
  se llama Diego Mostrenco;  
  el otro, Gil el Peraile;

1280

  cada cual diestro en el baile  
  como gozquejo flamenco.  
  Tocándoles Pingarrón,  
  mostrarán bien su destreza  
  a compás de cualquier son,

1285

  y alabarán la agudeza  
  de nuestra nueva invención.  
  Las danzas de las espadas  
  hoy quedarán arrimadas,  
  a despecho de hortelanos,

1290

  envidiosos los gitanos,  
  las doncellas afrentadas.  
  ¿No le pareció, señor,  
  muy bien el talle y el brío  
  de uno y otro danzador?

1295

Alguacil Si juzgo al parecer mío,  
  nunca vi cosa peor;  
  y temo que, si allá vais,  
  de tal manera volváis,  
  que no acertéis el camino.

1300

Alcalde Tocado, a lo que imagino,  
  señor, de la envi[di]a estáis.  
  Pues en verdad que hemos de ir  
  con veinte y cuatro donceles  
  como aquéllos, sin mentir,

1305

  porque invenciones noveles,  
  o admiran o hacen reír.  
Alguacil Yo os lo aviso; queda en paz.  

 

  Vase el alguacil.

 

Sancho Alcalde, tu gusto haz,  
  porque verás por la prueba

1310

  que esta danza, por ser nueva,  
  dará al rey mucho solaz.  
Alcalde No lo dudo. Venid, Sancho,  
  que ya el corazón ensancho,  
  do quepan los parabienes

1315

  de la danza.  
Sancho Razón tienes:  
  que has de volver hueco y ancho.  

 

  Éntranse.
  Salen dos ciegos, y el uno Pedro de Urdemalas; arrímase el primero a una puerta, y Pedro junto a él, y pónese la viuda a la ventana.

 

Ciego Ánimas bien fortunadas  
  que en el purgatorio estáis,  
  de Dios seáis consoladas,

1320

  y en breve tiempo salgáis  
  desas penas derramadas,  
  y, como un trueno,  
  baje a vos el ángel bueno  
  y os lleve a ser coronadas.

1325

Pedro Ánimas que desta casa  
  partistes al purgatorio,  
  ya en sillón, ya en silla rasa,  
  del divino consistorio  
  os venga al vuestro sin tasa,

1330

  y en un vuelo  
  el ángel os lleve al cielo,  
  para ver lo que allá pasa.  
Ciego Hermano, vaya a otra puerta,  
  porque aquesta casa es mía,

1335

  y en rezar aquí no acierta.  
Pedro Yo rezo por cortesía,  
  no por premio, cosa es cierta,  
  y así, puedo  
  rezar doquiera, sin miedo

1340

  de pendencia ni reyerta.  
Ciego ¿Es vistoso, ciego honrado?  
Pedro Estoy desde que nací  
  en una tumba encerrado.  
Ciego Pues yo en algún tiempo vi;

1345

  pero ya, por mi pecado,  
  nada veo,  
  sino lo que no deseo,  
  que es lo que vee un desdichado.  
  ¿Sabrá oraciones abondo?

1350

Pedro Porque sé que sé infinitas,  
  aquesto, amigo, os respondo,  
  que a todos las doy escritas,  
  o a muy pocos las escondo.  
  Sé la del Ánima sola,

1355

  y sé la de San Pancracio,  
  que nadie cual ésta viola;  
  la de San Quirce y Acacio,  
  y la de Olalla española,  
  y otras mil,

1360

  adonde el verso sotil  
  y el bien decir se acrisola;  
  las de los Auxiliadores  
  sé también, aunque son treinta,  
  y otras de tales primores,

1365

  que causo envidia y afrenta  
  a todos los rezadores,  
  porque soy,  
  adondequiera que estoy,  
  el mejor de los mejores.

1370

  Sé la de los sabañones,  
  la de curar la tericia  
  y resolver lamparones,  
  la de templar la codicia  
  en avaros corazones;

1375

  sé, en efeto,  
  una que sana el aprieto  
  de las internas pasiones,  
  y otras de curiosidad.  
  Tantas sé, que yo me admiro

1380

  de su virtud y bondad.  
Ciego Ya por saberlas suspiro.  
Viuda Hermano mío, esperad.  
Pedro ¿Quién me llama?  
Ciego Según la voz, es el ama

1385

  de la casa, en mi verdad.  
  Ella es estrecha, aunque rica,  
  y sólo a mandar rezar  
  es a lo que más se aplica.  
Pedro Pícome yo de callar

1390

  con quien al dar no se pica:  
  que esté mudo  
  a sus demandas no dudo  
  si no lo paga y suplica.  

 

  Sale la viuda.

 

Viuda Puesta en aquella ventana,

1395

  he escuchado sus razones  
  y su profesión cristiana,  
  y las muchas oraciones  
  con que tantos males sana;  
  y querría me hiciese

1400

  placer que algunas me diese  
  de las que le pediría,  
  dejando a mi cortesía  
  el valor del interese.  
Pedro Si despide a esotro ciego,

1405

  yo le diré maravillas.  
Viuda Pues yo le despido luego.  
Pedro Señora, no he de decillas  
  ni por dádivas ni ruego.  
Viuda Váyase, y venga después,

1410

  amigo.  
Ciego Vendré a las tres,  
  a rezar lo cuotidiano.  
Viuda En buen hora.  
Ciego Adiós, hermano,  
  ciego, o vistoso, o lo que es;  
  y si es que se comunica,

1415

  sepa mi casa, y verá  
  que, aunque pobre, ruin y chica,  
  sin duda en ella hallará  
  una voluntad muy rica;  
  y la alegre posesión

1420

  de un segoviano doblón  
  gozará liberalmente,  
  si nos da, de su torrente,  
  ya milagro, o ya oración.  
Pedro Está bien; yo acudiré

1425

  a saber la casa honrada  
  tan llena de amor y fe,  
  y pagaré la posada  
  con lo que le enseñaré.  
  Cuarenta milagros tengo

1430

  con que voy y con que vengo  
  por dondequiera a mi paso,  
  y alegre la vida paso  
  y como un rey me mantengo.  

 

  Éntrase el ciego.

 

  Mas tú, señora Marina,

1435

  Sánchez en el sobrenombre,  
  a mi voz la oreja inclina,  
  y atenta escucha de un hombre  
  una embajada divina.  
  Las almas de purgatorio

1440

  entraron en consistorio,  
  y ordenaron las prudentes  
  que les fuese a sus parientes  
  su insufrible mal notorio.  
  Hicieron que una tomase,

1445

  de gran prudencia y consejo,  
  para que lo efetuase,  
  cuerpo de un honrado viejo,  
  y así al mundo se mostrase,  
  y diéranle una instrucción

1450

  y una larga relación  
  de lo que tiene de hacer  
  para que puedan tener,  
  o ya alivio, o ya perdón;  
  y está ya cerca de aquí

1455

  esta alma, en un cuerpo honesto,  
  y anciano, cual yo le vi,  
  y sobre un asno trae puesto  
  el cerro de Potosí.  
  Viene lleno de doblones

1460

  que le ofrecen a montones  
  los parientes de las almas  
  que en las tormentas sin calma[s]  
  padecen graves pasiones.  
  En oyendo que en su lista  
  hay alma que en purgatorio  
  con duras penas se atrista,  
  no hay talego, ni escritorio,  
  ni cofre que se resista.  
  Hasta los gatos guardados,

1470

  de rubio metal preñados,  
  por librarla de tormentos,  
  descubren allí contentos  
  sus partos acelerados.  
  Esta alma vendrá esta tarde,

1475

  señora Marina mía,  
  a hacer de su lista alarde  
  ante ti; pero querría  
  que en secreto esto se guarde,  
  y que a solas la recibas  
  y que a darle te apercibas  
  lo que piden tus parientes  
  que moran en las ardientes  
  hornazas, de alivio esquivas.  
  Esto hecho, te asegura

1485

  que te enseñará oración  
  con que aumentes tu ventura:  
  que esto ofrece en galardón  
  de aquella voluntad pura  
  que con él se muestra franca,

1490

  y de su escondrijo arranca  
  hasta el menudo cuatrín  
  y queda, cual San Paulín,  
  como se dice, sin blanca.  
Viuda ¿Que esa embajada me envía

1495

  esa alma, ciego bendito?  
Pedro Y toda de vos se fía,  
  y se remite a lo escrito  
  de vuestra genealogía.  
Viuda ¿Cómo la conoceré

1500

  cuando venga?  
Pedro Yo haré  
  que tome casi mi aspeto.  
Viuda ¡Oh, qué albricias te prometo!  
  ¡Qué de cosas te daré!  
Pedro En las cosas semejantes

1505

  es bien gastar los dineros  
  guardados de tiempos antes;  
  los ayunos verdaderos,  
  y espaldas diciplinantes,  
  todo se ha de aventurar

1510

  sólo por poder sacar  
  a un alma de su pasión,  
  y llevarla a la región  
  donde no mora el pesar.  
Viuda Ve en paz, y dile a ese anciano

1515

  que tan alegre le espero,  
  que en verle pondré en su mano  
  mi alma, que es el dinero,  
  con pecho humilde y cristiano:  
  que, aunque soy un poco escasa,

1520

  me afligiré en ver que pasa  
  alma de pariente mío,  
  según dicen, fuego y frío,  
  éste o aquél muy sin tasa.  
Pedro Tu fama a la de Leandro

1525

  exceda, y jamás se tizne  
  tu pecho de otro Alejandro;  
  antes, cante dél un cisne  
  en las aguas de Meandro;  
  a los hiperbóreos montes

1530

  pase, al cielo te remontes,  
  y allá te subas con ella,  
  y otra no encierren cual ella  
  nuestros corvos horizontes.  

 

  Éntranse los dos.
  Salen Maldonado y Belica.

 

Maldonado Mira, Belica: éste es hombre

1535

  que te sacará del lodo,  
  de grande ingenio y gran nombre,  
  tan discreto y presto en todo,  
  que es forzoso que te asombre.  
  Quiérese volver gitano

1540

  por tu amor, y dar de mano  
  a otra cualquier pretensión:  
  considera si es razón  
  que le muestres pecho llano.  
  Él será el mejor cuatrero,

1545

  según que me lo imagino,  
  que habrá visto el mundo entero,  
  solo, raro y peregrino  
  en las trazas de embustero;  
  porque en una que ahora intenta

1550

  ha sacado en limpia cuenta  
  que ha de ser único en todas.  
Belica Fácilmente te acomodas  
  a tu gusto y a mi afrenta.  
  ¿No se te ha ya traslucido

1555

  que el que a grande no me lleve  
  no es para mí buen partido?  
Maldonado No hay cosa en que más se pruebe  
  que careces de sentido,  
  que en esa tu fantasía,

1560

  fundada en la lozanía  
  de tu juventud gallarda,  
  que en marchitarse no tarda  
  lo que el sol corre en un día.  
  Quiero decir que es locura

1565

  manifiesta, clara y llana,  
  pensar que la hermosura  
  dura más que la mañana,  
  que con la noche se oscura;  
  y a veces es necedad

1570

  el pensar que la beldad  
  ha de ofrecer gran marido,  
  siendo por mejor tenido  
  el que ofrece la igualdad.  
  Así que, gitana loca,

1575

  pon freno al grande deseo  
  que te ensalza y que te apoca,  
  y no busques por rodeo  
  lo que en nada no te toca.  
  Cásate, y toma tu igual,

1580

  porque es el marido tal  
  que te ofrezco, que has de ver  
  que en él te vengo a ofrecer  
  valor, ser, honra y caudal.  

 

  Entra Pedro, ya como gitano.

 

Pedro ¿Qué hay, amigo Maldonado?

1585

Maldonado Una presunción, de suerte  
  que a mí me tiene admirado:  
  veo en lo flaco lo fuerte,  
  en un bajo un alto estado;  
  veo que esta gitanilla,

1590

  cuanto su estado la humilla,  
  tanto más levanta el vuelo,  
  y aspira a tocar el cielo  
  con locura y maravilla.  
Pedro Déjala, que muy bien hace,

1595

  y no la estimes en menos  
  por eso: que a mí me aplace  
  que con soberbios barrenos  
  sus máquinas suba y trace.  
  Yo también, que soy un leño,

1600

  príncipe y papa me sueño,  
  emperador y monarca,  
  y aún mi fantasía abarca  
  de todo el mundo a ser dueño.  
Maldonado Con la viuda, ¿cómo fue?

1605

Pedro Está en un punto la cosa,  
  mejor de lo que pensé.  
  Ella será generosa,  
  o yo Pedro no seré.  
  Pero, ¿qué gente es aquesta

1610

  tan de caza y tan de fiesta?  
Maldonado El rey es, a lo que creo.  
Belica Hoy subirá mi deseo  
  de amor la fragosa cuesta:  

 

  Entra el Rey con un criado, Silerio, y todos de caza.

 

  hoy a todo mi contento

1615

  he de apacentar mis ojos,  
  y al alma dar su sustento,  
  gozando de los despojos  
  que me ofrece el pensamiento  
  y la vista.  
Maldonado Yo imagino

1620

  que tu grande desatino  
  en gran mal ha de parar.  
Belica Mal se puede contrastar  
  a las fuerzas del destino.  
Rey ¿Vistes pasar por aquí

1625

  un ciervo, decid, gitanos,  
  que va herido?  
Belica Señor, sí;  
  atravesar estos llanos,  
  habrá poco que le vi;  
  lleva en la espalda derecha

1630

  hincada una gruesa flecha.  
Rey Era un pedazo de lanza.  
Belica El huir y hacer mudanza  
  de lugares no aprovecha  
  al que en las entrañas lleva

1635

  el hierro de amor agudo,  
  que hasta en el alma se ceba.  
Maldonado Ésta dará, no lo dudo,  
  de su locura aquí prueba.  
Rey ¿Qué decís, gitana hermosa?

1640

Belica Señor, yo digo una cosa:  
  que el Amor y el cazador  
  siguen un mismo tenor  
  y condición rigurosa.  
  Hiere el cazador la fiera,

1645

  y, aunque va despavorida,  
  huyendo en larga carrera,  
  consigo lleva la herida,  
  puesto que huya dondequiera;  
  hiere Amor el corazón

1650

  con el dorado harpón,  
  y el que siente el parasismo,  
  aunque salga de sí mismo,  
  lleva tras sí su pasión.  
Rey Gitana tan entendida

1655

  muy pocas veces se ve.  
Belica Soy gitana bien nacida.  
Rey ¿Quién es tu padre?  
Belica No sé.  
Maldonado Señor, es una perdida:  
  dice dos mil desvaríos,

1660

  tiene los cascos vacíos,  
  y llena la necedad  
  de una cierta gravedad  
  que la hace tomar bríos  
  sobre su ser.  
Belica Sea en buen hora;

1665

  loca soy por la locura  
  que en vuestra ignorancia mora.  
Silerio ¿Sabéis la buenaventura?  
Belica La mala nunca se ignora  
  de la humilde que levanta

1670

  su deseo a alteza tanta,  
  que sobrepuja a las nubes.  
Silerio Pues, ¿por qué tanto la subes?  
Belica No es mucho: a más se adelanta.  
Rey ¡Donaire tienes!  
Belica Y tanto,

1675

  que, fiada en mi donaire,  
  mis esperanzas levanto  
  sobre la región del aire.  
Silerio ¡Risa causas!  
Rey Y aun espanto.  
  ¡Vamos! ¡Mal haya quien tiene

1680

  quien sus gustos le detiene!  
Silerio Por la reina dice aquesto.  
Belica No es bien el que viene presto,  
  si para partirse viene.  

 

  Éntrase el rey y Silerio.

 

Pedro Mira, Belica: yo atino

1685

  que en poner en ti mi amor  
  haré un grande desatino,  
  y así, me será mejor  
  llevar por otro camino  
  mis gustos. Voy, Maldonado,

1690

  a efetuar lo trazado,  
  para que la viuda estrecha  
  se vea una copia hecha  
  del cuerno que está nombrado;  
  voime a vestir de ermitaño,

1695

  con cuyo vestido honesto  
  daré fuerzas a mi engaño.  
Maldonado Ve donde sabes, que puesto  
  te dejé el vestido estraño.  

 

  Éntrase Pedro. Sale el alguacil, comisario de las danzas.

 

Alguacil ¿Quién es aquí Maldonado?

1700

Maldonado Yo, mi señor.  
Alguacil Guárdeos Dios.  
Belica Alguacil y bien criado,  
  ¡milagro! Nunca sois vos  
  de la aldea.  
Maldonado Has acertado,  
  porque es de Corte, sin duda.

1705

Alguacil Es menester que se acuda  
  con una danza al palacio  
  del bosque.  
Maldonado Dennos espacio.  
Alguacil Sí harán: que el rey se muda  
  del monesterio do está,

1710

  de aquí a dos días, a él.  
Maldonado Como lo mandas se hará.  
Belica ¿Viene la reina con él?  
Alguacil ¿Quién lo duda? Sí vendrá.  
Belica ¿Y es todavía celosa,

1715

  como suele, y rigurosa?  
Alguacil Dicen que sí: no sé nada.  
Belica ¿No la hacen confiada  
  el ser reina y ser hermosa?  
Alguacil Turba el demasiado amor

1720

  a los sentidos más altos,  
  de más prendas y valor.  
Belica A Amor son los sobresaltos  
  muy anejos, y el temor.  
Alguacil Tan moza, ¿y eso sabéis?

1725

  Apostaré que tenéis  
  el alma en su red envuelta.  
  Voime, que he de dar la vuelta  
  por aquí. No os descuidéis,  
  Maldonado, en que sea buena

1730

  la danza, porque no hay pueblo  
  que hacer la suya no ordena.  
Maldonado Todo mi aprisco despueblo;  
  ella irá de galas llena.  

 

  Éntrase el alguacil.
  Salen Silerio, el criado del rey, y Inés, la gitana.

 

Silerio ¿Que tan arisca es la moza?

1735

Inés Eslo, señor, de manera  
  que de nonada se altera,  
  y se enoja y alboroza;  
  cierta fantasía reina  
  en ella, que nos enseña,

1740

  o que lo es, o que se sueña  
  que ha de ser princesa o reina;  
  no puede ver a gitanos  
  y usa con ellos de estremos.  
Silerio Pues agora le daremos

1745

  do pueda llenar las manos,  
  pues la quiere ver el rey  
  con amorosa intención.  
Inés En las leyes de afición  
  no guarda ninguna ley.

1750

  Aunque quizá, como es alta  
  y subida en pensamientos,  
  hallará que a sus intentos  
  un rey no podrá hacer falta.  
  Yo, a lo menos, de mi parte

1755

  haré lo que me has mandado,  
  y le daré tu recado,  
  no más de por contentarte.  
Silerio Pudiérase usar la fuerza  
  antes aquí que no el ruego.

1760

Inés Gusto con desasosiego,  
  antes mengua que se esfuerza.  
  Mas llevaremos la danza,  
  y hablarémonos después;  
  que la escala de interés

1765

  hasta las nubes alcanza.  
Silerio Encomiéndote otra cosa,  
  que importa más a este efeto.  
Inés ¿Qué encomiendas?  
Silerio El secreto;  
  porque es la reina celosa;

1770

  y con la menor señal  
  que vea de su disgusto,  
  turbará del rey el gusto,  
  y a nosotros vendrá mal.  
Inés Váyase, que viene allí

1775

  nuestr[o] conde.  
Silerio Sea en buen hora,  
  y humíllese esa señora;  
  yo haré lo que fuere en mí.  

 

  Vase Silerio. Entran Maldonado y Pedro, de ermitaño.

 

Pedro Aunque yo pintara el caso,  
  no me saliera mejor.

1780

Maldonado Brunelo, el grande embaidor,  
  ante ti retire el paso.  
  Con tan grande industria mides  
  lo que tu ingenio trabaja,  
  que te ha de dar la ventaja,

1785

  fraudador de los ardides.  
  Libre de deshonra y mengua  
  saldrás en toda ocasión,  
  siendo en el pecho Sinón,  
  Demóstenes en la lengua.

1790

Inés Señor conde, el rey aguarda  
  nuestra danza aquesta tarde.  
Pedro Haga, pues, Belica alarde  
  de mi rica y buena andanza;  
  púlase y échese el resto

1795

  de la gala y hermosura.  
Inés Quizá forjas su ventura,  
  famoso Pedro, en [a]questo.  
  A ensayar la danza vamos,  
  y a vestirnos de tal modo,

1800

  que se admire el pueblo todo.  
Pedro Bien dices, y ya tardamos.  

 

  Éntranse todos.
  Salen el rey y Silerio.

 

Silerio Digo, señor, que vendrá  
  en la danza ahora, ahora.  
Rey Mi deseo se empeora,

1805

  pasa de lo honesto ya;  
  más me pide que pensé,  
  y ya acuso la tardanza,  
  pues la propincua esperanza  
  fatiga, y crece la fe.

1810

  A los ojos la hurtarás  
  de la reina.  
Silerio Haré tu gusto.  
Rey Dirás cómo desto gusto,  
  y aun otras cosas dirás,  
  con que acuses mi deseo

1815

  allá en tu imaginación.  
Silerio Si Amor guardara razón,  
  fuera aquéste devaneo;  
  pero, como no la guarda,  
  ni te culpo, ni desculpo.

1820

Rey Conozco el mal, y me culpo,  
  aunque con disculpa tarda  
  y floja.  
Silerio La reina viene.  
Rey Mira que estés prevenido,  
  y tan sagaz y advertido

1825

  como a mi gusto conviene;  
  porque esta mujer celosa  
  tiene de lince los ojos.  
Silerio Hoy gozarás los despojos  
  de la gitana hermosa.

1830

 

  Entra la reina.

 

Reina Señor, ¿sin mí? ¿Cómo es esto?  
  No sé qué diga, en verdad.  
Rey Alegra la soledad  
  deste fresco hermoso puesto.  
Reina ¿Y enfada mi compañía?

1835

Rey Eso no es bien que digáis,  
  pues con ella levantáis  
  al cielo la suerte mía.  
Reina Cualquiera cosa me asombra  
  y enciende, y crece el deseo

1840

  si no os veo, o si no veo  
  de vuestro cuerpo la sombra;  
  y, aunque esto es impertinencia,  
  si conocéis que el amor  
  me manda como señor,

1845

  con gusto tendréis paciencia.  
Silerio Las danzas vienen, señores,  
  que dellas el son se ofrece.  

 

  Suena el tamboril.

 

Rey Verémoslas, si os parece,  
  entre estas rosas y flores:

1850

  que el sitio es acomodado,  
  espacioso y agradable.  
Reina Sea ansí.  

 

  Entran Crespo, el alcalde, y Tarugo, el regidor.

 

Alcalde ¿Que no le hable?  
  Tenéislo muy mal pensado.  
  Voto a tal, que he de quejarme

1855

  al rey de aquesta solencia.  
Tarugo Aquí está su reverencia,  
  Crespo.  
Alcalde ¿Queréis engañarme?  
  ¿Cuál es?  
Rey Yo soy. ¿Qué os han hecho,  
  buen hombre?  
Alcalde No sé qué diga.

1860

  Han burlado mi fatiga,  
  y nuestra danza deshecho,  
  vuestros pajes, que los vea  
  erguidos en Peralvillo.  
  Sé sentillo, y no decillo;

1865

  ¿qué más mal queréis que sea?  
  Veinte y cuatro doncellotes,  
  todos de tomo y de lomo,  
  venían. Yo no sé cómo  
  no os da el rey dos mil azotes,

1870

  pajes, que sois la canalla  
  más mala que tiene el suelo.  
  Digo, pues, que, con mi celo,  
  que es bueno el que en mí se halla,  
  aquestos tantos donceles

1875

  junté, como soy alcalde,  
  para serviros de balde,  
  con barbas y cascabeles.  
  No quise traer doncellas,  
  por ser danza tan usada,

1880

  sino una cascabelada  
  de mozos parientes dellas;  
  y, apenas vieron sus trajes,  
  al galán uso moderno,  
  cuando todo el mismo infierno

1885

  se revistió en vuestros pajes,  
  y con trapajo y con lodo  
  tanta carga les han dado,  
  que queda desbaratado  
  el danzante escuadrón todo.

1890

  Han sobajado al mejor  
  penuscón de danzadores  
  que en estos alrededores  
  vio príncipe ni señor.  
Reina Pues volvedlos a juntar,

1895

  que yo haré que el rey espere.  
Tarugo Aunque vuelva el que quisiere,  
  no se podrá rodear,  
  porque van todos molidos  
  como cibera y alheña,

1900

  de mojicón, ripio y leña  
  largamente proveídos.  
Reina ¿No traeréis uno siquiera,  
  porque gustaré de velle?  
Tarugo Veré si puedo traelle.

1905

Alcalde Advertid que el rey espera,  
  Tarugo, y si no está Renco  
  tan malo como le vi,  
  traed, si es posible, aquí  
  a mi sobrino Mostrenco,

1910

  que en él echará de verse  
  cuáles los otros serían.  
  ¡Oh, cuántos pajes se crían  
  en Corte para perderse!  
  Pensé que por ser del rey,

1915

  y tan bien nacidos todos,  
  usarían de otros modos  
  de mejor crianza y ley;  
  pero cuatro pupilajes  
  de cuatro universidades,

1920

  no encierran tantas ruindades  
  como saben vuestros pajes.  
  Las burlas que nos han hecho  
  descubren con sus ensayos  
  que traen cruces en los sayos

1925

  y diablos dentro del pecho.  

 

  Vuelve Tarugo, y trae consigo a Mostrenco, tocado a papos, con un tranzado que llegue hasta las orejas, saya de bayeta verde guarnecida de amarillo, corta a la rodilla, y sus polainas con cascabeles, corpezuelo o camisa de pechos; y, aunque toque el tamboril, no se ha de mover de un lugar.

 

Tarugo A Mostrenco traigo; helo,  
  Crespo.  
Alcalde Pingarrón, tocad;  
  que la buena majestad  
  en él verá nuestro celo

1930

 

  Toca.

 

  y nuestro ingenio lozano.  
  Menéate, majadero,  
  o hazte de rogar primero,  
  como músico o villano.  
  ¡Hola! ¿A quién digo? Sobrino,

1935

  danza un poco, ¡pese a mí!  
Tarugo El diablo nos trujo aquí,  
  según que ya lo adivino.  
  ¡Yérguete, cuerpo del mundo!  

 

  Gínchale.

 

Alcalde ¡Oh pajes de Satanás!

1940

Reina Ni le roguéis ni deis más.  
Alcalde Hoy nos echas al profundo  
  con tu terquedad.  
Mostrenco No puedo  
  menearme, ¡por San Dios!  
Silerio ¡Qué tierno doncel sois vos!

1945

Tarugo ¿Qué tienes?  
Mostrenco Quebrado un dedo  
  del pie derecho.  
Rey Dejadle,  
  y a vuestro pueblo os volved.  
Alcalde Si es que me ha de hacer merced,  
  de Junquillos soy alcalde;

1950

  y si castiga a sus pajes,  
  otra danza le traeremos  
  que pase a todos estremos  
  en la invención y los trajes.  

 

  Éntranse Tarugo, alcalde, y Mostrenco.

 

Reina El alcalde es estremado.

1955

Rey Y la danza bien vestida.  
Reina Bien platicada y reñida,  
  y el premio bien esperado.  
Silerio Ésta es la de las gitanas  
  que viene.  
Reina Pues suelen ser

1960

  muchas de buen parecer  
  y de su traje galanas.  
Rey Que tiemble de una gitana  
  un rey, ¡qué gran poquedad!  
Silerio Verá vuestra majestad,

1965

  entre éstas, una galana  
  y hermosa sobremanera,  
  y sobremanera honesta.  
Rey ¡Caro el mirarla me cuesta!  
Reina ¿No llegan? ¿A qué se espera?

1970

 

  Entran los músicos, vestidos a lo gitano; Inés y Belica y otros dos muchachos, de gitanos, y en vistir a todas, principalmente a Belica, se ha de echar el resto; entra asimismo Pedro, de gitano, y Maldonado; han de traer ensayadas dos mudanzas y su tamboril.

 

Pedro Vuestros humildes gitanos,  
  majestades que Dios guarde,  
  hacemos vistoso alarde  
  de nuestros bríos lozanos.  
  Quisiéramos que esta danza

1975

  fuera toda de brocado;  
  mas el poder limitado  
  es muy poco lo que alcanza.  
  Mas, con todo, mi Belilla,  
  con su donaire y sus ojos,

1980

  os quitará mil enojos,  
  dándoos gusto y maravilla.  
  ¡Ea, gitanas de Dios,  
  comenzad, y sea en buen pie!  
Reina Bueno es el gitano, a fe.

1985

Maldonado Id delantera las dos.  
Pedro ¡Ea, Belica, flor de abril;  
  Inés, bailadora ilustre,  
  que podéis dar fama y lustre  
  a esta danza y a otras mil!

1990

 

  Bailan.

 

  ¡Vaya el voladillo apriesa!  
  ¡No os erréis; guardad compás!  
  ¡Qué desvaída que vas,  
  Francisquilla! ¡Ea, Ginesa!  
Maldonado Largo y tendido el cruzado,

1995

  y tomen los brazos vuelo.  
  Si ésta no es danza del cielo,  
  yo soy asno enalbardado.  
Pedro ¡Ea, pizpitas ligeras  
  y andarríos bulliciosos,

2000

  llevad los brazos airosos  
  y las personas enteras!  
Maldonado El oído en las guitarras,  
  y haced de azogue los pies.  
Pedro ¡Por San; buenas van las tres!

2005

Maldonado Y aun las cuatro no van malas.  
  Pero Belica es estremo  
  de donaire, brío y gala.  
Pedro Como no bailan en sala,  
  que tropiecen cuido y temo.

2010

 

  Cae Belica junto al rey.

 

  ¿No lo digo yo? Belilla  
  ha caído junto al rey.  
Rey Que os alce yo es justa ley,  
  nueva octava maravilla;  
  y entended que con la mano

2015

  os doy el alma también.  
Reina Ello se ha hecho muy bien;  
  andado ha el rey cortesano.  
  ¡Bien su majestad lo allana,  
  y la postra por el suelo,

2020

  pues levanta hasta su cielo  
  una caída gitana!  
Belica Mostró en esto su grandeza,  
  pues casi fuera impiedad  
  que junto a su majestad

2025

  nadie estuviera en bajeza;  
  y no se pudo ofender  
  su grandeza en esto en nada,  
  pues majestad confirmada  
  no puede desfallecer;

2030

  y, en cierta manera, creo  
  que cabe en la suerte mía  
  que me hagan cortesía  
  los reyes.  
Reina Ya yo lo veo.  
  ¿Que ese privilegio tiene

2035

  la hermosura?  
Rey ¡Ea, señora,  
  no turbéis la justa ahora,  
  porque alegra y entretiene!  
Reina Apriétanme el corazón  
  esas palabras livianas.

2040

  Llevad aquestas gitanas  
  y ponedlas en prisión:  
  que es la belleza tirana,  
  y a cualquier alma conquista,  
  y está su fuerza en ser vista.

2045

Rey ¿Celos te da una gitana?  
  Cierto que es terrible cosa  
  e insufrible de decir.  
Reina Pudiérase eso decir,  
  a no ser ésta hermosa,

2050

  y a ser vuestra condición  
  de rey; pero no es así.  
  Llevádmelas ya de ahí.  
Silerio ¡Estraña resolución!  
Inés Señora, así el pensamiento

2055

  celoso no te fatigue,  
  ni hacer hazañas te obligue  
  que no lleven fundamento.  
  Que a solas quieras oírme  
  un poco que te diré,

2060

  y en ello no intentaré  
  de tu prisión eximirme.  
Reina A mi estancia las llevad;  
  pero traedlas tras mí.  

 

  Éntranse la reina y las gitanas.

 

Rey Pocas veces celos vi

2065

  sin tocar en crüeldad.  
Silerio Una sospecha me afana,  
  señor, por lo que aquí veo,  
  y es que di de tu deseo  
  noticia a aquella gitana

2070

  que a la reina quiere hablar  
  en secreto, y es razón  
  temer que de tu intención  
  larga cuenta querrá dar.  
Rey En mi dolor tan acerbo,

2075

  no me queda qué temer,  
  pues no puede negro ser  
  más que sus alas el cuervo.  
  Venid, y daremos orden  
  cómo se tiemple en la reina

2080

  la furia que en ella reina,  
  la confusión y desorden.  

 

  Éntranse el rey y Silerio.

 

Pedro ¡Bien habemos negociado,  
  gustando vos del oficio!  
Maldonado Digo que pierdo el juïcio,

2085

  y estoy como embelesado.  
  Belica presa, e Inés  
  con la reina quiere hablar.  
  ¡Mucho me da que pensar!  
Pedro Y aun que temer.  
Maldonado Así es.

2090

Pedro Yo, a lo menos, el suceso  
  no pienso esperar del caso:  
  que a compás retiro el paso  
  del gitanesco progreso.  
  Un bonete reverendo

2095

  y el eclesiástico brazo  
  sacarán deste embarazo  
  mi persona, a lo que entiendo.  
  ¡Adiós, Maldonado!  
Maldonado Espera.  
  ¿Qué quieres hacer?  
Pedro No, nada;

2100

  la suerte tengo ya echada,  
  y tengo sangre ligera.  
  No me detendrán aquí  
  con maromas y con sogas.  
Maldonado En muy poca agua te ahogas.

2105

  Nunca pensé tal de ti;  
  antes, pensé que tenías  
  ánimo para esperar  
  un ejército.  
Pedro Es hablar:  
  otras son las fuerzas mías.

2110

  Aún no me has bien conocido;  
  pues entiende, Maldonado,  
  que ha de ser el hombre honrado  
  recatado, y no atrevido;  
  y es prudencia prevenir

2115

  el peligro. Queda en paz.  
Maldonado Sin porqué temes; mas haz  
  tu gusto.  
Pedro Yo sé decir  
  que es razón que aquí se tema:  
  que las iras de los reyes

2120

  pasan términos y leyes,  
  como es su fuerza suprema.  
Maldonado Si así es, vámonos luego,  
  que nos estará mejor.  
Músicos Todos tenemos temor,

2125

  Maldonado.  
Maldonado No lo niego.  

 

Éntranse todos.

 

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Última actualización: 16/12/97.