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COMEDIA FAMOSA DEL LABERINTO DE AMOR

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Jornada Segunda

  Entran Cornelio y Anastasio.

 

Cornelio Volviendo a lo comenzado,  
  señor, ¿qué piensas hacer?  
Anastasio Lo que procuro es saber  
  si el príncipe se ha engañado,  
  o qué causa le ha movido

1010

  a acusar a Rosamira:  
  si fueron celos, o ira,  
  ser llamado, y no escogido;  
  y, cuando desta querella  
  no sepa verdad jamás,

1015

  por gentileza no más  
  me dispongo a defendella.  
Cornelio Propongo que Dagoberto  
  es vencido en la batalla,  
  y que ella libre se halla

1020

  de la tormenta en el puerto:  
  ¿tendrás por cosa notoria  
  el poder asegurarte  
  que la razón vino a darte,  
  y no fuerza, la vitoria?

1025

  Porque de Dios los secretos  
  son tan incomprehensibles,  
  que a veces vemos visibles,  
  de bienes, malos efetos.  
Anastasio Ya entiendo tus argumentos,

1030

  y con ellos me das pena.  
  Haga el Cielo lo que ordena;  
  yo honraré mis pensamientos.  

 

  Entran Julia y Porcia.

 

Cornelio Los estudiantes son estos  
  de quien los otros burlaron.

1035

Anastasio Sus burlas, ¿en qué pararon?  
Cornelio Eran algo descompuestos.  
  Forastero me parece  
  en cierto modo su traje;  
  eso veré en su lenguaje,

1040

  si el hablallos se me ofrece.  
Porcia Camilo, no te descuides  
  en mostrar en dicho y hecho  
  que eres varón, a despecho  
  de cuantos cuidados cuides.

1045

  Deja melindres aparte,  
  da a las ternezas de mano,  
  y mira que está en tu mano  
  el perderte o el ganarte.  
  Mira que amor te ha traído,

1050

  por un nunca visto enredo  
  a ser paje de Manfredo,  
  y paje favorecido:  
  que es principio que asegura  
  buen fin a tu pretensión.

1055

Julia Tienes, Rutilio, razón;  
  mas no tengo yo ventura,  
  pues, cuando más me acomodo  
  a hacer lo que me ordenas,  
  embebecida en mis penas,

1060

  se me olvida a veces todo.  
  Mas, ¡ay de mí, desdichada,  
  que éste es el duque, mi hermano!  
Porcia Vuelve el rostro a esotra mano,  
  y vuélvete a la posada;

1065

  que él no me conoce a mí,  
  y conviéneme hablalle.  
Julia ¿Por dó he de ir?  
Porcia Por esa calle.  
Julia ¿Vendrás presto?  
Porcia Voy tras ti.  

 

  Vase Julia.

 

  Buen hombre, ¿sois desta tierra?

1070

Anastasio Ni soy della, ni buen hombre.  
Porcia Pues, ¿cómo la vuestra ha nombre?  
Anastasio Como el cielo que la encierra.  
Cornelio [Aparte] Querrá decir Rosamira,  
  que es tierra y cielo a do vive.

1075

  Estas quimeras concibe  
  quien más por amor suspira.  
Anastasio Y vos, ¿sois deste lugar,  
  señor estudiante?  
Porcia No.  
Anastasio ¿Pues de dónde?  
Porcia Aún no sé yo

1080

  de a dó me podré llamar:  
  que el cielo y tierra, hasta agora,  
  me tratan como estranjero,  
  y ni dél ni della espero  
  ver en mis cuitas mejora.

1085

Anastasio ¿Vos con cuitas en edad  
  tan tierna? ¡A fe que me espanta!  
[Porcia] A los años se adelanta  
  tal vez la calamidad;  
  y más cuando son de aquellas

1090

  que trae el amor en sus alas.  
Cornelio Sus razones no son malas,  
  aunque yo no sé entendellas;  
  mas, con todo, apostaré  
  que está el rapaz traspasado

1095

  del agudo arpón dorado,  
  como el señor su mercé.  
Anastasio ¿Amáis, por ventura?  
Porcia Sí;  
  mas no sé si por ventura,  
  aunque alguna me asegura

1100

  ver ahora lo que vi.  
Anastasio Pues, ¿qué veis?  
Porcia No será honesto  
  hacer que me ponga en mengua  
  tan fácilmente mi lengua  
  como mis ojos me han puesto;

1105

  ni vuestro traje me mueve,  
  ni mi deseo, a mostrar  
  lo que en silencio ha de estar  
  hasta que otras cosas pruebe.  
Anastasio ¿Tan mal os parece el traje?

1110

Porcia No, por cierto; porque veo  
  que dese rústico aseo  
  es muy contrario el lenguaje,  
  y podrá ser que el sayal  
  encubra el al del refrán.

1115

Anastasio ¿De dónde sois?  
Porcia De Dorlán.  
Anastasio De ahí soy yo natural.  
  ¿Cuánto ha que de allá venistes?  
Porcia Poco más de doce días.  
Anastasio ¿Qué hay de nuevo?  
Porcia Niñerías,

1120

  aunque son un poco tristes.  
Anastasio ¿Y qué son?  
Porcia Que el de Rosena,  
  que el de Dorlán hospedó,  
  a Julia y Porcia robó,  
  como Paris hizo a Helena.

1125

Anastasio ¿Tiénese eso por verdad?  
Porcia Sí tiene; mas yo imagino  
  que no lleva más camino  
  que del cielo la maldad.  
Anastasio ¿Pues qué dicen?  
Porcia Yo entreoí

1130

  que la Porcia quería bien  
  a Anastasio.  
Anastasio ¿Cómo? ¿A quién?  
Porcia A Anastasio.  
Anastasio [Aparte.] ¿Cómo? ¿A mí?  
  ¿A su primo hermano? ¡Bueno!  
Porcia Quizá guiaba su intento

1135

  por vía de casamiento.  
Anastasio Deso está mi bien ajeno.  
  Mas, ¿eso qué importa al hecho  
  de roballa?  
Porcia No sé yo;  
  dícese que la sacó

1140

  el mismo amor de su pecho.  
  Mas deben de ser hablillas  
  del vulgo mal informado.  
Cornelio A mí me han maravillado.  
Anastasio ¿Pues de qué te maravillas?

1145

  Di: ¿no puede acontecer,  
  sin admiración que asombre,  
  que una mujer busque a un hombre,  
  como un hombre a una mujer?  
Cornelio Sí puede; y es tan agible

1150

  lo que dices, que se ve  
  que, en las posibles, no sé  
  otra cosa más posible.  
Anastasio Como a su centro camina,  
  esté cerca o apartado,

1155

  lo leve o lo que es pesado,  
  y a procuralle se inclina,  
  tal la hembra y el varón  
  el uno al otro apetece,  
  y a veces más se parece

1160

  en ella esta inclinación;  
  y si la naturaleza  
  quitase a su calidad  
  el freno de honestidad,  
  que tiempla su ligereza,

1165

  correría a rienda suelta  
  por do más se le antojase,  
  sin que la razón bastase  
  a hacerla dar la vuelta;  
  y ansí, cuando el freno toma

1170

  entre los dientes del gusto,  
  ni la detiene lo justo,  
  ni algún respeto la doma.  
Porcia ¡En poca deuda os están  
  las mujeres!  
Cornelio Si así fuera,

1175

  ni yo este traje trujera,  
  ni él vistiera aquel gabán.  
Anastasio No es tan poca: que si hago  
  la cuenta, no sé yo paga  
  que a la deuda satisfaga,

1180

  puesto que en ella me pago.  
Porcia En fin: ¿amáis?  
Anastasio Alma tengo,  
  y no he de estar sin amor.  
Porcia Hay amor bueno, y mejor.  
Anastasio Yo con el mejor me avengo.

1185

Porcia ¿Es labradora?  
Anastasio El tabarro  
  que me cubre así lo dice.  
Porcia Pues todo lo contradice  
  el talle y horro bizarro;  
  que el tabarro es tosca caja

1190

  que encierra el fino diamante.  
Cornelio ¡El diablo es el estudiante!  
  ¡Qué bien su razón encaja!  
  Apostaré que mi amo,  
  sin más ni más, le da cuenta

1195

  de quién es y lo que intenta.  
  Por aquesto le desamo:  
  que presume de discreto,  
  y no ve que es ignorancia,  
  en las cosas de importancia,

1200

  fiar de nadie el secreto.  
Anastasio Ahora bien: si vuestra estada  
  no es de asiento en el lugar  
  y queréis conmigo estar  
  en una misma posada,

1205

  en la que tengo os ofrezco  
  el género de amistad  
  que engrandece la igualdad.  
Porcia Daisme lo que no merezco.  
  Mas heme de despedir

1210

  primero de un cierto amigo.  
Cornelio Aquesto es lo que yo digo:  
  él se vendrá a descubrir.  
Anastasio A la insignia del Pavón  
  es mi estancia.  
Porcia Andad con Dios,

1215

  que mañana soy con vos.  
  ¡Oh venturosa ocasión!  

 

  Entrase Anastasio y Cornelio.

 

  Si al fuego natural no se le pone  
  materia que en la tierra le sustente,  
  volveráse a su esfera fácilmente,

1220

  que así naturaleza lo dispone.  
  Y el amante que quiere que se abone  
  su fe con afirmar que no consiente  
  en su alma esperanza, poco siente  
  de amor, pues que a su ley justa se opone.

1225

  Cual sin el agua quedaría la tierra,  
  sin sol el cielo, el aire sin vacío,  
  el mar en tempestad, nunca en bonanza,  
  y sin su objeto, que es la paz, la guerra,  
  forzado sin su gusto el albedrío,

1230

  tal quedara amor sin esperanza.  

 

  Éntrase Porcia.
  Salen Tácito y Andronio.

 

Andronio Vamos hacia la prisión  
  de la duquesa, que importa.  
Tácito Reporta, Andronio, reporta  
  tu arrojada condición:

1235

  que siempre quieres saber  
  lo que no te importa un pelo.  
Andronio Soy curioso.  
Tácito Yo recelo  
  que aqueso te ha de ofender.  
  Necio llamaré del todo,

1240

  no curioso, al que se mete  
  en lo que no le compete  
  ni toca por algún modo.  
  Hay algunos tan simplones,  
  que desde su muladar

1245

  se ponen a gobernar  
  mil reinos y mil naciones;  
  dan trazas, forman Estados  
  y repúblicas sin tas[a],  
  y no saben en su casa

1250

  gobernar a dos criados.  
  De aquéllos mi Andronio es,  
  y esto lo sé con certeza,  
  que emiendan a la cabeza,  
  y apenas son ellos pies.

1255

  Llaman con su ceguedad  
  y mal fundada opinión,  
  al recato, remisión;  
  al castigo, crüeldad.  
  El gobierno no les cuadra

1260

  más justo y más nivelado;  
  siguen del vulgo engañado  
  la siempre mudable escuadra.  
  El que es buen vasallo, atiende  
  a rogar por su señor,

1265

  si es bueno, que sea mejor;  
  y si es malo, que se emiende.  
  De los viejos que enterramos,  
  fue sentencia singular  
  que el mundo hemos de dejar

1270

  del modo que le hallamos.  
  ¿Qué te importa a ti si hace  
  bien o mal el duque en esto?  
Andronio ¿Hasme oído tratar desto?  
Tácito Y tanto, que me desplace.

1275

  Que quemen a la duquesa,  
  no se te dé a ti un ardite.  
Andronio Desde hoy más guardaré el chite,  
  y de lo hablado me pesa.  
Tácito A la espada me remito

1280

  de Dagoberto en la riña.  
Andronio ¿Si vence...?  
Tácito Pague la niña:  
  que a buen bocado, buen grito.  
  Quien de honestidad los muros  
  rompe, mil males se aplica.

1285

Andronio Cuando la zorra predica,  
  no están los pollos seguros.  

 

  Éntranse Tácito y Andronio. Sale Porcia, como labrador, y Julia, como estudiante.

 

Julia ¿Por qué quieres intentar,  
  Rutilio, tan gran locura?  
Porcia Porque en el mal es cordura

1290

  no temer, sino esperar;  
  y la negligencia estraga  
  los remedios del dolor,  
  y no quiero yo que amor  
  conmigo milagros haga.

1295

  El que padece tormenta,  
  si es que de piloto sabe,  
  si puede, guíe la nave  
  a donde menos la sienta.  
  Yo en la mía un puerto veo

1300

  a los ojos de mi fe,  
  y allá me encaminaré  
  con los soplos del deseo.  
  Ya viste que era tu hermano  
  el labrador que aquí vimos:

1305

  que los dos le conocimos,  
  aunque en el traje villano;  
  y ha muchos días que sabes,  
  y yo también, por mi mal,  
  que tiene de su caudal

1310

  el amor todas las llaves,  
  y que Rosamira es  
  la que así le tiene aquí.  
Julia Ya yo te he dicho que sí.  
Porcia Pues dime: ¿ahora no ves

1315

  que será muy acertada  
  la traza que te he contado?  
Julia Caminas tras tu cuidado;  
  en fin, como enamorada.  
  ¿Que podrás dejarme a solas?

1320

Porcia ¿A solas dices que estás,  
  quedando con quien podrás  
  contrastar de amor las olas?  
  Ingenio tienes, y brío,  
  y ocasión tienes también

1325

  para procurar tu bien,  
  como yo procuro el mío.  
Julia ¿Y si te conoce, a dicha?  
Porcia Engañada en eso estás:  
  que él no me ha visto jamás.

1330

Julia Puede mucho una desdicha.  
[Porcia] Nuestro mucho encerramiento  
  y libertad oprimida,  
  como causó esta venida,  
  cegará su entendimiento.

1335

Julia Pues si el cielo, mi enemigo,  
  te hiciere conocer,  
  nunca lo des a entender  
  que te veniste conmigo.  
  Sigue a solas tu ventura,

1340

  que yo seguiré la mía,  
  y el blando amor que nos guía  
  abone nuestra locura.  
  Yo a Manfredo le diré  
  que a la patria te volviste.

1345

  Mas, ¿qué gente es ésta? ¡Ay triste!  
Porcia No sé; disimúlate.  

 

  Entran Anastasio, Manfredo y los dos ciudadanos.

 

Ciudadano 1 Es el caso inaudito, y la insolencia  
  del duque de Rosena demasiada,  
  mala en el hecho y mala en la apariencia.

1350

Anastasio Cuando del apetito es sojuzgada  
  la razón, no hay respeto que se mire,  
  ni justa obligación que sea guardada.  
Ciudadano 2 ¿Quién lo vendrá a entender que no se admire?:  
  que, faltando a la ley del hospedaje,

1355

  con las prendas del huésped se retire.  
  Y más aquel que debe por linaje,  
  por ser, por calidad, por gentileza,  
  hacer a todos bien, a nadie ultraje.  
Anastasio Debe de ser de vil naturaleza,

1360

  o a quien soberbia natural inclina  
  a tan infames hechos de bajeza.  
  Pues a fe que fabricas tu ruïna,  
  Manfredo ingrato: que Dorlán bien suele  
  amansar tu arrogancia repentina.

1365

Manfredo A un pobre labrador, ¿por qué le duele  
  tanto de Julia y Porcia el robo incierto?  
  Quizá miente la fama.  
Porcia ¿Hablaréle?  
Julia Háblale; pero no te ha descubierto.  
Anastasio ¡Siempre son ciertas las desdichas mías!

1370

Manfredo ¿Desdichas tuyas? ¡Bueno estás, por cierto!  
Anastasio ¿Qué scita vive en sus regiones fieras,  
  qué garamanta en su abrasada arena,  
  o en tierras, si las hay, de amubaceas,  
  que apruebe que un gran duque de Rosena,

1375

  siendo del de Dorlán huésped y amigo...  
Julia Aquestos argumentos me dan pena.  
Anastasio ...como astuto ladrón, como enemigo,  
  haberle de sus prendas despojado,  
  sin que diga lo mismo que yo digo:

1380

  que fue Manfredo ingrato y mal mirado?  
Julia Apostaré que el duque te conoce.  
Porcia Desvíate en buen hora a esotro lado.  
Manfredo Buen hombre, no es razón que se alboroce  
  así vuestro sentido: que a Manfredo

1385

  no le estima cual vos quien le conoce.  
Julia Que han de reñir los dos tengo gran miedo.  
Porcia Pues, por Dios, que si riñen...  
Julia Calla o vete.  
Porcia Añade a lo que dices: si es que puedo.  
Anastasio Tampoco no sé yo a qué se entremete

1390

  a defender un hecho un estudiante  
  donde tan gran pecado se comete.  
[Ciudadano] 2 Señores, no paséis más adelante:  
  que si es verdad que el duque hizo tal hecho,  
  aquel que lo defienda es ignorante.

1395

Anastasio ¡Vive Dios, que se me arde en rabia el pecho!  
Manfredo ¡Por Dios, que está el villano muy donoso!  
Julia Cuajóse la cuestión; ello está hecho.  
Anastasio ¿Villano a mí? ¡Escolar sucio y astroso,  
  capigorrón, brodista, pordiosero!

1400

Manfredo ¡Oh villano otra vez, loco furioso!  
Porcia Mal haré si no ayudo a quien bien quiero.  
[Ciudadano] 1 ¿Qué es esto? ¿Con puñal a un desarm[a]do?  
Anastasio Dejad que llegue aqueste vil grosero.  
[Ciudadano] 2 Cada cual de los dos sea bien mirado:

1405

  miren quién está en medio.  
Manfredo ¿Tanto brío  
  en un villano pecho está encerrado?  
Julia ¿Piedras a mi señor?  
Porcia ¿Piedras tú al mío?  
Julia ¡Oh! ¿También tú, villano?  
Porcia ¡Oh sucio paje!  
Julia Rutilio, di: ¿no es éste desvarío?

1410

  ¿Bofetada en mi rostro? ¡Ya el coraje  
  ha llegado a su punto, y no es posible  
  que temor o respeto aquí le ataje!  
[Ciudadano] 1 Los dos criados, con furor terrible,  
  se han asido también.  
[Ciudadano] 2 ¡Ténganse, digo!

1415

Manfredo ¡Hasta que mate a éste, es imposible!  
Anastasio ¡No estimo su puñal en sólo un higo!  
[Ciudadano] 2 ¡Otra vez digo que se tengan, ea!  
Julia ¡Deja estar los cabellos, enemigo!  
  ¿Quieres, con esparcirlos, que se vea

1420

  quién somos?  
Porcia Pues, hereje, ¿estásme dando,  
  y no te he yo de dar?  
[Ciudadano] 1 Otra pelea  
  es ésta más crüel que estoy mirando.  
Julia ¡Ay, que la boca toda me deshaces!  
Porcia ¡Suelta tú el labio!  
Julia ¡Ya le voy soltando!

1425

Porcia ¡Acaba de soltar!  
[Ciudadano] 1 ¡Quitad, rapaces!  
Julia ¡Ay, que me muerde!  
Porcia ¿Echáisme zancadilla?  
Julia ¿Qué haces, enemigo?  
Porcia Y tú, ¿qué haces?  
[Ciudadano] 2 Envainad vos, señor, y esta rencilla  
  quédese así, pues no os importa nada.

1430

Manfredo ¡Dios sabe por qué gusto diferilla!  
Porcia Quitásteme el gabán, desvergonzada;  
  la mano, digo, que tal fuerza tiene;  
  pero ésta mía me hará vengada.  
[Ciudadano] 1 ¿Han visto con qué brío el mozo viene?

1435

  ¿Y éste es vuestro criado?  
Anastasio No, por cierto.  
Manfredo Rutilio, ¿cómo es esto?  
Porcia No conviene  
  que mi designio aquí sea descubierto.  
Manfredo Pues, ¿por qué peleabas con tu hermano?  
Porcia De ignorancia nació mi desconcierto;

1440

  que, como vi este traje de villano,  
  tan parecido a aquellos de mi tierra,  
  dejarle de ayudar no fue en mi mano.  
  Y creo, si la vista no se yerra,  
  que éste es un mi pariente conocido,

1445

  que de todo mi gusto me destierra.  
Manfredo El seso, al parecer, tienes perdido;  
  mas no le pierdas tanto que señales  
  pieza por donde yo sea conocido.  
Porcia Seguro está, señor, que ni por males

1450

  ni bienes que a Rutilio el cielo envíe,  
  dará de ser quién eres las señales,  
  y en tal seguro el tuyo se confíe.  
Manfredo ¿De modo que a la patria quiés volverte?  
Porcia Antes que el tiempo cargue y más enfríe.

1455

Manfredo ¡Adiós, que yo no quiero detenerte!  
Porcia Mi hermano queda acá.  
Manfredo Gusto infinito.  
Porcia Plega a Dios que en servirte en todo acierte.  

 

  Vase Manfredo y los dos ciudadanos.

 

Julia Dime, Rutilio: ¿a dicha, qued[a] escrito  
  en el alma el rencor que hemos mostrado?

1460

Porcia A la ocasión y al gusto le remito.  
Julia ¿Iré de tu buen pecho confiado?  
Porcia Pues, ¿quién lo duda?  
Julia ¡Adiós, pues, firme amigo!  

 

  Vase Julia.

 

Porcia ¡Adiós, mocito mal aconsejado!  
  Ya me tienes, señor, aquí contigo;

1465

  a tu gusto me manda, que yo espero  
  que amor me ha de ayudar al bien que sigo.  
Anastasio Pues yo de todo bien ya desespero.  
  ¡Oh amor, que con la vida me atropellas  
  la honra, pues sin ella vivo y muero!

1470

  Allí llega el ardor de sus centellas,  
  donde pueda quitar el sentimiento  
  de las cosas que es muerte el no tenellas.  
  Julia, robada; el duque, en salvamento;  
  yo, a quien el caso toca, descuidado

1475

  con el cuidado que en el alma siento.  
  De un estudiante vil mal afrentado;  
  socorrido de un pobre pastorcillo,  
  aunque en esto me doy por bien pagado.  
  Padezco el mal; no sé a quién descubrillo;

1480

  mas, aunque lo supiese, no osaría,  
  pues no es para sufrillo ni decillo.  
Porcia Si acaso éste no fuera el primer día  
  que de buena amistad te doy la mano,  
  pudiéraste fiar de la fe mía.

1485

  Acomódome al traje de villano  
  por servirte en el tuyo: señal clara  
  que soy de proceder fácil y llano.  
  Si en algunos escrúpulos repara  
  tu voluntad, el tiempo tendrá cargo

1490

  de mostrarte la mía abierta y clara.  
  Yo de serte fïel sólo me encargo,  
  con pecho noble, sin torcido enredo,  
  sin que dificultad me ponga embargo.  
Anastasio Sabrás...; basta, no más.  
Porcia ¿Que tienes miedo

1495

  de descubrirte a mí? Pues yo te juro,  
  por todo aquello que jurarte puedo,  
  que puedes sin escrúpulo, al seguro,  
  fiar de mí cualquier tu pensamiento.  
Anastasio Conviéneme creer que estoy seguro;

1500

  porque para salir con el intento  
  que tengo, sólo entiendo que tú eres  
  el más fácil y cómodo instrumento;  
  y es menester, si gusto darme quieres,  
  que, fingiendo ser moza labradora...

1505

  ¿De qué te ríes?  
Porcia Di lo que quisieres,  
  que no me río, a fe.  
Anastasio Si es que no mora  
  voluntad en tu pecho de servirme,  
  dímelo, y callaré luego a la hora.  
Porcia No digo de mujer; pero vestirme

1510

  de diablo lo haré, pues que te agrada,  
  con prompta voluntad y ánimo firme.  
Anastasio Serás de mí tan bien gratificado,  
  que iguale a tu deseo el beneficio.  
Porcia Quedo en sólo servirte bien pagado.

1515

  Prosigue, pues.  
Anastasio Ha dado en sacrificio  
  un amigo su alma a la duquesa,  
  que está acusada de un infame vicio.  
  No se puede saber, como está presa,  
  si tiene culpa o no, y él, sin sabello,

1520

  duda el ser defensor de tal empresa.  
  A mí me ha dado el cargo de entendello,  
  y, con este gabán disimulado,  
  ha algunos días que he entendido en ello.  
Porcia ¿Y has alguna verdad averiguado?

1525

Anastasio Ninguna.  
Porcia Pues, ¿qué ordenas?  
Anastasio Que te pongas  
  en el traje que digo disfrazado,  
  y a dar a Rosamira te dispongas  
  un papel, y a sacarle de su pecho  
  cuanto tuviere en él.  
Porcia Como compongas

1530

  bien el rústico traje, ten por hecho  
  lo que pides.  
Anastasio La entrada está segura,  
  dejando al carcelero satisfecho.  
  Has de llevar el rostro con mesura.  
Porcia Para una labradora, poco importa;

1535

  basta que lleve el pecho con cordura.  
  La carta escribe y la partida acorta,  
  que yo de parecer mujer no dudo.  
Anastasio Habla sutil, y en pláticas sé corta.  
Porcia ¡Ah ciego amor, de pïedad desnudo,

1540

  y en qué trance me pones!  
Anastasio ¿Te arrepientes?  
Porcia Nunca del buen intento yo me mudo.  
  Aunque tuviera el caso inconvenientes  
  mayores, con mi industria los venciera  
  y buscara los medios suficientes.

1545

Anastasio Si supieses la paga que te espera,  
  cual yo la sé, mancebo generoso,  
  a más tu voluntad se dispusiera:  
  que soy otra persona que este astroso  
  hábito muestra.  
Porcia Y yo seré un criado

1550

  para ti el más fïel y cuidadoso  
  que se pueda hallar en lo criado.  

 

  Éntranse.
  Sale Manfredo y Julia.

 

Manfredo ¡Brioso era el villano!  
Julia Y atrevido además, según dio muestra.  
Manfredo Y muy necio tu hermano.

1555

Julia La juventud lo causa, poco diestra  
  en lazos de importancia.  
Manfredo ¿Volvióse?  
Julia ¡Y no le arriendo la ganancia!  
Manfredo Torna, pues, ¡oh Camilo!,  
  y dime aquello que decías agora,

1560

  usando el mismo estilo:  
  que el modo de decirlo me enamora,  
  y el caso me suspende.  
Julia Pues dello gustas, buen señor, atiende.  
  «Llegóse a mí un mancebo

1565

  de agradable presencia, bien tratado,  
  con un vestido nuevo,  
  que creo que por éste fue trazado;  
  llegóse, como digo,  
  y díjome: ``Escuchadme, buen amigo''.

1570

  Volví, miréle, y vile  
  lloviendo perlas de sus bellos ojos;  
  la mano entonces dile,  
  de lástima movido, y él, de hinojos,  
  temeroso tomóla,

1575

  y, bañándola en lágrimas, besóla.  
  Yo, del caso espantado,  
  le alcé y le pregunté lo que quería;  
  él, casi desmayado,  
  me dijo que merced recibiría

1580

  si un poco le escuchase  
  en parte donde naide nos notase.  
  Llevéle a mi aposento;  
  sentóse, sosegóse, y después dijo  
  con desmayado aliento,

1585

  con voz turbada y anhelar prolijo:  
  ``Yo soy...'', y calló luego,  
  y el rostro se le puso como un fuego.  
  Por estos movimientos  
  conocí que vergüenza le estorbaba

1590

  a decir sus intentos;  
  y como yo sabellos deseaba,  
  lleguéme a él, diciendo  
  razones que le fueron convenciendo.  
  En fin, dellas vencido,

1595

  tras de un suspiro doloroso, ardiente,  
  ya el rostro amortecido,  
  el codo y palma en la rodilla y frente,  
  dijo: ``Yo soy aquella  
  a quien persigue su contraria estrella;

1600

  yo soy la sin ventura  
  que, a la primera vista de unos ojos,  
  sin valor ni cordura,  
  rendí la libertad de los despojos  
  de la honra y la vida,

1605

  pues una y otra cuento por perdida:  
  yo soy Julia, la hija  
  del duque de Dorlán, cuyo deseo  
  ya no hay quien le corrija;  
  ni el cielo ofrece, ni en la tierra veo

1610

  remedio al dolor mío,  
  y es bien que no le tenga un desvarío''.  
  Quedé, en oyendo aquesto,  
  bien como estatua mudo, y, sin hablalla,  
  quise escuchar el resto,

1615

  temiendo con mi plática estorballa;  
  y prosiguió diciendo  
  lo que me fue encantando y suspendiendo:  
  ``Yo -dijo- vi a Manfredo,  
  aqueste dueño venturoso tuyo

1620

  -que ya no tengo miedo,  
  ni de contar, y más a ti, rehuyo  
  la mal tejida historia,  
  digna de infame y de inmortal memoria-.  
  Teníame mi padre

1625

  encerrada do el sol entraba apenas;  
  era muerta mi madre,  
  y eran mi compañía las almenas  
  de torres levantadas,  
  sobre vanos temores fabricadas.

1630

  Avivóme el deseo  
  la privación de lo que no tenía  
  -que crece, a lo que creo,  
  la hambre que imagina carestía-;  
  mas no era de manera

1635

  que yo no respondiese a ser quien era.  
  Hasta que mi desdicha  
  hizo que este Manfredo huésped fuese  
  de mi padre, que a dicha  
  tuvo que la ocasión se le ofreciese

1640

  de mostrar su grandeza  
  sirviendo a un duque de tan grande alteza.  
  En fin, yo, de curiosa,  
  un agujero hice en una puerta,  
  que a la vista medrosa,

1645

  y aun al alma, mostró ventana abierta  
  para ver a Manfredo.  
  Vile, y quedé cual declarar no puedo''.»  
  Ni aun yo puedo contarte  
  más por agora, porque gente viene.

1650

Manfredo Vamos por esta parte,  
  que está mas fresca y menos gente tiene.  
  Anda, que estoy suspenso,  
  y vame dando el cuento gusto inmenso.  

 

  Éntranse Manfredo y Julia.
  Sale Porcia, como labradora, con un canastico de flores y fruta.

 

Porcia Amor, bien será que abajes

1655

  mi vida a tu proceder,  
  pues no me quieres comer,  
  aun hecha tantos potajes.  
  Primeramente pastor  
  me hiciste, y luego estudiante,

1660

  y, andando un poco adelante,  
  me volviste en labrador,  
  para labrar mis desdichas  
  con yerros de tus marañas:  
  que éstas son de tus hazañas

1665

  las más venturosas dichas.  
  Flores llevo, donde el fruto  
  que cogeré ha de ser tal,  
  que al corazón de mortal  
  le sirva [y] de triste luto.

1670

  Papel que vas encerrado  
  entre estas flores, advierte  
  que eres sierpe que a mi muerte  
  ha el amor determinado.  
  No pienses, yendo conmigo,

1675

  ver tu intención declarada:  
  que no he de poner la espada  
  en manos de mi enemigo.  
  Tú de mi alma lo eres,  
  y éstos del cuerpo lo son.

1680

 

  Entra Tácito y Andronio.

 

  ¡Del diablo es esta visión!  
  ¡Vade retro! ¿Qué me quieres?  
Tácito ¡Oh, qué buen rato se ofrece  
  con la pulida villana!  
Porcia ¡Por Dios, que vengo de gana!

1685

Andronio Bonísima me parece.  
  ¿Qué es lo que cogió del suelo?  
Tácito Algo que se le cayó;  
  o tú llega, o llego yo.  
Porcia Algún mal caso recelo;

1690

  que éstos son grandes bellacos,  
  y me tienen de embestir.  
  ¡Oh, quien pudiera huir  
  el encuentro destos cacos!  
Tácito Mi señora labradora,

1695

  vengáis con los años buenos,  
  de paz y abundancia llenos.  
Andronio Vengáis muy mucho en buen hora.  
Tácito ¿Qué trae aquí, por mi vida?  
  ¡Oh, pese a quien me parió!

1700

Andronio ¿Diote?  
Tácito Sí. ¡Y cómo que me dio!  
  La mano tengo aturdida.  
  ¡Con otro me has de pagar  
  el garrote que me has dado!  
Porcia ¡Que me roban en poblado!

1705

  ¿No hay quien me venga a ayudar?  
  ¡Que me roban, ay de mí!  
  ¡Ladrones, dejad la cesta!  

 

  Sale el carcelero.

 

  ¿Qué soledad es aquésta?  
  ¿Naide pasa por aquí?

1710

Carcelero ¿Qué es esto, desvergonzados?  
Tácito Ojo, el señor, ¿con qué viene?  
  Bien parece que no tiene  
  los amplíficos cuidados  
  ni la cuenta del negocio

1715

  de los dolientes distintos,  
  cuando destos laberintos  
  es la propria causa el ocio.  
Carcelero ¿Qué es lo que decís, malditos?  
Andronio Que se vaya dilatando

1720

  en paz, con el cómo y cuándo;  
  tenga los ojos marchitos,  
  porque nos cumple acabar  
  con aquesta labradora.  
Carcelero Y vos, ¿qué decís, señora?

1725

Porcia Que me querían robar  
  aquesta fruta que llevo  
  a la señora duquesa.  
Carcelero ¿A la presa?  
Porcia Sí, a la presa.  
Tácito Nego.  
Andronio Probo.  

 

  Meten la mano en el canastillo y comen de la fruta.

 

Tácito Y yo las pruebo.

1730

Carcelero ¡Hideputa, sinvergüenza!  
  ¡Andad, bellacos, de aquí!  
Tácito Nunca el comer puso en mí  
  género de desvergüenza.  
Andronio Agradezca la villana

1735

  que ha tenido buen padrino;  
  mas si hacéis otro camino,  
  yo reharé mi sotana.  
Tácito ¡Mal haya la suerte avara!  
Andronio Vamos, amigo, a lición...

1740

 

  Éntranse Tácito y Andronio.

 

Carcelero Tan grandes bellacos son  
  como los hay en Ferrara.  
  Vamos, labradora, a donde  
  podáis ver a la duquesa,  
  que en mi poder está presa.

1745

Porcia Guíe, que no sé por dónde.  

 

  Éntranse.
  Salen Manfredo y Julia.

 

Manfredo Prosigue, que no hay gente  
  que aquí nos pueda oír.  
Julia La desdichada  
  prosiguió en voz doliente  
  su historia, en desvaríos comenzada,

1750

  y dijo: «Vi a Manfredo,  
  vile, y quedé cual declarar no puedo:  
  que en un instante pudo  
  y quiso amor, con mano poderosa,  
  de pïedad desnudo,

1755

  la imagen de Manfredo generosa  
  grabar así en mi alma,  
  que della luego le entregué la palma.  
  Volvíme a mi aposento,  
  llevando en la memoria y en el seno,

1760

  con gusto y descontento,  
  la mirada belleza y el veneno  
  de amor que me abrasaba  
  y la virtud honrosa refriaba.  
  Hice discursos varios,

1765

  fundé esperanzas en el aire vano,  
  atropellé contrarios,  
  dile al Amor renombre de tirano  
  y de señor piadoso,  
  y al cabo el entregarme fue forzoso.

1770

  Dejé mi padre, ¡ay cielos!;  
  dejé mi libertad, dejé mi honra,  
  y, en su lugar, recelos  
  y sujeción tomé, muerte y deshonra;  
  y a buscar he venido

1775

  este huésped apenas conocido.  
  Hoy en tu compañía  
  le he visto, y, aunque en traje disfrazado,  
  como en el alma mía  
  traigo su rostro al vivo dibujado,

1780

  al punto conocíle;  
  vile, alegréme, y hasta aquí seguíle.  
  ``Quiero, pues, ¡oh mancebo!  
  -y esto cubriendo perlas sus mejillas,  
  hincándose de nuevo

1785

  ante mí, visión bella, de rodillas-;  
  quiero -dijo- que digas  
  al tuyo, que es mi dueño, mis fatigas.  
  Que yo no tengo lengua  
  para decir mi mal, ni la dolencia

1790

  mi honestidad y mengua,  
  para poder ponerme en su presencia.  
  Tú a solas le relata,  
  la muerte con que amor mi vida mata;  
  que no estará tan duro

1795

  cual peñasco al tocar de leves ondas,  
  ni cual está al conjuro  
  del sabio encantador, en cuevas hondas,  
  la sierpe, en esto cauta,  
  ni cual airado viento al Euste nauta.

1800

  No le habrán leche dado  
  leonas fieras de la Libia ardiente,  
  ni habrá sido engendrado  
  de algún cíclope bárbaro inclemente,  
  para que no se ablande

1805

  oyendo mi dolor y amor tan grande.  
  Rica soy y no fea,  
  tan buena como él en el linaje,  
  si ya no es que me afea  
  y me deshonra este trocado traje;

1810

  mas, cuando amor las causa,  
  en todas estas cosas pone pausa.  
  Rosamira infamada,  
  justamente impedido el casamiento,  
  yo dél enamorada,

1815

  cual la tierra del húmido elemento:  
  si esto no es desvarío,  
  ¿quién lo podrá estorbar que no sea mío?''»  
  Esto dijo, y al punto  
  dejó caer los brazos desmayados,

1820

  quedó el rostro difunto,  
  los labios, que antes eran colorados,  
  cárdenos se tornaron,  
  y sus dos bellos soles se eclipsaron.  
  Levantósele el pecho,

1825

  su rostro de un sudor frío cubrióse,  
  púsela sobre el lecho,  
  de allí a un pequeño rato estremecióse,  
  volvió en sí suspirando,  
  siempre lágrimas tiernas derramando.

1830

  Consoléla y roguéla  
  que en aquel aposento se estuviese,  
  sin temor de cautela,  
  hasta que yo su historia te dijese.  
  Encerrada la dejo:

1835

  ¡mira si es raro de mi cuento el dejo!  
Manfredo Y tan raro, que no puedo  
  persuadirme a que es verdad;  
  aunque amor y liviandad  
  no se apartan por un dedo.

1840

  ¿Y que queda en tu aposento?  
Julia Como digo, sin mentir.  
Manfredo No me pudiera venir  
  nueva de mayor contento.  
Julia Luego, ¿piénsasla gozar?

1845

Manfredo Mal me conoces, Camilo:  
  que tan mal mirado estilo  
  no se puede en mí hallar.  
Julia Pues, ¿qué piensas hacer della?  
Manfredo Envialla al padre suyo:

1850

  que con esto restituyo  
  mi inocencia y su querella.  
Julia ¡Mal pagas lo que te quiere!  
Manfredo La honra se satisfaga:  
  que un torpe amor esta paga

1855

  y aun otra peor requiere.  
Julia ¿Amar tan alto sujeto  
  es error?  
Manfredo Y conocido:  
  porque amor tan atrevido,  
  aunque es amor, no es perfeto.

1860

  Es el amor, cuando es bueno,  
  deseo de lo mejor;  
  si esto falta, no es amor,  
  sino apetito sin freno.  
  Con todo, vamos a vella;

1865

  pero no es bien miralla,  
  que en tales visitas se halla  
  ocasión para perdella;  
  que yo no soy Scipión  
  ni A[l]ejandro en continencia,

1870

  para hacer la esperiencia  
  de mi blanda condición;  
  y yo soy de parecer,  
  y la experiencia lo enseña,  
  que ablandarán una peña

1875

  lágrimas de una mujer.  
Julia Si no te ablanda su amor,  
  no lo hará su hermosura.  
Manfredo Con todo, será cordura  
  huir del daño mayor.

1880

  Si la recibo, me hago  
  en su huida culpado;  
  si la vuelvo, habré mostrado  
  que a ser quien soy satisfago,  
  escusaré el desafío,

1885

  cobraré el perdido honor.  
Julia ¡Oh! ¡Mal haya tanto amor,  
  mal pagado y mal nacido!  
  ¡Desdichada de la triste  
  que te quiso sin porqué!

1890

[Manfredo] En esos trances se ve  
  quien su gusto no resiste.  
  Pero vámonos a casa,  
  que, con todo, pienso vella.  
Julia Quizá vendrás a querella.

1895

Manfredo No es mi fuego desa brasa.  

 

  Éntrase Manfredo.

 

Julia ¡Ay, crüel, cómo te vas,  
  triunfando de mis despojos!  
  ¿Qué consejo en mis enojos  
  es, ¡oh Amor!, el que me das?

1900

  En gran confusión me veo.  
  ¿Quién me podrá aconsejar?  
  En fin, habré de acabar  
  a las manos del deseo.  

 

  [Éntrase Julia].
  Sale Rosamira con un manto hasta los ojos.

 

Rosamira Quien me viere desta suerte,

1905

  juzgará, sin duda alguna,  
  que me tiene la fortuna  
  en los brazos de la muerte.  
  Pues no es así: porque Amor,  
  cuando se quiere extremar,

1910

  con el velo del pesa[r]  
  suele encubrir su favor.  
  Honra, eclipse padecéis  
  porque entre vos y mi gusto  
  la industria ha puesto un disgusto,

1915

  por el cual escura os veis;  
  mas pasará esta fortuna  
  que así vuestra luz atierra  
  como sombra de la tierra,  
  puesta entre el sol y la luna.

1920

 

  Entran el carcelero y Porcia.

 

Carcelero Veisla ahí; habladla, y luego  
  os salid con brevedad.  
[Porcia] ¡Ay obscura claridad!  
  ¡Mal haya el vendado ciego!  
  ¡Mirad cuál la tiene puesta!

1925

Rosamira Pues, amiga, ¿qué buscáis?  
Porcia Señora, que recibáis  
  lo que traigo en esta cesta,  
  que son unas bellas flores  
  con alguna fruta nueva.

1930

Rosamira ¡Vos sola habéis hecho prueba  
  de consolar mis dolores!  
  Sentaos aquí par de mí,  
  y esas flores me mostrad,  
  y ese rebozo os quitad.

1935

Porcia Señora, veislas aquí;  
  pero sentarme, eso no.  
  El embozo, ya le quito.  
Rosamira Sentaos conmigo un poquito;  
  basta que lo diga yo.

1940

Porcia Estaba determinada,  
  señora, de no lo hacer;  
  mas dicen que es mejor ser  
  necia, que no porfiada,  
  y así, me asiento y suplico,

1945

  si mi ruego puede tanto,  
  que os alcéis del rostro el manto  
  otro poco, otro tantico.  
Rosamira Vesme descubierta, amiga;  
  que a más fuerza tu cordura.

1950

Porcia ¡Jesús! ¿Que tanta hermosura  
  ha puesto en tanta fatiga?  
Rosamira Amiga, déjate deso,  
  y dime: ¿qué te movió  
  a venirme a ver?  
Porcia Sé yo

1955

  que fue de amor el exceso,  
  y el ver que ya el señalado  
  plazo llega a más correr,  
  adonde el mundo ha de ver  
  tu inocencia o tu pecado;

1960

  y querría ver si puedo  
  serte en algo de provecho,  
  antes de llegar al hecho  
  que al más fuerte pone miedo;  
  que es Dagoberto valiente.

1965

Rosamira Así le conviene ser  
  quien tiene de defender  
  que es culpada la inocente.  
  Sale del curso ordinario  
  el caso de mi porfía,

1970

  porque está la salud mía  
  en la lengua del contrario.  
  Quien me deshonra ha de ser  
  el mismo que me ha de honrar,  
  y esto me hace callar

1975

  y culpada parecer.  
  Mas, dime: ¿acaso has oído  
  qué se hizo el de Rosena?  
Porcia Por todo el lugar se suena  
  que volvió al suyo corrido.

1980

  Otros la culpa le dan  
  de que la hija sacó,  
  cuando alegre le hospedó  
  el gran duque de Dorlán,  
  y con ella otra su prima;

1985

  pero yo sé que es mentira.  
Rosamira ¡Ya no es sola Rosamira  
  a quien Fortuna lastima!  
Porcia Y esta su prima es hermana  
  de Dagoberto el traidor.

1990

Rosamira ¡Sabes muy poco de amor,  
  discreta y bella aldeana!  
Porcia El hijo del de Dorlán  
  se suena que te defiende.  
Rosamira ¿Quién lo dice?  
Porcia Quien lo entiende.

1995

Rosamira ¡En vano toma ese afán!  
  Mas su intención le agradezco,  
  porque, al fin, es de quien es.  
Porcia Que él no pida el interés,  
  aunque venza, yo me ofrezco;

2000

  porque por su gentileza  
  lo hace, y no por su amor.  
Rosamira Así mostrará mejor  
  su valentía y nobleza.  
  Pero, puesto que él venciese,

2005

  con él no me casaré.  
Porcia Pues, ¿por qué?  
Rosamira Yo sé el porqué.  
Porcia ¿Y si él el premio pidiese?  
Rosamira No llegará a aquese estremo,  
  si me vale mi justicia;

2010

  mas, como reina malicia,  
  de cien mil azares temo.  
  Ven conmigo a otro aposento,  
  labradora de mi vida,  
  que en parte más escondida

2015

  te quiero hablar un momento;  
  que me ha dado el corazón  
  que el Cielo aquí te ha traído  
  para que en gozo cumplido  
  vuelvas mi amarga prisión.

2020

  Ven, que ya en tu voluntad  
  está mi vida o mi muerte,  
  mi buena o mi mala suerte,  
  mi prisión o libertad.  
Porcia Vamos, señora, do quieres,

2025

  y de mí daré a entender  
  que te puedes prometer  
  aun más de lo que quisieres:  
  que desde aquí te consagro  
  la voluntad y la vida.

2030

Rosamira Sin duda que tu venida  
  ha sido aquí por milagro.  

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Última actualización: 16/12/97.